Princesa de los lobos

Capítulo 28

Tras decir aquello, todos los presentes bajan sus cabezas en modo de sumisión, lo cual causa clara incomodidad en mí. Aun así, les doy una sonrisa amigable.

— No sabe cuál feliz nos encontramos de que nuestra alfa esté aquí — admite una mujer joven con dos niños a sus lados —. Llevo más de diez años esperando el llamado de la nueva alfa de la manada.

— Me hubiera gustado haber hecho este llamado antes — sonrío de medio lado — y me alegra escuchar saber que están felices.

— Dile a Axlin que ya es hora — le hablo por la mente a Marck, el cual se encuentra al lado de la castaña.

— ¿Quién es lobo de ustedes? — pregunto mientras barro con mi mirada todo el lugar.

Un grupo, no muy grande, se mueve hacia un lado, dándome a entender que ellos son lobos. Ladeo mi cabeza de un lado a otro, esto seguro me tomara algo de tiempo.

— Haremos una cosa — habla mi tío ganándose la mirada de todos — formaremos grupos de animales ¿Entienden? — todos levantan una ceja en señal de desprecio.

— Creo que es lo mejor — hablo al notar la incomodidad que se ha formado.

Todos asienten con la cabeza y comienzan a hacer grupos de animales. Una vez que ya todos están reunidos le hago una señal a ambas hermanas brujas para que comiencen con el "plan". Las chicas rápidamente comienzan a hacer lo suyo.

— Espero que podamos convivir bien todos juntos — sonrío de lado mientras me aclaro la garganta. Necesito hacer algo de tiempo hasta que ambas chicas terminen de hacer lo que les he ordenado hacer.

Una mujer en un grupo levanta su mano, rápidamente le doy la palabra.

— Princesa, yo soy enfermera y claramente seré de ayuda para todos los que estén enfermos ¿No? — su mirada me demuestra algo de incomodidad.

— Me parece bien, y estás en lo correcto, claramente serás de gran ayuda cuando alguien se encuentre en mal estado — la mujer sonríe aliviada — ¿Alguien más tiene alguna profesión?

— Yo soy maestro de Literatura — habla un hombre de al menos unos treinta y nueve años.

— ¡Y yo de filosofía! — le sigue otro.

Saber qué tengo dos maestros en la manada me hace sentir bien. Siempre quise ir a un instituto, pero por claros motivos, jamás pude. Quiero hacer uno en la manada, pues también hay bastante niños aquí y no pueden dejar sus estudios de lado, eso no está bien.

— Yo soy abogado — habla otro hombre.

— Y yo arquitecto — la voz tímida de un chico de al menos veinticuatro años me llama la atención, le doy una sonrisa de medio lado causando que este me la devuelva, no me gusta que las personas me tengan miedo, me hace sentir incómoda.

— Nosotros somos chef — hablan a coro dos chicas de ¿Veintidós? Años.

— ¡Perfecto! — sonrío mientras que golpeó ambas de mis palmas, les dedico una sonrisa a todos y ellos me la devuelven con emoción.

— Está todo bien Erin — habla Luke en mi mente — creo que ya es hora de que nos vayamos.

Me aclaro la garganta y doy dos pasos hacia adelante, todos me miran fijamente a los ojos.

— Es hora de irnos, la noche está helado y veo que muchos niños están aquí, los cuales no queremos que se enfermen, claramente — susurro — ¡Síganme todos!

Camino hasta los chicos y en voz baja hablo;

— Luke y Luis irán atrás vigilado todo. Marck y mi tío irán a los lados, yo iré al frente — ordenó — ustedes chicas pueden ir con quién deseen. — todos asienten con la cabeza.

Una vez que todos ya estamos listos, y convertidos en animales, comienzo a avanzar rumbo a las cabañas, todos me siguen de cerca. Lo mejor de llegar a la cabaña es que podremos comer todo lo que queramos, pues las chicas se han esmerado mucho en preparar una cena que contenga de todo un poco. Hubiera sido muy vergonzoso y deprimente si no hubiera llegado nadie.

Cuando llegamos, rápidamente me transformo en humana y ellos hacen lo mismo.

— ¡Bienvenidos a la reconstruida manada Luna blanca! — anuncio mientras señaló el lugar.

Los presentes comienzan a mirar en todas las direcciones. Algunos comienzan a hablar de lo bien que ha quedado y otros solo se mantienen en silencio. Una vez que ya han mirado todo, giran sus miradas en mí. Cada uno de ellos tiene una sonrisa en sus labios.

¿Es que no paran de sonreír nunca?

— Hay que admitir que le ha quedado muy hermosa e incluso me atrevería a decir que está mejor que antes. — habla una persona entremedio de las demás.

Solo les sonrío en modo de respuesta. Creo que se me ha contagiado esto de estar sonriendo porque si y porque no. Tengo que admitir que jamás me llegue a imaginar que una de todas estas personas me diría que me ha quedado mejor de lo que estaba antes, de echo me imaginé que me dirían que les gustaba más la del pasado, cabe decir que tengo muchos planes para futuro, sobre todo ahora que se algunos miembros de la manada tienen títulos. Realmente tengo muchas ideas fluyendo por mi cabeza, claro que no puedo llegar y decir todas, pues eso no está del todo bien.




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