Capítulo 7. Casa renovada.

Me dejo caer de trasero sobre las hojas que hay en el suelo, abrazo mis rodillas escondiendo mi cabeza por el hueco que dejo en ellos. Mis pensamientos están revueltos, como si estuviera en medio de una tormenta severa en medio del mar. Todo lo que creía saber perfectamente de mi se fue al caño, por que al parecer nada de lo que yo creí ser, es lo que en realidad soy, toda mi vida a sido una completa mentira, me siento molesto y triste de que papá no me dijera nada antes. No se que pensar de todo lo que me a dicho. Por que vamos, todo eso es imposible, mas la seriedad con la que lo dijo me hace dudar de que sea irreal.

Alzo la cabeza para mirar el cielo azul, me encuentro sentado bajo un árbol en el único lugar en el que encuentro paz, cerca del lago. Suelto un suspiro, todo es tan confuso para mi.

El rostro de mi madre aparece en mi mente, cierro los ojos recordando los momentos que pasé junto a ella, lágrimas traicioneras se deslizan por mis mejillas, recuerdo su risa, su dulce voz cuando me cantaba antes de dormir, las veces que me leía mi cuento favorito, incluso su rostro cuando se enojaba.

Cuando ella murió, fue lo mas doloroso para mí, nunca mas la volvería a ver, jamás volvería a escuchar su voz ni tampoco estaría esperándome con los brazos abiertos cuando llegase de la escuela, simplemente, nada de eso pasaría nunca jamás. Papá me empezó a culpar diciendo que todo era mi culpa cuando estaba borracho, creía que solo lo decía por decir, pero ahora resulta que todo es verdad, realmente fue mi culpa, si tan solo yo no existiera mi madre estaría viva y mi padre seguiría siendo feliz junto a ella. Pero no es así.

Ahora resulta que no solo mi madre murió por mi causa, si no que también soy algo así como un brujo, a quien la hermana de mi madre seguramente está buscando para matarme, ¿Habrá algo mas que agregarle a toda esta historia? Siento que mi cabeza va a explotar, no se que pensar, hasta hace hoy en la mañana solo era un débil humano, ahora me entero que soy mas que un simple humano.

Inspiro aire, siento que en cualquier momento mi cabeza reventará. No se que hacer, e dejado a mi padre en la veterinaria y sinceramente no quiero verlo en casa, no es por que lo odie, vale, estoy molesto y confuso, si llego a verlo literalmente terminaré diciendo cosas del que después pueda me arrepienta. Necesito poner en orden mis pensamientos, mantener la cabeza fría para poder verlo y pedirle una explicación detallada de todo esto.

Seco mis lágrimas con el dorso de mi mano, llorar no me va a aclarar nada. El cielo se encuentra de un tono rojizo, dando a entender que la noche caerá en tan poco tiempo, me levanto del suelo y me sacudo el trasero para poder quitar las partículas de polvo que quedó en ella. Comienzo a caminar por el bosque para llegar al lugar donde había dejado mi Jeep con pasos pausados mirando a mi alrededor manteniendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta. Distingo a mi derecha a un hermoso cervatillo pastando, lo mas raro es que a pesar de haberme visto no a corrido lejos de mi, al contrario, el animal comenzó a acercarse a mi. Detengo mis pasos cuando lo tengo enfrente. Me olisquea por unos segundos para después soltar un bramido al momento que acaricia su cabeza en mis piernas. 

Me asombro totalmente por ello, según tengo entendido, los ciervos no son de acercarse a los humanos. Espera, ahora que lo recuerdo, no soy cien por ciento un humano y por lo que me había dicho papá, mi madre tenia el don de entender a los animales, ¿También la tendré yo? Me inclino un poco llevando una de mis manos a la cabeza del cervatillo con cuidado para no asustarlo. Comienzo a acariciarle, su pelaje es tan suave, como el algodón, suelto una risa, es hermoso. Puedo notar que sus cuernos están comenzando a crecer en su cabeza. Seguro será mas lindo en un futuro.

Me incorporo cuando siento que la sangre ya no fluye por mis pies, veo al animal alzar su mirada.

- Creo que debo irme - le digo, a pesar de saber que no me responderá - espero volver a verte en un día de estos - sin mas me alejo del cervatillo.

Camino por el extenso bosque, la oscuridad ya dio paso al lugar, debo apresurarme en llegar a mi jeep, pero gracias a que no puedo ver casi nada ya, me es imposible caminar rápido sin tropezar. Cuando al fin llego me subo al jeep, intento arrancar pero no puedo, por favor, no hoy. Lo intento de nuevo una vez mas obteniendo el mismo resultado. Agarro la lampara que siempre llevo conmigo y entre maldiciones bajo y abro el capo del jeep para verificar el problema por el cual no arranca. Me quedo estático mirando todo, creo que debería dejar de conducir este auto, ya todo se encuentra enrollado con la cinta adhesiva que me regaló papá desde que conduje por primera vez este preciado Jeep, pero cuando pienso en eso, me arrepiento al segundo momento, pues este jeep era de mi madre y conducirlo es como si ella estuviera aquí conmigo.

Puedo notar que en uno de los cables sale humo, con que eso es el problema. A tenido un cortocircuito, suelto aire por la boca, vuelvo hacia adentro metiendo la mitad de mi cuerpo al Jeep para abrir la pequeña cajuela y sacar una tijera. Una vez lo tengo en mi poder, dirijo mis pasos al frente, me inclino un poco para poder cortar la parte dañada del cable con cuidado, después comienzo a unir ambas partes otra vez, agarro mi herramienta, la cinta, y con mucha sutileza y calma se la enrollo. Una vez termino, cierro el capo y vuelvo a subir al Jeep. Apago y dejo la lampara en el asiento de alado. Vuelvo a arrancar logrando por fin que encienda. Diablos, ahora que lo pienso, no se donde ir, aun no quiero volver a mi casa, no me siento listo para escuchar a papá, por que se que querrá darme mas información sobre lo que en verdad soy —¿A donde debería ir? — Me quedo pensando durante un rato, con Melissa no puedo ir por que eso significa ver a Scott, en casa de Allison tal vez, pero me siento incómodo pedirle que me de hospedaje por una noche. ¡Diablos! ¡¡Adam!! Puedo pedirle a Adam que me deje quedar en su casa por una noche, estoy seguro que aceptará.