Sigo a Yaria fuera de la habitación para seguirla hacia donde Thorat está acostado, rodeado de una neblina rosa que es absorbida por ella, quien luego se encarga de dejarlo cómodo para que descanse. Lo cierto es que estarla viendo dándole atenciones a otro me desagrada en demasía, pero entiendo que es parte de su trabajo, al menos por ahora. En cuanto la veo salir, me hago a un lado, observando su espalada recta y con una energía renovada mientras grita feliz.
Supongo que a ella tambien siente felicidad y tranquilidad por su conexión con Gen, aunque apenas esté empezando.
Al confirmar que todo está bien vuelvo a la habitación donde están mis amigos.
—¿Confirmaste que el chico está bien? —Pregunta Waldred apenas atravieso la puerta de la habitación que nos prestó la dueña del local, sin soltar la mano de Genevive que duerme plácidamente con una sonrisa en el rostro.
—Está bien, acabo de verlo. —Respondo tranquilo, pues sé que Genevive no está en peligro y me siento feliz porque mi mate vendrá con nosotros al castillo.
Respiro profundo todavía sintiendo su aroma de madera y eucalipto en mi por lo cerca que estuvimos uno del otro. Aunque admito que me entristece que ella todavía no se percate de que soy su mate, me calma saber que todavía espera por mí. Me preocupa mucho saber que ella heredó las marcas de todos los pecados, pues no me gustaría que nadie se le acercara y se aproveche de esto y me la arrebate, pero no la subestimo porque se ha mantenido hasta ahora a pesar del ambiente que la rodea.
—Te ves demasiado feliz para saber que estarás atado a alguien tan inestable. —Dice Waldred con ánimos de molestarme.
Karam está tranquilo, no solo se siente feliz por tener a nuestra mate cerca, sino que tambien está contento porque siente que Genevive está descansando de verdad.
“Nuestra mate es muy lista. Hizo dormir a Genevive de una forma muy manipuladora”. Comenta divertido en mi mente mientras sus colas se mueven juguetonas. “Estoy seguro de que estamos haciendo lo correcto, si la tenemos cerca, será más fácil para nosotros”
“Veo que tienes todo planeado, zorro astuto”
Lo siento reírse mientras cierra el link entre nosotros.
Waldred, al ver que no nos puede molestar, suspira rendido y se acuesta junto a Gen con la intención de dormir, pero siento que todavía siente temor por lo que va a pasar.
—Hey, —llamo su atención —, yo estaré ahí. Nada malo pasará mientras estemos juntos.
—Lo sé, pero no puedo dejar de temer, ni siquiera cuando siento que algo está por pasar. —Suspira aferrándose al cuerpo de Genevive como un salvavidas —. No quiero que se aleje.
—No lo hará, eso lo sé mejor que nadie. Además, ¿qué hay de malo con los cambios? Esos están ahí para ayudarnos. —Pongo mi mano en su hombro, pero escucho su respiración ser suave dándome la señal de que se ha quedado dormido —. Claro, ahora ignora mis consejos y palabras de ánimos.
“Es que son muy aburridos para tomarlos en cuenta”. Se burla Karam, pero lo ignoro olímpicamente.
Salgo de la habitación dejando que ambos descansen, encontrando fuera de la puerta a una sorprendida Yaira que viene con una bandeja llena de comida y bebidas para dos personas. Mi curiosidad por su presencia debe estar grabada en mi rostro, pues su sorpresa por mi salida repentina queda a segundo plano y cambia su expresión por una sonrisa profesional.
—Venía a traer un bocadillo de media noche para usted y el príncipe Alfa. —Dice educada, manteniendo su profesionalidad.
Me cruzo de brazos viéndola fijamente, grabándome cada sección de su rostro para mi propio disfrute. Ella ladea la cabeza con curiosidad, probablemente preguntándose qué me pasa.
“Es que es imposible no disfrutar de su belleza”. Habla Karam, soltando un gañido de placer junto con un ronroneo suave.
Disimulo lo que siento con suave carraspeo y veo sus ojos.
—Yaira, a partir de ahora vamos a trabajar juntos, así que puedes llamarme por mi nombre en privado. No es necesario tener el aura profesional mientras estemos solos. —Digo con tranquilidad, pero su sonrisa astuta y encantadora sale a relucir.
—Está bien, Jurat. —Dice suave cada silaba de mi nombre, y debo admitir que se sintió bien escucharlo —. No sabía que eras de los que le gusta dejar todo en secreto. —Cubre su boca con la mano mientras finge una expresión de sorpresa —. Que niño tan tremendo.
Los colores se acumulan en mi rostro por lo que acaba de insinuar, causando que una divertida carcajada salga de su pecho, dándome cuenta de que solo estaba bromeando.
—Solo intento que no sea incómodo para ti y me sales con una broma de este tipo. —Digo apenado, pero mentiría si dijera que no me gusta escucharla reír.
—Lo sé, gracias por tu amabilidad. —Dice tranquila mientras no deja de sonreír —. Por lo que veo, la pareja está dormida, estar parados en la puerta en medio del pasillo les estorbaría a los demás clientes y está comida no se puede despreciar. ¿Qué te parece si me acompañas a comer?
—Claro, por que no. De hecho, siento que muero de hambre. —Digo tranquilo siguiéndola de cerca, en un silencio cómodo que se interrumpe de a poco por sus suaves y seguras pisadas —. Tengo curiosidad por algo. —Hablo cuando ella abre una puerta para dejarme entrar primero en una habitación cerca de la de mis amigos.
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Editado: 27.11.2024