Premoniciones: M.O.R. [#1] [completa]

“Capítulo 17: "El símbolo del ave" (Epílogo)”

—¡Canek!— grité en un desespero— ¡Canek!

Me levanté rápidamente del suelo. Entre el fuego y la humareda continué en busca de Canek, mientras que Loa venía detrás de mí.

A medida que avanzaba comencé a notar que varios vehículos fueron alcanzados por la explosión y habían colisionado entre sí.

—¿Se encuentra bien?— pregunté a una joven que fue afectada por el accidente.

—Mi pierna se ha quedado atrapada— respondió con notable dolencia.

—Bien, guarde la calma, pronto vendrá la ambulancia y los bomberos.

La joven asintió.

Continúe avanzando hasta que el fuego impidió que continuara.

Se había esparcido a lo ancho de la carretera.

—¡Canek!— grité nuevamente.

Luego de una hora, los bomberos estaban terminando de apagar el incendio y la policía había restringido la zona de la explosión.

Las ambulancias estaban trasladando a los heridos y aún no había noticias de Canek.

Comencé a buscar entre los heridos, pero fue en vano.

Me paralicé cuando los bomberos terminaron de apagar el incendio

El coche de Canek había quedado atrapado en el fuego.

Me desplomé en el suelo.

Su coche estaba totalmente carbonizado.

Mis ojos se cristalizaron y Loa me contuvo en sus brazos.

Me levanté y me acerqué hasta una de las ambulancias.

—Estoy buscando a alguien, necesito saber si está bien— dije con la voz entrecortada.

—Primero verifiqué entre los fallecidos y si no, diríjase al hospital "Phyuk".

—¿Dónde está el hospital?

—Está a media hora de aquí... Verifique primero y si no se encuentra allí, lo llevaremos hasta allí.

Asentí.

—Voy a revisar los cuerpos de los fallecidos— avisé a Loa con dificultad en mis palabras.

—Iré contigo.

Nos acercamos hasta donde estaban apartados los cuerpos de los fallecidos.

Canek no estaba allí y un alivio me recorrió todo el cuerpo aunque aún no sabía que estaba pasando.

Por otro lado Loa se había quedado estupefacta mientras observaba dos de los cuerpos.

—¿Quiénes son?— pregunté al acercarme hacia ella.

—La pareja de mi primer sueño— respondió inmóvil.

______FLASHBACK_____

"La boda había llegado a su fin y todo el mundo se va a casa.

Hay un vehículo y dentro una pareja.

Al volante se encuentra un hombre y a su lado, una joven..."

_____FINFLASHBACK_____

—Creí que nunca volverían a estar en peligro, si tan solo hubiéramos llegado a tiempo. Es mi culpa, debí haber descubierto antes que se trataba de Red Park—se culpó.

—Loa, hicimos todo lo que pudimos y no había más nada que pudiéramos hacer... No es culpa de nadie, menos tuya, que gracias a ti salvamos a aquellas personas, esta vez no pudimos y lo siento mucho, pero hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance.

Loa asintió.

—Debemos encontrar a Canek, ve tú con la ambulancia, yo los seguiré detrás en tu auto.

—¿Estás bien?— pregunté.

Loa asintió nuevamente.

—Canek es nuestra prioridad ahora.

Subí a la ambulancia y nos dirigimos hacia el hospital.

Al llegar esperé a Loa mientras aparcaba el auto.

—Dirígete a la guardia, allí es donde están todos los afectados del accidente, dile el nombre que buscas, si es más grave te derivaran a la sala de emergencias— dijo el camillero.

—Gracias.

Me acerqué hacia Loa que venía a mi encuentro.

—Debemos averiguar si está en la sala de guardia o en emergencias.

—Iré a la sala de emergencias, tú pregunta en la guardia.

Asentí y me dirigí hacia la guardia.

Al llegar me acerqué hacia la recepción.

—Disculpe, estoy buscando a Canek Visier, tal vez vino en uno de los traslados del accidente en Red Park.

—Dame un momento— pidió la recepcionista y tecleó en su computador.

Observé la sala de guardia. Era un total caos, Cada vez más heridos llegaban desde el accidente.

—No se encuentra registrado ningún Canek Visier— pidió.

—¿Puedes intentar con otro nombre?— pedí.

Ella asintió.

—Ossian Bech.

—Un momento— nuevamente tecleó en su computador— Se encuentra en la sala de emergencias en estos momentos.

—Gracias— dije rápidamente y me dirigí hacia la sala de emergencias.

En el camino intenté llamar nuevamente a Canek, pero su teléfono se encontraba apagado.

Encontré a Loa frente a la recepción de emergencias.

—No hay registros de Canek— avisó Loa.

—¿Puedes intentar con Ossian Bech?— pedí al recepcionista.

—Deme un momento.

—Tampoco está registrado en la guardia— comenté a Loa.

—Es extraño.

—El paciente Ossian Bech está en la sala de operaciones.

—¿Sala de operaciones?, ¿por qué?

—Ha sufrido una hemorragia interna.

—De acuerdo, gracias— suspire frustrado.

—Vamos hasta la sala de operaciones, debemos notificarle a Alya.

—¿Qué hay de Canek?

—Eso es lo que me está volviendo loco.

—¿Y si aún no ha sido traído al hospital?

—Su auto estaba allí, tendría que haber sido uno de los primeros en llegar.

—Tú ve a la sala de operaciones, yo me quedaré en la sala de emergencias y comprobaré la guardia para estar seguros.

Asentí y me dirigí hacia la sala de operaciones.

Allí estaba sentado en la sala de espera y un alivio recorrió todo mi cuerpo.

Y largué un gran suspiro.

—¡Oye, Canek!— grité y me acerqué hacia él.

—Aryan, lo siento, no podía avisarte— se levantó del asiento a mi llegada.

Lo abracé y la tranquilidad volvió a mí.

—¿Pasó algo?— preguntó.

Me separé de él.

—¿Sabes lo preocupados que estábamos?, ¡tu auto estaba totalmente carbonizado!, creí que...

—Lo siento, estaba centrado en salvar al señor Bech que mi teléfono cayó en la carretera.

Tomé asiento y tomé la cabeza entre mis manos. Canek tomó asiento a mi lado.

—No pudimos salvarlos— me lamenté.

Canek dio unos golpecitos de consuelo en mi hombro.

—Lo siento— respondió él.

Saqué las manos de mi rostro.

—Pero estás bien y eso es lo que importa, ¿qué hay del Señor Bech?

—Ha sufrido una hemorragia interna debido a la colisión por lo que fue ingresado de urgencias hace unos treinta minutos, ¿y Loa?

—Oh, olvide avisarle, se encuentra en la sala de emergencias por si te encontrabas allí, le avisaré que estás bien, enseguida vuelvo.

Me levanté y unos pasos después, oí a Canek llamándome y me giré hacia él.

—Aryan... Siento haberlos preocupado— se disculpó.

—Es un alivio que estés bien— respondí con una sonrisa.

Fui en busca de Loa, no se encontraba en la sala de emergencias por lo que me dirigí hacia la guardia, pero pude observarla sentada en uno de los bancos del patio delantero.

Me acerqué hacia ella y oí unos sollozos de su parte.

Me sentí mal por ella, podía imaginar lo frustrada, enojada y triste que debía sentirse en estos momentos.

Me senté a su lado y la envolví entre mis brazos.

—Está bien, llora, así vas a sentirte mejor.

Su llanto se volvió más audible y permanecimos así hasta que logró calmarse de a poco y nos separamos. Limpié sus lágrimas con las yemas de mis dedos.

—Canek se encuentra bien— dije finalmente.

Ella cerró y abrió sus ojos en señal de alivio.

—Debemos esperar los resultados de la operación del Señor Bech, luego podremos ir a casa.

Ella asintió y nos dirigimos hacia la sala de espera.

Loa y Canek se regalaron una sonrisa al verse.

—Que alivio que estés bien— dijo Loa en tono bajo.

—Siento haberlos preocupado— volvió a disculparse.

—No te preocupes.

Luego de media hora de esperar, el doctor había salido del quirófano.

—La operación ha sido exitosa, lo trasladaremos a la sala de recuperación.

Suspiramos aliviados.

—Se lo agradezco— respondió Canek.

—El paciente contaba con un alto contenido de alcohol en el cuerpo por lo que tiene prohibido cualquier tipo de alcohol hasta lograr una completa recuperación.

—De acuerdo, gracias nuevamente.

El doctor hizo una pequeña reverencia y se retiró.

—Tendremos que procesarlo luego de que le den el alta— dijo Canek.

Asentí.

En ese momento, unos hombres se acercaron a nosotros y nos mostraron sus placas de detectives.

—¿Familiares del Señor Bech?— preguntó uno de ellos.

—¿Qué ocurre?— interrogó Visier.

—Nos llevaremos detenidos al señor Bech.

—El departamento de Bowen en BA se hará cargo— avisé y mostré la placa policial.

—Este caso pertenece a nuestro departamento— respondió otro de ellos.

—Él es ciudadano de BA, por lo que será procesado allí.

—Lo que importa es donde ocurrió el hecho, si son detectives deberían saberlo.

Suspiré frustrado.

—Primero nos comunicaremos con su guardián— avisé.

Salí al patio del hospital y llamé a Alya.

Ella atendió luego de unos cuantos tipidos.

—¿Hola?— se oyó del otro lado del teléfono.

—Señorita Bech, soy el agente Aryan Frago, necesito que venga al hospital Phyuk, en el área de recuperación.

—¿Qué pasó?— preguntó con preocupación.

—Necesito que me escuche con atención. Ha ocurrido un accidente en la ruta 23 camino a BA y el señor Bech ha quedado involucrado en él y sufrió una hemorragia interna, en estos momentos acaba de salir de la sala de operaciones y va a ser trasladado a la sala de recuperación.

—¿Se encuentra bien?— dijo con la voz solloza.

—La operación ha sido exitosa, pero debemos hablar con usted, hay varias cosas que necesitamos decirle.

—Iré lo más pronto posible.

Luego de finalizar la llamada, regresé.

—Ella vendrá en unos momentos— avisé— Por cierto, ¿cómo sabían que el señor Bech fue el causante?

—Hemos recibido una llamada del centro de CCTV acerca de un vehículo sospechoso, luego del accidente y de corroborar las cámaras de seguridad, hemos sido notificados de que el dueño del vehículo sospechoso ha sido trasladado de urgencias aquí... Si no lo hubieses sacado del vehículo, no habría sobrevivido— se dirigió a Canek.

—¿Si no lo hubiese sacado?— pregunté desconcertado.

—Luego hablaremos de eso, ahora lo que importa es la salud del Señor Bech.

Asentí.

En esos momentos, las puertas del quirófano se abrieron y el Señor Bech fue trasladado a la sala de recuperación.

—Esperaremos por la señorita Bech, pueden acompañarlo primero a la sala de recuperación, iremos en cuanto ella venga— avisé a los detectives.

Ellos asintieron y acompañaron al Señor Bech.

La señorita Bech llegó casi una hora después.

—¿Dónde está mi padre?— interrogó al vernos.

—Ha sido llevado a la sala de recuperación... Antes de que lo veas, necesito que hablemos de algunas cosas.

Ella asintió.

Nos dirigimos hacia el jardín del hospital y nos sentamos en los bancos más cercanos.

—Como ya sabe, somos detectives que venimos desde BA en busca de su padre porque tenía una causa pendiente en su contra y debíamos detenerlo, supimos que vendría aquí y lo seguimos— mentí.

Canek y Loa me dieron una mirada rápida.

—Su padre será detenido por el accidente ocurrido en Red Park.... Al salir de su boda, el Señor Bech contaba con gran cantidad de alcohol.

—¿Causó el accidente?— preguntó ella con sus ojos cristalizados.

Asentí.

—Todavía no sabemos bien cómo ocurrieron los hechos, pero él fue el principal causante.

Las lágrimas comenzaron a caer por su mejilla.

Al verla Loa se levantó y se alejó de nosotros.

Canek me observó.

—Ve con ella, yo hablaré con la Señorita Bech— pedí.

Él asintió y fue tras Loa.

—Queremos hacernos cargo del caso, pero la policía local se enteró acerca de esto e intervino... El caso les corresponde a su departamento, pero si lo deseas podemos llevarlo nuevamente a BA y encargarnos de él allí.

—Debí haberlo cuidado— se lamentó.

—Puedes remediar eso, pero depende de ti, dejaré que lo pienses y cuando estés lista, nos comunicas, estaremos del otro lado.

Le di un suave golpe de consuelo en su hombro y me levanté del asiento.

Me dirigí hacia donde se encontraban Loa y Canek.

Loa aún estaba desanimada.

—¿Te encuentras bien?— pregunté a Loa.

—Si, no te preocupes, es solo que verla así fue un poco sofocante. Hubiera deseado que tenga una boda inolvidable, pero no a causa de esto— respondió en tono bajo.

—Sé que no es de mucha ayuda, pero lo positivo es que estoy seguro de que la señorita Fox este a su lado y cuide del Señor Bech, pero por sobre todo pudimos salvarlo, bueno Canek pudo salvarlo.

—El dueño del camión con cargamento también se encuentra bien— avisó Canek.

—¿Qué ocurrió?— preguntó Loa.

Canek se sentó en uno de los bancos.

—Cuando recibí el mensaje con la patente, había visto un vehículo que tenía escrito el nombre de Alya. Cuando intente adelantarme hacia el señor Bech, ya era demasiado tarde. El señor Bech había perdido el equilibrio y el camión no podía frenar. Se comenzaron a oír fuertes bocinazos, los frenos no le funcionaban y volcó... el fuego no tardó en propagarse. Pude pasar con el coche por un espacio abierto y logré sacar al dueño del camión, llamé a la ambulancia, supongo que fue allí cuando mi teléfono cayó y una vez que logré sacarlo me dirigí hacia el señor Bech, también pude sacarlo mientras que una colisión se había formado. La ambulancia había llegado y me dirigí hacia el hospital con el señor Bech y el dueño del camión... No había nada más que podía hacer— me disculpé— Supe después lo de la explosión.

—Hiciste lo que pudiste— consolé con un golpecito en el hombro.

—¿Y si es un efecto rebote?— preguntó Loa preocupada.

—¿Qué quieres decir?— pregunté.

—La primera vez no pude salvar a la pareja porque no entendía lo que estaba ocurriendo y nuevamente volví a soñar con ellos, solo que esta vez no sabía que se trataba de la pareja de mi primer sueño, como si se tratara de un efecto rebote hasta que logre salvarlos.

—¿Quién fue tu segundo sueño?— pregunté.

—Mila, luego Keb, la señorita Cas y ahora el señor Bech.

—Pudiste salvarlos por lo que tendría sentido, pero no pensemos en eso.

En esos momentos Alya se acercó hacia nosotros.

—Voy a cuidar de el aquí, no he estado para él antes, pero quiero estarlo ahora y recuperar el tiempo que hemos estado alejados, nunca debí haber permitido que se marchara y soportara todo por sí solo... Agradezco que hayan cuidado de él.

Asentimos.

—Realmente necesita de usted y espero que el día que lo volvamos a ver sea totalmente sobrio y con su hija a su lado— dijo Loa.

—Tenlo por seguro— respondió Alya con una sonrisa.

Nos despedimos de Alya y emprendimos viaje de regreso a BA.



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En el texto hay: asesinatos, premoniciones, crimenes y asesinatos

Editado: 02.05.2023

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