El fallecimiento del planeta,
el desastre creado por el hombre.
Tres días de avance tecnológico,
seis semanas de muerte.
El llanto de la naturaleza
aclamando lo suyo.
La negligencia humana
destrozando sus propias raíces…
para alimentar su ignorancia.
Veinticuatro horas de robos,
doce meses de destrucción.
Aquel mérito del hombre
que jamás debió siquiera imaginarse.
Odio no es, alegría mucho menos…
Simplemente es, puramente, orgullo.
Orgullo contaminando el corazón humano.
Manchas de dolor golpeando el corazón
intentando evitar lo inevitable.
La ignorancia humana, una pequeña planta,
venenosa, mortal e innecesaria.
Todo humano cayendo en tentación,
incrementando su orgullo,
y finalmente, destrozando su propio hogar.