Sylver
No hay persona que no dude de sus acciones o se pregunte "¿Qué hubiera pasado si...?". Día tras día, siempre nos haremos una pregunta, en ocasiones, la respuesta esta puede cambiar nuestra vida, la forma en la que vemos las cosas, en como sentimos o puede cambiar toda nuestra existencia por completo. Nunca habrá una respuesta fija, pues los seres humanos siempre cambiamos de parecer, al igual que los sentimientos. El objetivo de hacernos esa pregunta, es para poder ver un poco de claridad al final del túnel, despejar el cielo nublado y poder ser capaces de ver el final del arcoíris.
Tenemos que ver nuestra vida, como si fuera un arcoíris, donde al final podremos encontrar el gran tesoro.
—Este es mi número y este es el de Sylver —Eros le pasó un sobre junto a dos tarjetas al humano—, si tienen algún problema, no duden en llamarnos.
—Gracias, se lo agradecemos de todo corazón —respondió el humano, estrechando la mano de Eros con agradecimiento.
Mientras los años pasaban, mas brujos y hechiceros fueron dejando el mundo mágico, dispuestos a formar una vida diferente junto a los humanos. Mi madre no fue consciente que no todos los seres mágicos adoptamos odio hacia los humanos o asco, muchos son amigos, lo he visto durante el día. Aun que si se dio el aviso de que cualquier relación entre un ser mágico y un humano sería destruida, una separación o una muerte, nunca se detuvo a pensar que en ocasiones, el amor es tan fuerte que llegas a dejar de lado el miedo. ¿Alejarte de la persona que amas por miedo a la muerte? He leído en muchos libros que vivir sin amor, es la misma muerte en vida.
—Majestad —la bruja hizo una reverencia frente a mi—, gracias por su compresión y por compadecerse ante nuestra unión.
—No hagas reverencias, ni me llames majestad, soy un ser vivo como tú, como todos —respondí de inmediato, sintiéndome nervioso ante su comportamiento y la mirada atenta de Artemisa sobre nosotros.
—Un líder no es aquel que crece en un castillo, majestad —se enderezó y me sonrió con amabilidad—. Un líder es el que sabe ponerse en el papel de su pueblo, mirando las injusticias y luchando en contra de estas.
—Es my amable por decir eso, pero yo...
—Usted nada —levantó la mano y la puso en mi corazón—. Le aseguro que su vida cambiara por esto que ha hecho por mí y por mi bebé, porque con mi poder y mi lealtad hacia usted, le otorgo un obsequio.
Cerré los ojos cuando sentí su magia recorrer mi cuerpo. La sensación era extraña, diferente de cuando un hechicero normal te cura con un hechizo, distinto a cuando una maldición cae sobre ti. Esto es casi enternecedor, sofocante pero sin ser malo, muestra paz, armonía, fuerza... Crea un equilibrio en mi magia.
—Somos personas con corazones, vivimos de las emociones y morimos cuando carecemos de estas. No hay temer por las abundancias en oro y plata, temamos por la escases de la empatía y de la insensibilidad que se apodera día a día de los corazones. La magia negra no es lo que nos hace ser malos, es el veneno que encontramos en las otras personas, el virus de la crueldad que se esparce por el mundo conforme el tiempo pasa. Es tiempo de que alguien lidere, una persona que pueda ver más allá de la magia que se posee. Porque hasta el humano, tiene magia en su interior.
Abrí los ojos lentamente, sintiendo menos peso en mis hombros, mi corazón latía de prisa pero no tenía prisa de huir. No había temor, estaba... en paz.
—Gracias —me acerqué a ella y miré al bebé. Sus ojos se encontraron con los míos y la sonrisa que me dio, me demostró que aun hay personas inocentes en el mundo. No hay que cambiar el mundo por los que murieron, tenemos que cambiar el mundo por aquellos que comienzan sus vidas y por aquellos que aun no la han comenzado.
Me agaché para poder besar la mejilla del pequeño y susurré una bendición para él y para su familia. Es un acto que solo la reina puede hacer por alguien de sangre azul, pero yo no miro las sangre de los demás, solo deseo un futuro mejor que el que yo tuve. Sonreí cuando rió levemente y un polvo mágico salió de sus pequeños dedos. Mitad humano o no, sigue siendo completamente mágico.
Cuando los tres estuvieron listos para partir, recité un hechizo de protección y luego en el hechizo de tele-transportación que los llevaría sanos y salvos a su nuevo hogar. Eros puso su mano en mi hombro para darme apoyo cuando comencé a debilitarme, he tenido suficiente magia en mi día. Y recitando el último hechizo para la ubicación, el humo negro los cubrió por completo, llevándolos justo cuando mi poder se agotó.
Escuché la dulce voz de Artemisa llamándome. Dejándome ir por su voz, caí en un profundo sueño, esta vez siendo mucho más acogedor que los anteriores. Entre sueños sonreí al sentir una suave presión en mi mejilla y una caricia en mi cabello.
Hay magia en los humanos, pero nadie supera la magia en el corazón de Artemisa.
Artemisa
De alguna forma, Eros se encargó de poder meter a Sylver en el taxi y me obligó a ir en el asiento de copiloto por mi seguridad. No sé de magia y no sé que hizo la bruja, pero cuando Sylver abrió los ojos, pude ver una enorme diferencia en ellos. Seguía manteniendo el azul profundo, al igual que el brillo en estos, pero había tranquilidad, menos melancolía, el dolor había disminuido notablemente y sabía que el corazón de Sylver, también cambió para un bien.