Capitulo 16:"El símbolo del ave (parte 4/4)"

Tomé el teléfono y me dirigí hacia la entrada de la estación.

Loa atendió luego de un rato.

—¿Has averiguado algo?— preguntó Loa.

—Eso mismo iba a preguntar, creí que tal vez habías llegado a recordar algo.

Suspire con decepción.

—Todo lo que sé, es que tiene una hija llamada Alya, es su única hija y lo más probable es que ella sea la de la boda.

Loa se silenció un momento.

—Loa, ¿estás ahí?

—Por eso seguía reclamando del porqué iba a casarme.

—¿Qué?— indagué desconcertado.

—No le había dado importancia porque con lo ebrio que estaba no sabía lo que decía, pero recuerdo que me decía, "Alya, no debes casarte, ¿por qué vas a casarte?, ¿dejarás solo a tu padre?

—No hay dudas de que será su boda y es probable que el señor Bech sea el causante del accidente.

—Pero en el sueño, un camión que cargaba tanques de gas era el detonante del accidente.

—Algo no cuadra, ¿qué ocurre antes?

—No lo sé, solo vi las escenas de la boda y el accidente cuando estaba a punto de ocurrir.

—Es extraño, ¿por qué verías al señor Bech en las escenas anteriores y luego un accidente provocado por alguien al azar?

—Definitivamente hay algo que nos estamos perdiendo.

—Si, también lo creo, por el momento seguiré buscando información, si el accidente ocurre en Beazley, nuestro tiempo es limitado.

—¿Beazley?

—Es la ciudad natal del señor Bech, no estoy seguro acerca de Alya, pero si ocurre allí, nuestras posibilidades son limitadas, de todos modos te veré en un rato.

—De acuerdo.

Colgué el teléfono y nuevamente entré en la oficina.

Esta vez busqué a Alya Bech.

_Nombre: Alya Bech

_Fecha de nacimiento: 28 de junio 1991

_Lugar de nacimiento: Beazley, Saint Louis

_No consta de antecedentes penales

Su lugar de residencia actual seguía siendo Beazley pero nada me aseguraba que allí se realizaría la boda.

Suspire frustrado. La boda podría realizarse en cualquier parte del pais y yo no tengo la forma de saberlo.

El horario de trabajo había terminado y debía alistarme para ir a cenar a lo de Loa.

Solo nos queda un día para salvarlos.

...

—¿Te trae recuerdos el estar aquí?— preguntó Loa divertida al verme frente a su puerta.

—¿Por qué?, ¿quieres revivirlos?, ¡con gusto te llevaré detenida!

Ambos reímos.

—Pasa y siéntete cómodo, la cena estará lista en momentos.

Me senté en la mesa ubicada en la sala.

—¿Necesitas ayuda con algo?

—No te preocupes, está todo listo.

El televisor se encontraba encendido de fondo. El programa de la conductora Cas acababa de comenzar.

—¿Comenzaste a verlo?— pregunté en referencia al programa.

Loa se encontraba en la cocina terminando la cena.

—No podía verlo en el café porque siempre estaba ocupada durante la emisión, pero con el cambio de horario puedo verlo tranquilamente así que comencé a verlo, y por alguna razón me tranquiliza hacerlo.

Loa trajo la cena a la mesa y nos dispusimos a comer.

—Nos queda poco tiempo— comentó Loa en tono bajo.

Deje los cubiertos a un lado.

—Lo sé— respondí en una disculpa.

—¿Crees que logremos evitarlo?

—Haremos todo lo posible— aseguré.

"Regresaremos después de la pausa con más Secretos Verdaderos"

—La señora Cas lo está haciendo realmente bien— comenté.

Loa asintió con una sonrisa.

—Es un alivio— respondió.

"Red Park, un lugar para pasar un día único en familia, con amigos, con la persona que desees. Red Park es un lugar donde estarás acompañado de un hermoso paisaje rodeado de árboles, montañas y un acogedor lago... Red Park, Beazley"

Loa alzó la vista y puso atención a la publicidad.

Se quedó inmóvil por unos segundos.

—¿Por qué se me hace tan familiar?— preguntó casi inaudible.

—Loa, Beazley es donde reside Bech actualmente.

Ella me observó.

—¡Claro, allí es dónde se realizará la boda!

_______Flashback_______

"Hay una estancia con árboles a lo largo de la entrada del parque "Red Park"

______FinFlashback______

—¿Estás segura?

—Si, ¡acabo de recordarlo en mis sueños!

Me levanté rápidamente y tomé mi teléfono.

Debía llamar a mi padre.

Él atendió después de un tiempo.

—Aryan, ¿pasó algo?

—Ni que te llamará cada vez que ocurre algo.

—Si lo haces— regañó.

—Bien, escúchame, necesito tomar el día libre mañana.

—Aryan, apenas regresaste a trabajar, sabes que estás penado sin días libres.

—Lo sé, pero es realmente importante, debo ir a Beazley y va a tomar todo el día.

—¿Beazley?, ¿por qué debes ir allí?

—No puedo explicártelo ahora mismo, solo necesito que me des el permiso.

—No puedo dártelo, Canek se acaba de reportar enfermo por lo que deberás cubrirlo mañana.

—¿Canek está enfermó?

—Sí, sabes que hemos enviado a nuestros oficiales a otras estaciones y no tenemos suficiente personal.

—Padre, en serio lo necesito, juro que voy a agradecértelo toda la vida.

—Aryan, esta vez no puedo.

—¿Qué pasa si realmente no estoy en condiciones de ir a trabajar?

—¡Aryan Frago, ya no eres un niño!— se molestó.

—Lo sé, pero es realmente importante, te lo ruego.

—Si no quieres tener días libres por los próximos tres meses y deseas un recorte de salario, hazlo.

—¡Gracias, eres el mejor!

—Si claro, espero que no sea un plan de ambos o tú y Canek estarán en problemas.

Colgó el teléfono y regresé a la mesa.

—Debo salir ahora si quiero llegar a tiempo.

—Déjame ir contigo— pidió Loa.

—Puede ser peligroso, no quiero que estés allí.

—No dejaré que vayas solo.

Pensé por unos segundos.

—De acuerdo, primero pasaré por la estación.

Loa asintió y yo me levanté para dirigirme hacia el auto y manejar hacia la estación.

Al llegar me dirigí hacia mi oficina y tomé la foto del señor Bech adjuntado a su expediente.

Salí de la estación y subí nuevamente a mi coche.

—Iré contigo— avisó Canek al entrar al asiento del copiloto.

Lo observé sorprendido.

—¿Cómo sabías que vendría aquí?

—¿Olvidaste que soy un hacker informático?

Lo observé aún más sorprendido.

—¿Me rastreaste con mi teléfono?

—Algo mucho mejor dijo levantando una ceja.

Hizo un gesto para que me acercara a él.

Me acerque lo suficiente a él como para no verse extraño.

Él se giró hacia mi oído.

—Te he oído hablar con tu padre— se burló.

Me alejé de él.

—Y como eres tan predecible, te esperé porque sabía que vendrías.

—Realmente eres muy extraño, ¿lo sabías?

—Me lo dicen todo el tiempo, de todas forma, iré detrás de ti.

—¿Por qué me ayudas?

—Primero porque claramente me necesitas y soy fundamental.

—Que humildad— respondí irónico.

—Segundo, si es verdad lo que dices, quiero comprobarlo por mi mismo y tercero, sabes que cuando alguien está en peligro no puedo simplemente ignorarlo, debo salvarlo.

—Gracias, en serio lo agradezco.

—No te pongas cursi y salgamos pronto que tenemos un largo viaje.

—Pero, ¿tú no estabas enfermo?

—No es nada, no te preocupes.

Asentí.

—Primero debemos pasar a buscar a la escritora loca— sacudí mi cabeza— Quise decir a Loa.

Canek formó una sonrisa burlona.

—Que conste que tú lo dijiste— se burló.

Al llegar al departamento de Loa, avisé a Canek que iría en busca de ella y luego nos marcharíamos.

—Alguien vendrá con nosotros— avisé a Loa.

—¿Quién?

—Un compañero de la estación, pero no te preocupes, podemos confiar en él, ha sido de mucha ayuda en los casos anteriores.

—¿Le has contado acerca de mis sueños?

Asentí.

—Sabes que no es algo fácil de procesar en el primer instante, pero una vez que compruebe que en verdad eres capaz de visualizar futuros crímenes a través de tus sueños, va a creer en nosotros.

Loa asintió.

—Si confías en él, entonces supongo que yo también debo hacerlo— sonrió.

Nos subimos al coche, ubicamos la dirección en el GPS y comenzamos el viaje rumbo a Beazley.

....

Luego de cuatro horas de viaje, decidimos hacer una pausa para descansar un rato.

—Mi cuerpo tomó la forma del asiento— se quejó Canek estirándose.

Se acercó a nosotros.

—Canek, ella es...—me interrumpió.

—La escritora loca, un gusto— estiró su mano hacia loa— Soy Canek— Loa lo observó con desconcierto.

—¿Escritora loca?— preguntó ella tomando la mano de Canek.

—No le hagas caso, te dije que puede ser extraño a veces— intervine.

—No es nada—"bromeó" Canek— Muero de hambre, vayamos a comprar algo.

Canek se dirigió hacia la tienda de conveniencia.

—Bien, te escucho— dijo Loa en referencia a lo que había dicho Canek.

—Voy a matarlo— dije en un susurro— Solo fue algo que dije el día que habías sido detenida, Kaein dijo que tal vez habías dicho eso porque era parte de tu nuevo escrito, ¿a qué otra conclusión coherente podía llegar si no fuera a la locura?— me defendí.

—Solo por esta vez voy a dejarlo pasar, la próxima eres hombre muerto— advirtió.

Yo reí en respuesta.

—¿Te estás riendo?— se molestó.

—Lo siento, sé que se supone que estás advirtiéndome, pero ¿por qué te ves tierna?— dije entre risas.

Loa levantó una ceja.

—Tierna, mi trasero, vamonos.

Entramos en la tienda y tomamos algunas cosas para comer.

Después de una hora de descanso, regresamos al viaje.

Otras dos horas nos esperaban.

...

Una gran fila de árboles nos daban la bienvenida y en medio de ella, un gran letrero "Red Park".

Observé el reloj.

04:00 a.m

Nos acercamos hacia la entrada del parque.

Canek y yo mostramos nuestras placas policiales a los guardias de la entrada.

—Hay algo que debemos comprobar— informó Canek.

Los guardias asintieron y nos abrieron paso.

Al entrar, un camino de árboles a sus lados nos guiaban hacia el patio principal del parque.

Comenzamos a oír voces de festejos y música.

Los invitados bailaban alegremente.

Saqué la foto del Señor Bech del bolsillo de mi pantalón.

—Canek ya lo reconoce, pero si tú no puedes recordarlo, aquí está la foto de él— dije a Loa.

—Créeme que recuerdo su rostro, tú llévala, no creo que lo recuerdes.

Asentí y tomé mi teléfono.

Busqué la foto de Alya en mi teléfono.

—Bien, ella es Alya— les mostré la foto— Es mejor si encontramos al señor Bech primero, pero si ven a Alya no duden en avisar a