Amelie Parks 9 de setiembre de 2018
Ahora que lo veo se parece a mi padre, es alto de cabello rubio, tez blanca solo que él tiene los ojos azul claro.
— Lo siento no te recuerdo — comentó bajando la cabeza, me sentía mal por no recordarlo.
— No te preocupes eras muy pequeña cuando te fuiste, ¿Qué tenías 12 años? — Me limité a asentir, y el me sonrió. — Bien, vamos al auto — yo solo lo seguí hasta un auto rojo.
— Que lindo auto — él me sonrió.
— Lo se, mi bebé es todo una belleza igual que yo — dijo guiñándole el ojo a unas chicas. Tenía una personalidad extrovertida y un gran ego.
— Si claro, como no y los cerdos vuelan — me reí y él también.
El viaje a casa de mis abuelos fue divertido, hablamos de la familia y escuchamos un poco de música mientras cantábamos, fue divertido sin duda.
— Ya vamos a llegar — dijo, solo asentí. — Preparada para conocer a los locos detrás de ese portón — comentó con diversión en su voz.
— Claro — estaba nerviosa y tenía la garganta seca.
— No estés nerviosa, todo va a estar bien — me sonrió.
El portón se abrió y había una casa grande, bueno en realidad una mansión grande. Derek aparco y yo me baje del auto.
— Adelante pasa, en un minuto voy — me hizo señas con las manos mientras iba a hablar con un hombre.
Seguí caminando hasta el interior de la casa, era bonita y elegante. Todo parecía reluciente y nuevo, entonces vi los cuadros parecían ser fotos familiares y en uno estaban mis padres conmigo de bebé.
— ¿Tu quien eres y qué haces aquí? — escuche detrás mío, al girar me encontré con una chica de 1,72 pelirroja de ojos verdes.
— Emm... yo... yo soy... Emm — estaba nerviosa su mirada daba miedo.
— Y piensas contestar o llamo a seguridad para que te saque a patadas — amenazó la pelirroja.
— Qué manera de tratar a los invitados — dijo una voz, era Derek. — No pensé que serias tan linda con tu prima — comentó con una sonrisa.
— Ame, ¿eres tu?, o por dios que hermosa que estas — sonrió y le devolví la sonrisa. — Lamento lo de hace un momento y bienvenida — luego de todo eso se fue.
— Lamentó eso, ella es un poco... mmmm como decirlo — se puso a pensar.
— Antisocial — sugerí.
— En realidad yo iba a decir loca, pero bueno antisocial será — soltó una carcajada y yo también.
— Bien vamos, la comida se enfría — comentó para luego caminar hacia una puerta grande, yo solo lo seguía.
— Buen día querida familia, les traje un regalo — se movió a un lado y todos posaron sus ojos en mi.
Una mujer mayor de 1,65 pelirroja de ojos verdes, me sonreía. Mientras que un hombre mayor de 1,99 rubio y de ojos verdes me miraba con atención, además de la chica pelirroja de hace un rato, que según dijo es mi prima.
La pregunta es quienes son sus padres, mi padre nunca dijo que tuviera hermanos, bueno ni siquiera sabía que tenía familia así que no me sorprende.
— Buen día — hable con una sonrisa.
— Buen día cariño, lamento que hayas tenido que venir con Derek — comentó divertida.
— Oye!, para su información mi compañía fue grata para ella, verdad — yo solo me limité a asentí y él sonrió con arrogancia.
— Yo soy Anabella Parks y ese señor sentado en la cabecera es Eban Parks — dijo la mujer. — Y pues somos tus abuelos, y por lo que veo haz cambiado mucho —.
— Un gusto volver a verlos —.
— El gusto es nuestro querida — comentó Eban.
— Y cómo estuvo el viaje — preguntó Anabella.
— Estuvo bien, gracias —dije, luego de eso ellos siguieron hablando de otras cosas.
Entonces la puerta se abrió de golpe y yo salté en mi lugar. Todos miramos hacia la misma dirección, en donde se encontraba un chico de 1,75 pelirrojo de ojos azules y una sonrisa gigante, daba miedo.
— ¡Hola querida familia!, ya llego por quienes todos lloraban — dijo mientras se sentaba.
— No creo, llegué hace rato — dijo Derek con una sonrisa.
— Par de idiotas — murmuró la pelirroja. Entonces me sentí observada y gire mi cabeza hacia el pelirrojo, quien me miraba interrogante.
— Y esta preciosura, ¿Quién es? — preguntó mientras me lanzaba un guiño.
— Es la prima Ame, sonso — dijo la pelirroja rogando los ojos.
— ¿La prima Ame? — preguntó mirándome fijo. —Deos pero si estas muy buena — comentó haciendo que la pelirroja le pegara un zape.
— Auch! Eso dolió — comentó mientras se sobaba la cabeza, y yo, yo no podía aguantar la risa, ni ninguno en el salón.
— Eso te pasa por idiota — se carcajeo la pelirroja.
— Bien basta de bobadas, April y Alex vayan a mostrarle su cuarto a Amelie — dijo Eban señalando a los pelirrojos.
Ambos asintieron, se levantaron y comenzaron a caminar mientras yo los seguía. La casa era muy hermosa y todo estaba muy limpio.
— Ven preciosura, esta es tu habitación — era una habitación bastante grande y linda.
— Y qué te parece, si quieres cambiar algo solo hazlo — comentó April, yo solo asentí.
- Bien te dejamos, cualquier cosa mi habitación está enfrente y la de... — fue interrumpida por Alex.
— Y la mía esta al lado, si te sientes sola llámame — dijo y me guiño el ojo, solté una carcajada mientras la pelirroja le daba otro zape. — Auch!! Eso duele, puedes dejar de hacer eso, solo bromeo —.
— Ya vámonos, déjala en paz — habló empujando a su hermano, mientras este me lanzaba besos y guiños.
< Esos dos están locos >
Me puse a desempacar y ordenar la habitación, a las paredes les faltaba color eran muy blancas, me puse a arreglar todo y me encantó el resultado.
Ya era muy tarde, así que decidí bañarme y a dormir.
< Mañana será un día muy largo > con ese último pensamiento me fui a dormir.
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Editado: 31.08.2022