Hannah
- Podemos hablarle a la que fue mi nana - se me vino a la mente y me gusto la idea.
Luke hizo un mueca y luego negó.
- ¿Por qué?
- La persona que te vio siendo feliz con tus padres e irradiando armonía a tu alrededor, no podrá con lo que vives ahora - ahora yo hice la cara larga, tiene razón. No quisiera que vea como vivo ahora.
- Entonces...¿Pondremos un anuncio en internet?
- Buena idea, solo deja se la comunicó a los demás - asiento y dejandolo susurrar me acomodo mejor en la cama.
Esta panza es más grande que cuando tenía a Sebas, sé que puede ser normal porque traigo tres vidas en vez de una. Sonrío ante eso y acaricio mi panza para luego poner atención a Luke.
- Pero esta embaraza, no puede sola - dice apretando la mandíbula, ya me imagino que le estará diciendo Ian.
- Vale, de acuerdo.
Se soba las sienes por unos minutos, respira hondo y se gira conmigo.
- ¿En qué quedó?
- Ian se encargará mañana, quería dejarte todo a ti pero lo convencí de que todavía no puedes y ya dijo que él se encargaría - me sonríe al final, lo imito y me acerco a él.
Lo abrazo por la cintura y pongo mi cabeza apoyada en su pecho. El igual me rodea con su brazo para al final darme un beso en la frente.
- Descansa.
Le susurro lo mismo, alzo mi cabeza para besar su barbilla y volver a la misma posición.
El calor de nuestros cuerpos se hace presente, doy un pequeño bostezo y entro al mundo de lo sueños. Estos nenes me cansan el triple.
***
Me quejo y llevo mi mano a mi vientre, andan inquietos y no dejan dormirme.
- ¿Hannah? ¿Todo bien? - otra mano se posa encima de la mía, siento otra patada y él también pudo percibirla - Se están moviendo.
Asiento, me levanto somnolienta a orinar y le resto importancia con mi mano a...quién esté conmigo porque quiso acompañarme.
- Solo quiero hacer pipi.
- De acuerdo, estaré aquí por si ocupas algo - eso ultimo tuvo que medio gritarlo, yo ya estaba sentada orinando.
Estoy en duda si sigue siendo Luke o ahora está James, porque Ian no lo es. Ni se preocuparía en levantarse.
Lavo mis manos y regreso a la habitación por el armario ya que agarre un suéter de Ethan, me queda holgado a pesar de la panza.
Tenía intenciones de salir de la habitación pero se interponen diciendo mi nombre.
- Ire con mi bebé...- deje las palabras en el aire, quería que me dijera su nombre.
- Luke.
Sonreí y salí de la habitación, se me hacía raro que no estuviera entre nosotros a estas altas horas de la noche. Revise su cuarto, estaba profundamente dormido.
Bese su cabecita y me fui de ahí, paso de largo nuestra habitación y bajo con cuidado las escaleras.
- Dejen de patear a mamá - hable bajito sobando mi panza. En momentos duele por sus movientos.
Llegando a la cocina agarro un vaso y bebo agua, regresando la jarra dentro de la nevera, me quedé viendo la bandeja pequeña con lasaña de hace unos días.
¿Quieren comida? ¿Así dejaran de patearme?
No espero respuesta y saco la comida, también el frasco de mantequilla de maní y mermelada de frambuesa. Mientras calentaba a fuego lento la lasaña comía un pan con esas dos cosas embarradas a cada lado.
Escuche la voz de mi príncipe como eco, sonreí y puse a calentar agua para hacerle un biberón.
- Y...se subió a comerme - tenía los ojitos hinchados y brillosos, Luke se lo acurruco en el hombro y acaricio su espalda.
- Ya no hay monstruos, mamá y papá te cuidan.
Me acerco a darle un beso en la cabecita, después apago la lasaña y el agua, preparo el biberón y noto que Luke se robo mi bocadillo nocturno.
- Esta bueno, nunca lo había probado juntos.
Lo miro acusadoramente y revuelvo el biberón, se le entregó y este me guiña el ojo. Saco mi lasaña del sartén para luego yo sola disfrutarla.
Terminando y con un Sebas somnoliento subimos a nuestra habitación directo a la cama, mis bebés ya no se movieron. Por fin, se han vuelto a dormir y así podré hacerlo yo también.
Bostezo y siento un beso fugaz en mi frente, Sebas se queda entre medio de nosotros y el sueño se hace presente. Mis párpados se van cerrando solos, en una de tantas parpadeadas juro a ver visto sonreír malévolo a Luke, que no sería él sino Ian.
- Duerme, mi hermosa gatita.
Susurro un "no", abrazo a Sebas y no queriendo me sumerjo en la oscuridad.
***
- Ahh
Gime en mi oído y yo suplico a quien sea que pueda escuchar mis pensamientos que se detenga. No está embistiendo fuerte para que mi intimidad me duela, pero mis brazos, piernas, cuello y boca arden horrible.
Una lagrima traicionera baja por un costado, mojando a Ian y haciendo que este ría lento macabramente. Su lengua pasa por el mismo camino que la agua salada bajo, besa mis párpados húmedos y ataca de nuevo mis labios, robando gemidos de dolor por sus succiones que hace sangrar.
- Te dije que no te resistieras, la única que pierde aquí eres tú - habla bajito con un tono de burla, empieza a aumentar el ritmo de sus embestidas haciéndome daño.
- Ian, pa-para...
- Si, eso, tartamudea gatita. Me encanta.
- Ahh
Gimo de dolor y es lo último que hago, los puntos negros se hacen presentes y con ellos los movientos frenéticos de mis bebés.
- Dulce sueños.
Con su maldita risa resonando en mis oídos y cabeza, la oscuridad vuelve a tragarme obligadamente.
- De acuerdo, gracias.
- No hay de qué, con permiso.
Mi consciencia regresa, hago una mueca por el dolor pero no me muevo ni género ruidos. Sé que me mira y también no tardará en darse cuenta que he vuelto.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.03.2020