Capítulo 12

El pasillo estaba casi desierto, con solo unas pocas luces mágicas iluminando el camino. Gianna caminaba lentamente dirigiéndose a su habitación sumida en sus pensamientos, cuando de repente se encuentra con Berenice, quien aparece de la sombra con una expresión severa.

—Gianna, tenemos que hablar. — Dijo Berenice con una voz fría.

Gianna sorprendida trato de mantener la calma. —¿De qué se trata, Berenice?

Berenice cruzo sus brazos. —No te hagas la ingenua. Sé que algo está pasando entre tú y Ethan. No he llegado a confirmarlo, pero mis sospechas son más que suficientes para preocuparme. —Dijo con voz firme.

—No sé de qué estás hablando, —insistió Gianna.

Berenice dio un paso adelante. —No juegues conmigo, Gianna. Si descubro que tú eres la razón por la que Ethan no quiere nada conmigo, te juro que informaré a la Organización. Sabes tan bien como yo que está prohibido que las brujas y los demonios tengan relaciones amorosas. —Su voz estaba cargada de amenaza.

—No puedes simplemente acusar a alguien sin evidencia. — Expresó Gianna.

Con una sonrisa peligrosa Berenice respondió:

—No subestimes mi capacidad para encontrar pruebas. Si estás involucrada con Ethan, te aseguro que lo descubriré. Y cuando lo haga, ambos pagarán las consecuencias. Porque lo que yo siento por Ethan es real. Nosotros tenemos mucho en común y nos conocemos hace muchos años y no voy a permitir que una novata como tú lo arruine. No sabes con quién te estás metiendo, Gianna. Yo soy una maestra hechicera, y tengo la autoridad y los recursos para hacerte la vida imposible.

—No quiero problemas, Berenice. Solo quiero hacer lo correcto y seguir adelante. — Respondió Gianna.

—Entonces te sugiero que te mantengas lejos de Ethan. Considera esto una advertencia. Si te atrapo con él, no dudaré en llevar esto a la Organización. Y créeme, Gianna, no querrás enfrentarte a su juicio. —

Gianna se quedó en silencio, observando cómo Berenice se alejó con una mirada de triunfo en su rostro. Sabe que debe ser extremadamente cuidadosa de ahora en adelante, no solo por su bien, sino también por el de Ethan.

*****

Gianna se quedó parada en el mismo pasillo donde tuvo la confrontación con Berenice, aún impactada y temblando ligeramente. Sarah se acercó por detrás, notando la expresión de terror en el rostro de Gianna.

—Gianna, ¿qué te pasa? Pareces haber visto un fantasma. —Dijo Sarah con preocupación tocando el hombro de Gianna.

Gianna giró lentamente hacia Sarah. —Es... es Berenice. Vamos a mi cuarto aquí no podemos hablar. — Le dijo Gianna con ojos vidriosos.

Sarah asintió, tomando a Gianna del brazo la llevó con cuidado a su habitación. Una vez dentro, cerraron la puerta y se sentaron en la cama de Gianna. Sara la miro con preocupación. —Ahora dime, ¿qué pasó? ¿Qué te hizo Berenice? — Preguntó su amiga.

Gianna suspiró suavemente buscando la manera de como contarle a su amiga. —Me confrontó. Me acusó de ser la razón por la que Ethan no quiere nada con ella. Me amenazó, Sarah. Dijo que, si descubre que estamos juntos, nos denunciará a la Organización.

—¿Berenice sospecha de ti y Ethan? ¡Eso es grave, Gianna! ¿Qué vas a hacer?— Dijo Sarah muy asombrada.

Gianna miró a su amiga con miedo. — No sé, Sarah. Pero no puedo seguir ocultándotelo. Necesito contarte la verdad sobre Ethan y por qué hemos estado viéndonos. —Dijo Gianna con determinación en su voz.

—Está bien. Estoy sin palabras, dime todo. Estoy aquí para ayudarte.

Gianna tomó un aire profundo y comenzó a contar su historia.

—Ethan y yo... hemos estado viéndonos en secreto. Sé que está prohibido, pero no es solo por sentimientos. Hay algo más grande en juego.

—¿Qué quieres decir? ¿Qué es lo que está pasando? —Preguntó Sarah frunciendo el ceño, con una expresión de confusión.

—Ethan está tratando de encontrar una manera de liberar el alma de su hermano, Dylan. Dylan fue abducido por unas brujas poderosas y su alma fue convocada en el cuerpo de una bruja para darle poderes demoníacos y hacerla inmortal. La estatua en el jardín es el cuerpo petrificado de Dylan.

—¡Eso es terrible! ¿Cómo puedes ayudarle tú en eso? —Preguntó Sarah muy sorprendida.

—Ethan y yo hemos estado trabajando juntos para descubrir cómo revertir lo que le hicieron a su hermano, y también para encontrar a mi madre, no se tal vez pienso que son las mismas brujas que le hicieron eso a Dylan las que tienen a mi madre.

—Gianna, eso es muy arriesgado. Pero entiendo por qué lo estás haciendo. No podemos dejar que Berenice te denuncie. Necesitamos encontrar una manera de mantener esto en secreto y seguir adelante con el plan. — Dijo Sarah con empatía.

—Lo sé, Sarah. Necesito tu ayuda más que nunca. No podemos fallar. Por mi madre, por Dylan, y por todos los que han sufrido por culpa de estas brujas.

—Estoy contigo, Gianna. Vamos a encontrar a tu madre y liberar a Dylan. Pero debemos ser extremadamente cuidadosas. Berenice no puede descubrir nada más. — Asintió Sarah.

—Gracias, Sarah. No sé qué haría sin ti.

—Más tarde hablaremos con Nora, Eva y Maya, sé que ellas estarán de tu parte. Juntas comenzaremos esta gran aventura y le mostraremos a la Organización lo poderosa que podemos ser.

—Yo aun no entiendo nada de eso de la Organización, —dijo Gianna.

—Nuestra Organización se basa en cuatro portales y nueve clanes como le quieras llamar. Esos portales están en un lugar céntrico en cada región del país. El nuestro es la división del medio oriente y es justo donde se encuentra el portal por eso la mansión se llama Celestite, el portal se dice que esta creado de cuarzos de celestita y que en alguna parte oculta de la mansión se encuentra el portal.

—¿A dónde llega ese portal? —Preguntó Gianna con curiosidad.

—Al mundo de las sombras. El portal separa nuestra realidad de la dimensión de las sombras. Sin embargo, como mencioné anteriormente, debido a la maldición de Rose y la prohibición impuesta por la Organización, no es posible acceder a dichos portales. Existe la creencia de que entre ambos mundos se ha formado una tercera entidad, conocido como el tártaro, donde se dice que tanto demonios como humanos pueden transitar libremente, pero es muy peligroso.