Predicción de amor

Capítulo 6: “Caramelito navideño”

Remuevo el azúcar en mi café, sin dejar sentir la mirada de Ryan sobre mi. Paramos en un Starbucks, y desde que llegamos, Ryan no ha mencionado nada sobre lo que pasó en el parque.  

—Aliyah. 

Subo mi mirada y le doy un sorbo a mi café, solo para hacer tiempo.  

—¿Sí? 

—¿Por qué no me habías contado nada de esto? 

Dejo el vaso a un lado y cuando voy a contestar, él dice salgo mas.  

—¿Cuándo tenías planeado decirme? 

—Bueno... 

—¿Acaso me lo ocultabas adrede? —de nuevo me interrumpe. 

—No... 

—¿Desde cuándo lo sabías? 

—¿Puedes por favor calmarte y dejarme responder? —termino alzando la voz.  

—Bien, me callo. 

—Gracias. 

Asiento y llevo de nuevo mi vista al café. Realmente, no se por donde empezar. No sé que decir primero, es distinto hablar de James con Ryan; él sabe otras cosas que Chloe no y eso puede delatarme un poco.  

—¿Hablarás o no? 

Aclaro mi garganta y cruzo mis brazos.  

—Lo vi el marte de camino a casa. Me sorprendí tanto o más que tú. Te lo iba a decir, te juro que sí… pero justo estos días no he parado de pelearme con mi mamá… 

Paso mi mano por cabello, y tomo valentía para seguir.  

—Chloe ya lo sabe porque ella ayer vio salir a James de su casa, de su anterior casa—puntualizo—. Se me olvidó. No te lo oculte. 

—¿Como se te va a olvidar contarme algo de alguien que vive justo al frente de ti? —brama. 

—¿Puedes calmarte? —pido en susurro—. ¿Crees que me gusta ocultar este tipo de temas? No, Ryan. En verdad, he estado muy abrumada, por… —me quedo en silencio y Ryan me mira atentamente. Termino por encogerme de hombros— ya te lo dije, por mi mamá, la universidad y eso.  

No dice nada los primeros minutos.  

—Está bien —tumba su espalda en el respaldo de la silla—. No me da buena espina que haya vuelto, ni el tono en que te hablaba y como te miraba; ya se trae algo consigo. James por lo visto, sigue siendo igual o peor, así que ten cuidado con él.  

Aprecio tu preocupación, pero me inquieta que me vea como una persona débil. Él se inclina un poco y me toma de las manos.  

—... No quiero que te haga daño. De nuevo. 

Mojó mis labios con mi lengua y trago grueso. No me gusta que me vean como una persona vulnerable, trato de mostrar fortalece y desentendimiento. Odio que crean que soy fácil de romper o que no me se cuide dar sola, pero pese a eso, me trago una respuesta inmunda y pongo mi mejor cara. 

—No lo hará, tranquilízate. 

Lo tomo de las manos y me quedo callada por unos segundos. 

—No quiero recordar nada de eso. ¿Sí? 

—Lo sé. Tampoco yo, sigamos con nuestra tarde mejores amigos. 

—Sigamos. —doy una risa floja.  

Ryan es y siempre ha sido como un hermano para mí, nos criamos prácticamente juntos y ha sido muy fiel a mí, como yo a él. Me siento afortunada de decir que tengo más de un hermano, y que ambos me sean incondicionales. Porque, aunque con Charlie nos la vivamos peleando, nos amamos y estamos para el otro. 

Juro que hay días que cuando Charlie no está, extraño sus molestias y sus intentos muy acertados para sacarme de quicio. Me quejo, porque si me inquieta, pero tampoco pueda estar sin eso. Nuestra relación de hermanos es extraña pero agradable. 

—¿Te diste cuenta de que esa chica de allá no te quita los ojos de encima desde que llegamos? —digo al rato con nuestras manos aún juntas.  

Él voltea hacia dónde señalo y la chica se da cuenta de que la pillamos, por lo que sus mejillas se ponen muy rojas. Ryan pasa de nuevo su vista a mí y alzo mis cejas. 

—Es muy linda, pero mientras siga tomado de las manos contigo jamás se me acercará. —el guía sus ojos a nuestras uniones. 

Rio y Ryan lo mismo. Retiro mis manos de las de él. 

—Tonta, era broma. —rueda sus ojos. 

Le doy un sorbo a mi café y así acabo con el. 

—¿Por qué no buscas una novia? —interrogo tan pronto se me ocurre.  

—¿Y eso a que viene?  

—A que no tienes novia. 

—Tu tampoco tienes novio —ríe—. ¿Qué?  

—Solo es simple curiosidad —me encojo de hombros—. Hace mucho que no me dices nada sobre eso, una persona como tú no puede estar tanto tiempo sin salir con nadie.  

—Sin pareja, si. Sin salir con nadie… —hace una mueca pícara—. Yo no he dicho eso. 

—Agh, hombres —tuerzo los ojos—. ¿Y acaso no quieres pareja?  

—A ver, explícame eso de una persona como yo.   

—Bueno, una persona muy sociable, intuitiva, transparente y peculiar. 

—¿Que tengo de peculiar? 

—Que de cualquier cosa sacas conversación, tienes conocimiento en todo y te juro que, si te digo que la servilleta está arrugada, me contarás la historia de por qué la servilleta se arruga, de una manera que me parecerá interesante. 

Ryan suelta una carcajada y por alguna razón, me contagia y río un poco. 

—Eso no tiene ningún sentido.  

—Solo era un ejemplo, torpe. 

—Dime más, me subes el ego. —ríe. 

De acuerdooo. 

—Tienes un temperamento rígido, por lo que te hace fácil decir lo que piensas sin importar lo que demás puedan llegar a pensar. Si te molesta que la servilleta este arrugada, dirás: ¿Por qué la maldita servilleta no puede estar lisa? Solo alísenla.  

—Tienes una obsesión con la servilleta. 

—El punto es que —me inclino—, tu y Charlie se parecen en el aspecto de que huyen de las relaciones. 

—¿Qué tiene que ver Charlie en todo esto? —alza sus manos. Sacude su cabeza luego de eso—. Yo no huyó de las relaciones. Y tampoco soy un mujeriego como Charlie. 

—Charlie no es un mujeriego. 

—De acuerdo, promiscuo. ¿Te suena mejor?  

—No te desvíes —le advierto—. Él nunca ha tenido una novia. Nunca. En cambio, tú sí y bueno, de un tiempo para acá pareciera que huyes de las chicas. 

—Porque no estoy interesado en estar en una relación. 

—¿Por qué? 

Rueda sus ojos con exasperación, pero yo no desisto. 

—¿Por qué tú nunca has tenido novio? —eleva una ceja. 

—No desvíes... 

—¿Por qué te cierras al amor, pero a la vez quieres tener una pareja? 

—Ryan. 

—Aliyah. —me imita. 

—No hay razón—miento. 

—Lo mismo digo. Simplemente no quiero estar en una relación. 

Presiono mis labios al ver cómo Ryan no pretende contestar mi curiosidad. Su actitud no me convence, sé que me oculta algo y desde que fuimos al vidente y él le dijo que habría alguien que lo haría dudar, alguien que lleva mucho tiempo en su vida; no sé por qué, pero algo me dice que se refería al alguien en el aspecto amoroso. 


*** 

Jueves. 10 de noviembre, 2011. 
 




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