Hannah
Un mes paso y a Ethan no lo había mirado, una muchacha traía mis comidas diariamente. El cuarto me estaba empezando a desesperar, no hacía nada más que caminar hasta donde la cadena llegara y dibujar en un cuaderno.
Estaba feliz por no ver al montruo, triste y destrozada por Harry, enojada con la muchacha ya que no hablaba conmigo, se hacía la sorda cuando le preguntaba por Ethan o cualquier otra cosa.
Deje de dibujar y cerré el cuaderno, resoplé frustrada y me acosté por completo en la cama, últimamente tenía mucho sueño y me sentía cansada.
Pero al ser obvio que no hago nada este cansancio que tengo es mental.
- ¿Hannah? - tan solo escucharlo hace que mi cuerpo tiemble, no tenía ganas de fingir así que hice un ruidito con la garganta para que supera que estaba despierta - Levántate amor.
Y capte la orden con pereza, me hizo una señal para que me acercara a él y así lo hice. Cuando estuve frente a él tomó mi rostro y beso mis labios, un beso necesitado y cargado de desesperación.
- Te he echado mucho de menos - no dejaba de besarme y ya me sentia asqueada - No quiero pasar ni un segundo de mi vida sin ti.
Me quede confundida y mi respiración se corto cuando sentí algo rozar mi dedo anular de la mano izquierda. Tome el valor de separarme de sus labios y ver mi mano, esta tenía un anillo de plata con un zafiro pequeño en el medio.
Mis pensamientos empezaron a jugar conmigo y empecé a negar, quise sacármelo pero no me dejo.
- ¿Qué crees que haces?, no puedes quitártelo - dijo serio y apretó mi muñeca ligeramente - Nos vamos a casar mañana.
No quería creerlo, retrocedí y comencé a negar. Casarme significa atarme hasta mi último respiro con él y no quiero hacerlo. Las lágrimas se hicieron presentes y con ellas el nudo en mi estomago.
- ¡Te estoy hablando! - me sobresaltó ante su grito y tapo mis oídos, volteo hacia él y este pasa su mano por su largo cabello - El vestido lo he elegido yo.
Hablaba y lo miraba estando en shock, quito la cadena de mi pie junto con el pedazo de tela para que no me hiciera marca. Sobó la zona y se incorporó, tomó mi mano y me llevo fuera de la habitación. El aire es diferente, aquí está más fresco y agradable.
Pasamos a otro cuarto, me he dado cuenta que está no es la casa de mis padres. ¿Dónde estaremos?
- ¿Te gusta? - vuelve a sacarme del trance y me concentro...el vestido está hermoso, me acerco y lo acaricio.
- Es hermoso - susurro y logró ver de reojo su sonrisa, tiene buen gusto en ropa. Claro aquí el experto en moda es James.
- Bueno, ¿Quieres probártelo? - en cuanto dijo eso asentí frenéticamente, no quiero casarme pero me ha quedado claro que mi opinión no vale. Así que solo queda resignarme - Date un baño primero, hueles mal.
Lo miro asombrada y ¿triste?, no se la razón de porque sentí eso ante sus palabras. Ya no conteste nada y entre al baño, me di uno rápido pero tallando bien mi cuerpo y pelo. Rico aroma a galletas.
- Aquí dejare lo único que te pondrás.
Asiento y sale del baño dejando la puerta abierta, no la cierro por miedo y me pongo a secarme el cuerpo, miro hacia dónde puso mi ropa y quedo petrificada al solo notar lincearía de encaje blanco.
Me la pongo incomoda, no se me mira bien ya que tengo vello en las zonas donde se supone que una mujer debe estar limpia. Espero y no se moleste Ethan por esto. Enrollo una toalla seca en mi cuerpo y salgo.
- ¿Por qué la toalla? - me apunta y alza las cejas. Agacho mi vista - Ah, ya veo cuál es el problema - subí mi mirada y trago saliva al verlo frente mi - No me importa verte así, se las razones.
Toma la toalla y después quita mi mano, la suelto y cierro los ojos.
- Bueno, el vestido espera a la modelo - dice sonriente y camina hacia el, lo hago igual y quita el vestido del gancho. Me ayuda ponérmelo y lo amarra.
Me lleva al espejo de cuerpo completo que se encuentra en el armario y quedo maravillada, es blanco, estilo princesa con detalles de encaje de la cintura para arriba, largo, algo esponjoso y sin mangas.

- Se te mira bien, me gusta - se hace para atrás y me examina de pies a cabeza - Si así te miras hermosa, ya me imagino con el peinado adecuado y levemente maquillada.
Su mirada se torna brillosa, asiento para no bajarlo de su buen humor y doy una vuelta entera. Un mareo horrible se hace presente, parpadeo varias veces para que el mundo me deje de dar vueltas bajo mis pies.
Siento el vestido flojo de arriba y me doy cuenta que Ethan ya lo desabrocho, alzó un pie y luego el otro, se lo lleva y yo espero a que venga.
- Ponte esta bata, te esperan en tu cuarto para trabajar contigo - me la extiende y señala la salida, camino hasta la habitación donde estuve encerrada un mes y cuando entro veo a una muchacha.
- Hola hermosa, soy Karen - extiende su mano y por educación la estrecho - Te ayudaré a verte más hermosa - sonríe y me transmite su positividad - ¿Con qué quieres comenzar?, ¿cabello? - toma un mechón entre sus dedos - ¿Depilación?
- Depilación - digo tímida, ella asiente y camina hacia un estuche sobre la cama, saca varias cosas.
- ¿Cuál prefieres? - señala varios artículos, pero me quedo confundida - ¿Hilo?, ¿Cera? o ¿Navaja?
Estoy acostumbrada a las tres ya que James las turnaba, así que...con cera.
- Prefiero cera - la señalo y ella guarda los otros dos.
- De acuerdo, puedes quitarte la bata y acostarte en la cama - me indica y así lo hago, comienza a embarrar la cera y me remuevo poco ya que se siente raro.
Siento que pega la hoja y me mira. Asiento y aprieto las sabanas con mis puños. Ahogo un grito de dolor cuando la remueve...creo que debí escoger navaja.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.03.2020