Capítulo dos
Hoy desperté con el hermoso cantar de las aves, y un arcoíris muy brillante adornaba el cielo, los unicornios adornaban las nubes y el cielo era de algodón rosa. Cuanta mierda junta es esa, desperté porque el idiota de Jeff me lanzo un balde de agua helada y se lanzó encima de mí.
- ¡HIJO DE TU GRANDICIMA MADRE, ABORTO DE MONO, DESPERDICIO DE VIDA, MALNACIDO, QUITATE DE ENCIMA MIO QUE ME MUERO, PAPÁ, MAMÁ, AUXILIO ME MATAN, YA MORI – yo gritando como una loca por ayuda y me traicionan, papá si llego a mi habitación, pero solo se paró en la puerta de mi habitación a reírse y a asarme fotos.
- Jefferson Thompson, ¿podrías pararte para que no mates a la loca de tu hermana? - a veces amaba a mi padre pero en ocasiones como esta solo desaparecerlo – Alessia, tengo material para extorción ¿Cuánto ofreces por él? – lo que me faltaba va a vender la evidencia del crimen.
- Alek, te ofrezco el doble, mejor el triple de lo que ella te pueda ofrecer para que borres toda evidencia que exista en mi contra – tengo que tratar de que eso no llegue a las manos de mi madre o estaré presa por todo un mes, ellos se reirán de mí por 31 días seguidos – como te odio Jefferson.
-Demasiado tarde, ella acaba de superar tu oferta ¡vendido! – diablos.
Después de que padre y el cerebro de cucaracha se fueron de mi habitación corrí al baño a darme una larga ducha, que no piensen que porque tengo trabajo me voy a apresurar no me tomare mi tiempo. Después de un relajante baño en el que se fueron las ganas que tenía de matar a Jeff pase al Closet, me vesti con un Jeans negro, una blusa blanca y unos tenis del mismo color, en el pelo me hice una cola de caballo. Me coloque una cadena sencilla con un dije de girasol mis flores favoritas, mi reloj y anillos. Me maquille de forma sencilla tonos marrones en los ojos y labial rojo, quería resaltar mis labios, un poco de perfume mis cosas y baje a desayunar con la manada de rumiantes que tengo por familia. Antes muerta que sencilla, baje a desayunar a toda velocidad, dando gracias a Dios que no morí en el camino pues tenía un hambre de mil demonios (sin exagerar) en la cocina ya estaban mi padre, hermano, madre y mi nana haciendo el desayuno.
- BUEN DÍA FAMILIA THOMSON - grite, pues cada vez que llegaba a la casa o estaban reunidos como la princesa que soy (sarcasmo) gritaba, me acerque a mis padres y les di un abraso igual a la nana, a mi hermano lo ignore.
- Oye princesa para mí no hay abrazo - me dijo mi hermano y le mostré el dedo de en medio –Yo también te amo.
- A ti Jefferson Thomson - esto lo die muy despacio - lo que te voy es a dar una sorpresa ni creas que se me olvido lo de hace rato - sonreí como el gato de Alicia en el país de las maravillas, me miro con cara de susto pues bien sabe que cumplo mis amenazas.
- Familia piensen rápido 1 o 2
- 2 – dijeron todos al mismo tiempo, lo que me causo una gran satisfacción
- ¡Gane! Sufre idiota.
- Mi niña que deseas desayunar- me pregunta la nana.
- Una taza de cereal estaría bien nana – comí mi tazón de cereal, cuando termine le hale la oreja a Jeff como señal de que era hora de irnos a terminar lo que teníamos pendiente, salimos al recibidor yo tome mi hermosa pistola Glock 19 morada (regalito de papa). Salimos al garaje y monte mi bebe, un Lamborghini diablo negro mate, simplemente hermoso.
Con Jeff salimos directo a la bodega a ver si le sacábamos información al idiota ese que teníamos encerrado, los chicos ya nos estaban esperando allá. Llegamos saludo a los de seguridad con un asentimiento de cabeza y continúo mi camino, de inmediato me golpea el olor a humedad de ese lugar. Veo al rehén que está amarrado de manos y colgado de unas cadenas, esta golpeado tiene sangre seca por todo el cuerpo y cara esta inconsciente. Genial, ya me informaron que no quiere hablar pero veremos cuánto dura sin hacerlo. Le pedí a uno de los chicos que le lanzara un balde de agua con hielo para hacerlo despertar de golpe.
- ¡Eh¡ bello durmiente hasta que te despiertas de tu siesta de belleza- me reí.- ¿podrías decirme quien mierdas los envió a matarnos?
- Púdrete perra no te diré nada- ya comenzamos con mi parte favorita- ni muerto te diré lo que quieres saber.
- Ah con que te sientes muy seguro de eso, ahora vas a saber porque dicen que soy el demonio en persona - me dirijo a la mesa donde están los utensilios de tortura, tomo un bisturí y lo paso por su abdomen y espalda, aplicando la tortura china de las mil cortadas, ninguna demasiado profunda, aún no quiero que muera. Él se retuerce y grita de dolor.
- Zorra te vas a podrir en el infierno- me grita en medio del dolor.
- Es que acaso no sabes que yo soy la reina del infierno, te lo voy a volver a repetir para quien trabajas y porque ibas a matarnos - hablo en voz baja pero en tono amenazante, tomo unas tijeras oxidadas de esas que se usan para podar los árboles y me acerco a sus pies.
- No, no, ¿qué vas a hacer? Maldita enferma.
Le corto dos dedos de los pies y el hombre grita de dolor, ya me tiene harta y aun no me dice lo que quiero saber el maldito, el hombre está que se retuerce de dolor.
- Dime lo que quiero saber y te prometo que te daré una muerte rápida y sin dolor.
- N-no di- di- diré nada perra – ya me tenía harta teníamos varias horas aquí y aun no me daba nada de información. Entonces decidí que voy a jugar con su mente un poco ya que como está sufriendo por tanto dolor no creo que pueda usar las pocas neuronas que tiene para poder pensar.
- ¿Tienes familia? - pregunto, el hombre me mira dándome una mirada de odio- si tienes una familia, entonces no queras que ellos mueran por tu culpa ¿verdad? - hablo y pongo mi cara de inocente – no querrás que tu esposa sea violada y asesinada, tu hija vendida en un burdel asiático y que a tu hijo lo corten en mil pesados y su cuerpo sea esparcido por todo Moscú ¿verdad que no quieres eso? Supongo que no, entonces dime de una maldita vez quien te envió a matarnos.
- No por favor no les hagas nada a ellos, no tienen nada que ver en esto te diré lo que sea que quieras saber pero no les hagas nada - sabía que iba a caer ya era hora de que soltara la sopa.
- A ver dime.
- Pertenezco a la Bratva. - ya sospechaba yo que ellos tenían que ver con esto - nos ordenaron hacerle una emboscada y llevarte a ti y a tu hermano con nosotros o robarles la mercancía al jefe le interesan más vivos que muertos por el momento - aja como si eso fuera posible imbécil, pensé.
- Bien, eso era todo lo que quería saber y por favor me le das saludos a lucifer de mi parte dile que su más fiel admiradora le envía otra escoria más - saque mi arma de la espalda y le dispare en la frente quedando muerto al instante, Jeff quien estaba solo mirando el muy idiota nos miramos y solo me da un asentimiento de cabeza lo que significa que tenemos que contarle esto a nuestro padre.