Al escuchar aquellas palabras salio corriendo, observo como todo se desintegraba en miles de formas indescifrables, el recuerdo de aquellas voces cuando estaba en aquella habitación, trataba de recordar, cuando todos los demás escucharon las alarmas de emergencia ella ya estaba afuera del edificio, camino sin rumbo mientras toda la multitud que se encontraba afuera del museo corría a refugiarse, las gigantescas puertas metálicas se cerraban al paso de los últimos. Todos los sonidos se ahogaron en aquella alarma, las luces rojas de alarma indicaban solo una cosa, un kaiyu a la cercanía. El océano parecía muy tranquilo, las montañas en el horizonte flejaban el atardecer y en ese momento una sombra se levantaba de la profundidad del océano dejándola en completa oscuridad.
-¿Qué estas haciendo?
Escucho aquella pregunta que parecía más una suplica, fue cuando reacciono y comenzó a correr, la silueta en la penumbra alzaba los brazos con desesperación mientras se ajustaba los lentes, no lo podía creer, era la chica de hace un rato, intento correr con todas sus fuerzas, pero ya era demasiado tarde el kaiyu había dado el primer paso, aquel sencillo movimiento significo un temblor para ella, el suelo se quebraba a sus pies. El concreto se levanto como picos de una precaria montaña y lo que era un camino libre ahora solo eran gigantescos restos de escombro, el impacto de los primeros misiles crearon una onda expansible la cual dejo sordo a todos los que estaban cerca y aún podían ver. La criatura se desestabilizo y dio cuatro pasos hacia atrás, la luz había vuelto para unicamente mostrar escombros y polvo. Alessia intentaba con desesperación escalar en lo alto del concreto más cercano, observo la señal de evacuación en una zona poca afectada por los pasos y la explosión, se dirigió velozmente para colocar su mano en un escanear de color rojo, fue identificada y una pequeña capsula para seis personas se levanto del suelo empujando todos los escombros a sus alrededor.
Entre los escombros, el polvo y una roca se encontraba Melani, había recuperado la cordura si se le podía llamar así entre todo este caos, comenzó a sentir una presión inusual hasta notar el dolor en su pierna derecha, desde el tobillo hasta la rodilla estaban prensados por dos piedras. A un kilómetro de distancia un chico llano Jordan había visto todo lo sucedido, noto como de entre la multitud Melani.