Presa de ti ©

Capítulo 21

Me removí incomoda, algo lastimaba mi brazo y ese sonido constante. Abro los ojos, de nuevo ese sentimientos de vacío.

¿No fue una pesadilla? ¿Si estoy en un hospital y Ethan está muerto?

Me empecé alterar, los sonidos de esa odiosa máquina se hacían más fuerte. Una enfermera llego y la vi borrosa, solo identificaba su uniforme blanco.

- Debe estar tranquila, sus bebés están bien.

- ¿Dónde están? ¿Por qué no están conmigo? - la tome del brazo cuando mire sus intenciones de irse - No me deje así, por favor.

- Calmada señorita, sus bebés están en los cuneros. Siendo atendidos especialmente.

Me sonrío y se zafó de mi agarre, toque mi panza a lo que dolió. Retire la sabana despacio, notando un hilo negro que formaba una sonrisa. Me deje caer y la puerta se abre llamando mi atención.

- Hola. ¿Cómo te sientes?

- Harry ¿Qué haces aquí?

- Al parecer soy contacto de emergencia - lo mire confusa, mi contacto era Ethan - No me mires así sé que tú no fuiste, debió ser Ian.

- ¿Sabes algo de él?, dime que no está...

- Shh...no llores - se acercó a tomar mi mano y retirar mis lagrimas - Lo hemos encontrado, un joven a las orillas de la gran bahía el sur en Nueva York, herido, pero vivo. Henry fue a identificarlo y era Ethan.

Apreté su mano en reconfortación, el alivio llego a todo mi cuerpo y cerré los ojos por un momento respirando hondo.

- Quiero ver a mis bebés - lo mire suplicante, sonrío y soltó mi mano.

- Veré qué puedo hacer, ahorita regreso.

Salió y me quedé viendo al techo con lagrimas deslizando por mis costados. Está vivo, no murió, no me dejo sola. Reí levemente sorbiendo mi nariz.

- Aquí estamos, a ver creo que...- la voz de Harry me trajo de vuelta, gire la cabeza hacía la puerta.

Pasaron tres mesitas con ¿cajas? De vidrio, mis bebés adentro, chiquitos y rojos. Dos arropados y vestido con azul, mi princesa de rosa.

Me tape la boca, quería llorar de felicidad. Están conmigo ya, mucho antes de lo planeado pero están vivos igual que su padre.

- ¿Puedo cargarlos? - pregunté a la enfermera, asintió sonríete y aplastó un botón que hizo desaparecer el vidrio.

- ¿Hannah Black? - otra persona entro, un Doctor.

- Si, soy yo.

- Bien, ¿Cómo te sientes? - empezó a revisarme rápido, la enfermera le dio mi príncipe a Harry mientras abría otra caja o como se llamen.

- Bien, solo me duele el estómago, pero sé que es normal.

- Así es, hoy mismo podrás salir, claro sin tus bebés...

- ¿Qué? ¿Por qué? - lo interrumpí triste y molesta, recibí a mi princesa y de nuevo caí enamorada.

- Tus bebés fueron prematuros, les faltó dos meses para reforzarse del todo y no queremos arriesgarnos a que se les complique respirar o contraigan una enfermedad, por ahorita tus bebés son extremadamente frágiles.

- Entiendo, podría decirme los datos del parto.

- Con gusto ¿Lista? - asentí sonriendo, recibí a mi príncipe y los acerque para darles un besito en el gorro a cada uno.

- Tu parto al ser múltiple fue cesaría, deberás hacer cuarentena para aliviarte completa - asentí sin verlo, quería a mi príncipe que traía Harry - El primero fue niño, 3:30 am, 05 de septiembre del 2022, pesando 2600 gramos y midiendo 30 centímetros.

Volteaba de vez en cuando con el doctor sonríete y llena de felicidad en mi pecho. Harry pudo ponerme a mi tercer bebé encima de mí, cerré los ojos abrazándolos y escuchando al Doctor.

- Segundo, también niño, 3:31 am, 05 de septiembre del 2022, pesando 2450 gramos y midiendo 28 centímetros. Tercero, la única niña, 3:33 am, 05 de septiembre del 2022, pesando 2500 gramos y midiendo 30 centímetros.

Termino y le di las gracias, agregó que no tuvieron complicaciones, pero seguirán en observación por un mes más. Me los quitaron a los minutos, quería oponerme, Harry me convenció a soltarlos diciendo que los volverían a traer cuando les dieran de comer.

Estaba sonriente, abrazada a mí misma y con los ojos cerrados. Un grito demasiado familiar se escuchó fuera de la habitación, la puerta se abrió dejándome ver a Sebas.

- ¡Mami! - me saludo con su manita, la tome y quiso subirse - Quielo beso.

- Te cargare para que se lo des, pero no puedes quedarte con ella arriba, a mamá le duele su panza ¿Entendido amor?

- Shi.

Mi tía sonrío, lo cargo y me dio un beso en la mejilla, al momento de querer separarlo me abrazó la cabeza. Reí y le di besitos también.

- Sebas...- ese fue Harry en modo de regaño o llamando su atención que funciono bastante.

- ¡Tío! - se retorció en los brazos de mi tía y fue corriendo a abrazarlo.

- ¿Tío? ¿Hermano de Ethan? - cuestiono sin dejar de verlos.

- No, pero sí un amigo muy querido por la familia.

- Ohh, hija ¿Ya sabes algo de Ethan? - mire su incomodidad y miedo al decir esas palabras, tome su mano y la apreté.

- Si, lo encontraron a las orillas de la bahía en Nueva York, en mal estado como era probable, pero vivo.

- Esas son buenas noticias, mi niña - beso mi frente, sonríe disfrutando de este sentimiento que logre transmitirme, mi madre.

Suspiro y veo a Harry con Sebas en brazos viendo por la ventana riendo.

- ¿Ya viste a tus bebés? ¿Todo en orden?

- Si, son hermosos. Pude tenerlos a los tres en mi brazos, sentí amor, mucho amor al verlos ya conmigo.

- Me alegro por ti, aunque ya me hiciste abuela por segunda vez.

Reí levemente, es como tener a mamá conmigo. Ella diría eso...la extraño y desearía que estuviera aquí.

Los amo padres.

 

***
 


La cuarentena, fue algo dolorosa y aburrida. No me dejaban pararme los primeros días de la cama, me traían la comida arriba, lo que quisiera.

Nunca estuve sola, Jade, Alyson, los hermanos Freeman, los gemelos, mis tíos, Sebas, Harry, se turnaban. Me sentía tan feliz, llena de vida.




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