Capítulo 5 Annabeth V

Desde el momento en que había entrado en la casa de los Beckendorf los nervios de Annabeth habían estado agitados, sin mencionar que en cuanto trabó la mirada con Percy sintió un cosquilleo extraño en la parte superior de los hombros y la nuca. Se había estirado y puesto su mano sobre su cuello, inclinándolo un poco como si estuviera rígido. Había pensado que eso era raro. Mientras la puerta se abría había visto al misterioso chico parado en la parte inferior de las escaleras. Él estaba usando una camiseta gris oscuro de manga corta, pantalones vaqueros, botas de motociclista y la billetera en el bolsillo de atrás estaba unida a él por una cadena metálica. El chico podía hacer que una bolsa de papel se viera sexy. La expresión de su rostro era de curiosidad y también lo que ella creyó que podría ser nerviosismo. Eso la sorprendió porque a primera vista no parecía ser del tipo nervioso. La señora Beckendorf les dijo a todas que llevaran la comida a la cocina y entonces todo el mundo tuvo que ir a la sala de estar para ser presentadas a su huésped.

Una vez sentados en la sala de los Beckendorf todas escucharon a Percy, finalmente algo para llamarlo de otra forma en vez de chico misterioso y súper sexy, compartir un poco acerca de sí mismo. Thalia le preguntó por qué había elegido a nuestra pequeña ciudad, y cuando él no entendió la pregunta la primera vez ella le preguntó de nuevo y le habló como si fuese un niño, lo que le valió a Thalia un codazo en las costillas, por cortesía de Annabeth, para mostrar su irritación con la pregunta. Después de todo, ¿era realmente de algún modo asunto nuestro el por qué él vino? Pero Thalia sólo le restó importancia y esperó que Percy respondiera. Él parecía confuso y ladeó la cabeza de un modo extraño, de un modo parecido a como ella había visto hacer a los perros cuando se les está hablando. Oh, eso es tan amable de mi parte, comparar al rumano con un perro. Annabeth sólo deseaba que alguien la sacara de su miseria.

Percy explicó que no estaba realmente seguro de por qué eligió Coldspring pero que se había sentido correcto. Entonces Piper mencionó que su inglés era muy bueno y él explicó que le habían enseñado inglés junto con el rumano toda la vida.

Por último Atenea intervino y sugirió a cada chica que se presentaran de modo que se pudieran ir y dejar que Percy y los Beckendorf se establecieran.

La madre de Annabeth fue la primera en hablar, ella no se puso de pie sino que se quedó sentada y le dijo a Percy su nombre, ocupación, y le ordenó que la llamara Atenea. Él va a pensar que estamos absolutamente locas pensó Annabeth.

Cuando Thalia dio un paso al frente para presentarse tendió la mano para estrechar la de Percy, pero para sorpresa de todos, en vez de sacudirla se la llevó a los labios y la besó suavemente. Annabeth estaba completamente estupefacta cuando se sintió teniendo una extremada y totalmente irracional ola de celos. En ese momento quería arrancar la mano de Thalia de Percy y gruñirle a Thalia. ¡Gruñir! ¿Estás jodidamente bromeando? pensó Annabeth.

Notó que Piper tuvo que empujar Thalia hasta el sofá porque estaba un poco aturdida por el encuentro, lo que no hizo nada para calmar las furiosas emociones de Annabeth. Annabeth tuvo que prepararse cuando una vez más Percy elevó la mano de Piper hasta sus labios y la besó. No podía entender por qué se estaba sintiendo así. Es totalmente obvio que su saludo era completamente no-romántico, que, dicho sea de paso, de ninguna manera debería importarle, y sin embargo ella no quería tocara a otra mujer. Bueno, pensó Annabeth, ya es oficial, he buceado de cabeza al profundo final.

Salido de la nada sintió un agudo dolor en su brazo derecho, y gritó volviéndose para mirar a Thalia que acababa de pellizcarla. Se dio cuenta entonces de que Percy la miraba expectante y ella había estado allí sentada como un idiota en su pequeña burbuja.

Annabeth se puso de pie, pero no hizo ningún movimiento para darle la mano. Se presentó sonando tan elocuente cuando no podía escupir lo que estaba tratando de decir. Estaba a punto de sentarse cuando Percy se estiró y le tomó la mano. Estaba un poco sorprendida, pero eso se desvaneció rápidamente en algo completamente distinto cuando se inclinó sobre su mano y apretó los labios con firmeza contra ésta. Annabeth podría jurar que lo oyó inhalar profundamente por la nariz y le pareció oír un suave gruñido en su garganta. Eso fue realmente raro pensó, pero una vez más, para ella las cosas no podían ser simplemente extrañas tenían que rayar directamente en la locura. Mientras Percy le decía exactamente lo mismo que le había dicho a Thalia y a Piper, a su vez Annabeth escuchó la voz en su mente.

Ésta decía, Estoy tan honrado de conocerte finalmente mi Luna. Tenemos mucho que aprender el uno del otro.

Annabeth parpadeó un par de veces tratando de aclarar sus pensamientos. ¿Qué diablos podría significar "finalmente" conocerme?, pensó, ¿esta voz sabía que estaba esperándome? Bueno ya era hora de irse a casa, decidió Annabeth, tenía que hablar con Piper y Thalia sobre Percy. Tenía que decidir si confiar o no en su madre, y necesitaba tener un purificador ataque de pánico. No necesariamente en ese orden.

Annabeth sacó su mano del agarre de Percy y él no trató de impedírselo. Ella volvió a mirar a su madre, levantó las cejas y preguntó, ¿Estás lista? Estoy lista para irme. Piper, Thalia, ¿están listas para irse? Dijo Annabeth

Thalia y Piper, ambas asintieron a la vez, captando rápidamente el estado de ánimo de Annabeth. Atenea miró sospechosamente a su hija, pero simplemente asintió y se dirigió a la Sra. Beckendorf,  Silena gracias por recibirnos, fue realmente agradable verte. Percy fue un placer conocerte. No te vuelvas un extraño, eres bienvenido a venir a casa en cualquier momento. Dijo Atenea