CONCIENDO AL ALFA RELA

La próxima vez que le quiera hacer de valiente tengo que tener presente que días tengo clases por la tarde porque el entreno es intenso al punto que no quiero caminar, llamo a un taxi en lo que espero a que llegue al colegio para poder llegar viva a mi casita.

-¿esperas a alguien? – habla alguien a mi lado y veo a Esteban, es uno del grupo de los alfas, ¿Por qué estaría hoy aquí? El entreno es solo para los omegas

-Mi taxi, para ir a mi casa – respondo, nunca pensé que el me hablaría, es dos años mayor que yo y es más, famoso y popular que Devon -¿Qué haces aquí?

-es mi turno de guardia – asiento con la cabeza porque es lo único que se me ocurre – si gustas te puedo llevar – es una moto, si llego en algo como eso Andrea se desmaya aparte de eso me meto en semejante problema con mi abuelo por llegar en una motocicleta con semejante personaje, tiene fama de malo

-Gracias por el ofrecimiento, no es necesario en unos pocos minutos vendrán por mi

-Te espero en lo que viene por ti – hago un gesto extraño con la cabeza para acceder a su compañía

DIAGO

Toma solo dos manzanas después de que escucha que seré yo quien la lleve a su escuela, veo como toma las llaves de su auto, una sonrisa aparece en mis labios cuando regresara en menos de cinco minutos al darse cuenta que no puede ir en el porque no tiene batería, escucho su grito y espero a que regrese, pero eso no sucede.

Andrea entra negando con la cabeza y sin hablarme y yo la detengo, no le agrada mi presencia en esta casa aun no comprendo por qué.

-Andrea – la vuelvo a llamar, se gira de mala gana – Andrea, Josephine tiene otro medio de transporte que no conozca

-Ninguno señor – habla ella muy formal

-¿Por qué no a regresado? – veo como intenta ocultar su sonrisa

-¿Por qué mi niña se fue caminando? – me ve con severidad – puede ustedes ser muy el príncipe heredero de los clanes de los lobos pero que le quede claro que mi niña no es la de obedecer a nadie, no lo hace con su abuelo, no lo hará con usted, si lo que quiere es conquistar a esa niña lo esta haciendo mal, demasiado mal

Sin mas palabras se retira del comedor, me levanto de la mesa sin terminar mi desayuno me dirijo a mi auto y salgo apresuradamente, no demoro mucho en encontrarla lleva audífonos, parece no prestar atención a su entorno camina a paso firme, sin embargo, se detiene abruptamente, la observo desde el auto, ve fijamente a un punto, no se mueve, tampoco puedo descifrar que le sucede, el único olor que se siente es a nieve.

Pasan unos diez minutos y retoma su camino, no me nota en ningún momento, va tan concentrada en la música, la acompaño hasta el ingreso de su colegio, se quita los audífonos vea a alguien y la saluda con alegría, luego saluda al muchachito que la regreso a casa ayer por la noche.

 Ingresan al colegio y parece feliz de estar con ellos, las lagrimas que vi limpiarse de sus mejillas han desaparecido y su felicidad es desbordante.

Al momento que ingreso a la oficina no puedo remover de mi cabeza las lagrimas que derramo mi luna, debo de investigar el motivo de sus lagrimas, inicio mi trabajo que son varios papeles, contratos y un par de reuniones con accionistas y trabajadores.

A las tres de la tarde envió a Joel al colegio por Josephine, me responde que es martes que tiene clases hasta la siete de la noche, me retracto de mi orden y me centro nuevamente en mis tareas.

-Me puedes explicar porque no estas llegando a dormir a tu apartamento – habla mi madre que esta de pie en la puerta de mi oficina, al tiempo que mi secretaria entra con una disculpa

-Madre es bueno verte, me alegra mucho que estés aquí – la saludo y me acerco a ella, la abrazo y ella parece no estar feliz con mi respuesta, la guio a la pequeña sala que tengo en mi oficina – no debes preocuparte después de todo ya se me cuidar bien

-deja de ser condescendiente – niego con la cabeza

-Espero qué no andes con nadie porque debes de estar buscando a tu mate, no calentando la cama de ninguna desco…

-tranquila – la veo a los ojos – eso ya esta resuelto – me ve con mucha ilusión – la he encontrado

-¿Cómo es ella? ¿Cuándo la conoceremos? ¿Cuándo se casarán? – rio por sus preguntas

-Calma – digo nuevamente, pero ella me ve mal – es complicado – parece que no le agrandan mis palabras – mi mate tiene catorce años – la expresión de mi madre es de sorpresa, pero luego se calma – ella no sabe nada de los hombres lobos, debo esperar a que su abuelo le cuente sobre nosotros y luego ella sabrá de mi, no puedo presentare inmediatamente

-De que familia es – niego con la cabeza porque no tengo la intención de responder – Diago sabes que no importa quien sea su familia si es tu pareja verdadera nadie se opondrá

-No le lo digo por lo que asumes, es por la seguridad de ella porque conociéndote iras a verla – mi madre se molesta me acerco a ella y la abrazo – cuando todo este bien entre nosotros serás la primera en conocerla – asiente con la cabeza

Conversamos de otros asuntos sobre que en pocos días tengo que ir a arreglar algunas cosas de la manada, también debo de preparar las cosas para la fiesta compromiso y la presentación de mi luna, no podre subir al cargo hasta que me pueda casar con ella, y para eso al menos faltan cinco años por lo que mi padre deberá buscar paciencia en esos días.

Al salir de la oficina veo que son las siete de la noche, recuerdo que Josephine no lleva auto por lo que necesita quien la lleve de regreso tomo la ruta para su colegio, me detengo al frente, pero ella esta hablando con otro muchachito, Damián no esta muy contengo con ver a su luna hablando con otro que no sea el, espero unos segundos, pero él chiquillo no se va pese a que Josephine le ha dicho que en poco tiempo vendrán por ella, insiste en esperar.

Josephine en todo momento no muestra incomodidad o algún otro sentimiento, el auto que espero no llega por lo que decidió esperar, me ve llegar y frunce el ceño, niega con la cabeza, me estaciono frente a ella, bajo del auto, el chiquillo a su lado me ve y baja la cabeza, sonrió para mis adentros.