Yo: Hola…
Hazel: Hola
Yo: ¿Estás bien?
Hazel: No lo sé
Yo: ¿Necesitas de mi?
Hazel: Bueno si, ¿pero tu no estás en clases ahora?
Yo: Si debería, pero me echaron afuera.
Hazel: ¿Quién, porque?, maldito
Yo: Tu hermano me echo fuera… :(
Hazel: ¿¡Que! en serio pero porque?
Yo: Llegue tarde :(
Hazel: Pero que exagerado, ves que es mal genio, hablare con él.
Yo: no, no, no le digas nada, mejor así
Hazel: Pero Danielle
Yo: No importa, igual no tenía ganas de entrar jajajaja.
Hazel: Danielle mentira.
Yo: No de verdad, dormí muy mal y me quede dormida así que no, no quería entrar.
Hazel: Pero igual Gabriel es un ogro.
Yo: Jajaja ¿y tu no estás en clases?.
Hazel: Entro en un rato más.
Yo: Amm
Escucho mi nombre llamar cortando de inmediato la comunicación con Hazel.
— ¿Danielle?
— Hola, ¿Que paso?
— Danielle, el profe está super enojado por que cuando salió a llamarte no estabas ahí.
— Pero Jess es que si me quedaba ahí y alguien me veía…
— Ya no importa, vamos rápido.
Antes de llegar a la sala siento el nerviosismo en cada poro de mi piel y cuando ya estoy en la puerta sale él profesor con el rostro de indignación.
— Entra Jess.
— Ok.
— Vamos. — Él profesor apunta un poco más lejos de la sala mientras lo sigo.
— Pero Profesor, yo… no fue mi intensión…
— ¿Sabes?, no puedes llegar y entrar a un lugar sobre todo si llegas tarde, no puedes hacerlo, que acaso nadie te enseño en tu casa. — Él profesor se gira realmente irritado y yo no puedo hacer más que abrir mis ojos como platos y guardar silencio por unos segundos.
— Estas acostumbrada a llegar tarde y hacer lo que se te plazca, encima de todo salgo a mirarte y no estás ahí, donde se supone que deberías esperar.
— Pero es que si me quedaba ahí y algún inspector me ve…
— Para todo tienes respuesta, eres increíble. — Él profesor agita sus manos hacia mi haciendo que yo retroceda un paso.
Por interminables segundos siento inmensos deseos de llorar pero me contengo por la rabia que inunda mi cuerpo.
— Imbécil. — Susurro bajo desviando mi vista hacia el horizonte.
— ¿Que dijiste?.
— Nada.
— Te escuche, repítelo.
— No he dicho nada. — Continuo sin mirarlo ya que siento que si lo hago las lagrimas que contengo saldrán de golpe.
— Mentirosa. — Al escuchar sus palabras mi rostro gira para encontrarse con el suyo inundado de rabia.
Doy un paso hacia atrás mientras las lagrimas pican mis ojos al mismo tiempo que la mirada del profesor se suaviza.
— Danielle. — Mis ojos acumularon demasiadas lagrimas haciendo que a cada lado de mi rostro caigan algunas.
Por un segundo tomo aire para salir corriendo en dirección al baño mientras escucho a mi espalda como él profesor me llama. « Imbécil, maldito. » Llego al baño y miro mi reflejo en el espejo mientras incontables lagrimas caen.
— ¿Quién podría estar enamorada de un imbécil como ese?, tonta, tonta, tonta.
Entro a un cubículo sentándome y respirando profundamente al momento que siento mi celular vibrar en mi bolsillo, lo saco para ver que Jess me a llamado, abro la aplicación de mensajes para mirar.
Jess: Danielle ¿que paso?
Felipe: ¿Te retó?, ¿No vas a entrar?
Jess: ¿Estas bien?
Yo: Si
Felipe: Él profe volvió solo, ¿te mando a inspectoría?
Yo: No, osea no sé.
Jess: Danielle, ¿Estas llorando?
Yo: No, no
Jess: Mentira Danielle…
Mentirosa resuena en mi cabeza y la imagen del profesor diciéndomelo hace que más lagrimas caigan.
Yo: Porque razón estaría llorando por un mierda de profesor como ese.
Jess: Danielle no te enojes,
Yo: Entonces no me llames así.
Luego de que he escrito esto desactivo mi celular poniendo mis manos en mi rostro.
Pasados interminables minutos y sintiendo algo de tranquilidad salgo del baño para mojar mi rostro con agua fría, miro mi reflejo por unos instantes y mi ojos están visiblemente afectados por el llanto.
— ¿Porque tenía que llorar?. — Me quejo mirando mi reflejo, abro mi mochila en búsqueda de algún cosmético.
Maquillo ligeramente las zonas afectadas mientras suspiro cada cierta cantidad de minutos, « Calma, calma » Me repito interiormente para de a poco ir dejando los suspiros por una respiración más normal hasta que suena el timbre del descanso. Abandono baño con la mochila en mi hombro y decidida a no dejarme afectar por alguien que no interfiere en mi vida en lo más mínimo. Estoy a pocos pasos de llegar cuando hago contacto visual con Felipe y Jess que se acercan.
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Editado: 07.03.2020