Prai-Isu: El inicio de la Guerra

Capítulo 16

Mientras todo eso ocurría, Agur seguía pegado a la laptop de Liz, inclusive había ignorado la llamada de Clelia para cenar. Él estaba muy concentrado en averiguar quiénes eran ellas, y si ese dispositivo le otorgaba la respuesta, no descansaría hasta encontrarla.

Él se encontraba cansado, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí sentado tratando de averiguar algo, pero la respuesta la veía cada vez más lejos.

—No creo que esto me vaya a llevar a algún lado —dijo estando a punto de resignarse.

Por último, decidió abrir un periódico sobre el declive de la cuarta época y comienzo de la quinta de su mundo, cuando este estaba regido por seis monarquías.

Estaba leyendo el genocidio ocurrido por los demonios sellados en cada uno de los reinos, pero algo en ese escrito le llamo la atención.

—No puede ser… —abrió los ojos sorprendido—. Kati… ¡Era la reina del reino del fuego! —Alzo la voz—. No, esto no puede ser posible. La reina de ese entonces se llamaba Laila… Pero se parecen mucho…

Agur continúo leyendo, hasta encontrarse con otro párrafo que narraba los hechos de ese entonces, el cual, lo hizo gritar.

Todos los chicos que estaban comiendo lo escucharon, Clelia estaba dispuesta a ir a buscarlo para saber que pasaba con él, pero él llegó antes de eso.

—Agur ¿Qué te pasa? —pregunto Elvira.

—¿Estás bien? —pregunto Clelia.

—Esto es lo que me pasa —señala el periódico que acababa de imprimir.

—¿Un periódico? —dijo Leonardo sin entender.

—No es cualquier periódico —lo coloco en la mesa y saco una pluma con la cual encerró unas palabras clave para él.

—Agur me da miedo —comento Cinthia y Abi la abraza.

—Verán, entre al cuarto de Liz y —no pudo continuar porque Elvira lo interrumpió.

—¿Entraste al cuarto de una chica? —se levantó de la mesa alterada mientras que Clelia se sonrojaba por completo.

—¡Olvida eso! Esto es más importante —exclamo Agur.

—Oh no, te equivocas. La privacidad de una mujer es mil veces más importante que cualquier otra cosa —dijo con mucha seguridad.

—Elvira, basta —ordeno Florián—. Agur quiere decirnos algo, y parece importante —ella lo piensa un poco y se da cuenta de que su compañero no suele ser de esa forma, así que le da la razón—. Continúa —dice Florián.

—Bien, continuando. Entre a su cuarto y tenía una laptop donde almacenaba datos enormes, me dijo que la usara para buscar respuestas de Kati y eso hice.

—¿Qué encontraste? —pregunto Florián. Agur suspiro.

—Este periódico narra los hechos ocurridos durante el genocidio de las monarquías de nuestro mundo.

—¿Genocidio? —pregunto Leonardo.

—Sí, hace muchos años.

—¿Siempre hubo monarquías? —pregunto Elvira.

—De verdad que no saben nada de la historia de nuestro pasado. Pero bueno, eso no importa ahora. Lo que encontré fue esto —les enseña la foto de la reina del reino del fuego.

—Ella es Kati —dice Elvira exaltada.

—No, ella es Laila, la reina del reino del fuego en ese entonces —aclaro.

—Pero… ¿Cómo es que tienen casi la misma apariencia? —pregunto Clelia.

—Y aún hay más —les muestra la foto de la demonio que la mato.

—E—Ella es… —Leonardo la identifico.

—Se parece un poco a las características que tuvo Kati cuando estaba fuera de control —revelo Florián.

—Así es, es un demonio que acabo con todo el reino en menos de un día —revelo Agur.

—Pero… ¿Cómo es posible? —pregunto Abi.

—No lo sé… Estos escritos tienen un tiempo relativamente corto —dice Agur aún sorprendido.

—Entonces… ¿Qué es ella? —pregunto Clelia.

—No lose, no sé qué o quién es ella —admitió Agur.

—No perdamos más tiempo —dijo Florián—. Ahora sabemos que eso es muy peligroso para este pueblo. Debemos de encargarnos de ella cuanto antes —todos aceptaron y fueron a prepararse para buscarla nuevamente en el bosque.

Cuando todos salieron de la casa, esperaban indicaciones de Florián para saber dónde buscar.

—¿Por dónde vamos a empezar? —pregunto Elvira.

—Si una persona busca causar destrucción a nuestro pueblo, lo más probable es que vayan en busca de aliados.

—Solo hay un lugar donde hacer eso —Agur señalo la base de los Hostil—us.

—Oigan, ¿dónde está Liz? —pregunto Clelia.

—No la he visto desde que llegamos del bosque hace horas —respondió Abi.

Agur solo miro la ventana de la habitación de ella, pero no estaba ahí.

—Eso no importa ahora, tenemos que irnos. Andando —dice Florián y dicho eso, todos se encaminaron a la frontera.

Las chicas estaban por adentrarse a la base, pero antes de eso, Kati debía de hablar con Mayra.



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En el texto hay: magia, fantasia épica, drama accion

Editado: 06.10.2021

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