Tome el último ganchito negro y sujete el inicio de la pequeña "cebolla" que me había hecho. Decidí hacerme un peinado diferente, lo vi en una cantante, y me encanto.
Deje mi cabello ondulado suelto y me hice dos moñitos de "pucca" arriba, peine un poco mi flequillo y listo. Me maquille un poco y pinte mis labios de un rojo no tan intenso.
Para provocar a Jungkook, claro. A ver si me coge de una buena vez.
Tome mi bolso, me mire por última vez el uniforme y Sali de mí la habitación.
Por suerte ramón seguía dormido, y mi mamá ya se había ido al trabajo. No tendré que pelear con alguien hoy, por ahora...
Quede en verme con Kimi en la entrada de la urbanización, por lo que no fue necesario ir a buscarla. Cruce un par de calles, salude a uno que otros vecinos que conocía y finalmente llegue a la entrada. Donde se encontraba Kimi sola.
Bueno... Sola no.
-Y ¿Si me das tu número?
-Y ¿Si te mueres?
Un chico de cabellera rubia estaba muy cerca de Kimi molestándola. Obvio, porque mi amiga no puede estar un minuto solo cuando ya los zamuros empiezan a atacar. ¿Por qué los hombres son asì?
Entiendan ¡NO!
-Amor, ya llegue.. –Dije, llamando la atención de ambos. La tome por la cintura y la acerque más a mi cuerpo.
Es hora de empezar con la actuación, señoras y señores. Así es como se salva a una amiga.
Anoten.
-Bebè, Tardaste demasiado –susurro casi que en mi cuello, yo solo miraba al estúpido frente a nosotras con mi peor cara- Sabes que odio que tardes y más cuando te necesito.
-Pfff ¿Qué? Esperen un segundo. –Ambas giramos hacia èl, quien no podía creer lo que sus ojos veían, parecía sorprendido, emocionado y a la vez excitado.
¿kejeso?
- ¿Ustedes son...?
-Si –Afirmo Kimi, dándome un besito en la mejilla- ¿Tienes algún problema con mi novia?
De repente un friito me recorrió toda la espalda, y fue porque Kimi estaba jugando a acariciarme con la punta de sus dedos.
Esta niña.
-Todo lo contrario, me resulta condenadamente excitante –Sonrió- ¿No se sienten insatisfechas? Yo las puedo llenar completamente. Mi pene y yo estamos a la orden, linduras.
Que polilla con este men.
-¿Crees que estamos necesitadas de guebo?-Pregunte.
-Sé que la mayoría de ustedes se vuelven lesbianas porque no han estado con un hombre que las haga tocar las nubes, pero yo les puedo hacer tocar las estrellas y la galaxia entera, bebè.
No Sí. Ahora este se cree guebito de oro.
Estaba por decirle una y mil maneras de cómo podía irse derechito a la verga, pero Kimi me tomo de la mandíbula y me hizo besarla.
Me hizo besarla, y no... no como el simple beso que nos dimos cuando le hicimos lo mismo a mark. No... ¡KIMI ME ESTA PASANDO SU SALIVA!
Maldito asco.
Me recosté más en ella, haciendo más "realista" nuestra trasmisión de saliva, metiendo mi rodilla entre sus piernas para abrazarla mejor. Ella llevo sus manos a mis caderas, para después bajar hasta mi trasero y apretarlo con fuerza.
Por favor, que nadie mas no esté viendo.
Al terminar, hizo un sonido bastante pornoso con mis labios al soltarlos bruscamente, tanto así que quería llorar, pero decidí mirar hacia otro lado.
La mamagueba estaba comiendo chicle de sandía, gracias señor gracias.
-Ella tiene todo lo que quiero y yo tengo todo lo que ella quiere. No necesitamos a un hombre para sentirnos completas, grandísimo idiota. Así que... -Kimi sacudió sus manos- Dale por ahí.
El hombre, tal parece que con una erección, siguió su camino, pasándonos por un lado y mirándonos con la peor cara de sádico que se pueden imaginar. Al perderlo por completo de vista, escupí.
Escupí una, dos y tres veces. Pero escupí.
-¿Era necesario que me metieras la lengua? –Gruñí, volviendo a escupir- Casi me la metes hasta la garganta...
-Ese es el chamo que te conté la otra vez, el carnicero, no lo soporto. Siempre anda molestándome –Se quejó- tenía que hacerlo para que fuera creíble, tampoco beso tan mal.
-No, no. No besas mal, pero joder... Kimi. Puto asco.
Ella rio.
-No seas boba, ¡Vele el lado bueno! Ya nos besamos, la segunda fase es que nos metamos los dedos y la tercera es hacer tijeritas –Me miro con cara picara- Yo estoy dispuesta.
No sí.
-Me gusta la verga de Jeon, sorry bae.
Kimi soltó la carcajada de su vida y juntas nos dirigimos hacia el liceo. Donde por suerte no estaba la profesora Sayuri, que raro, tengo tiempo que no la veo.
Cruzamos el pasillo de la entrada y a lo lejos vimos a Solji con los ojos cristalizados, siendo arrastrada del codo por su mamá.
-¿Ves lo que provocas? Ni creas que te voy dejar estudiar estando preñada.
Pasó por nuestro lado y preferí no saludarla. No quería que su mamá la tratara peor. Solji forcejeaba y le pedía que por favor la soltara, pero ella hacia caso omiso a sus palabras y la jalaba aún más fuerte. Hasta que salieron del liceo.
Pobre Solji.
-¿Crees que la haga abortar? –Pregunte, Kimi se hundió de hombros.
-Posiblemente... eso le pasa por no usar protección –Dijo, imitando la voz del profesor Taehyung, yo reí.
-Por cierto –Recordé- ¿Hiciste el trabajo que él mando?
Ambos nos miramos con los ojos bien abiertos, señal de que ninguna había hecho tal trabajo. Siempre nosotras en la luna, pensando en los nepes de nuestros profesores.
-Tch, no importa. Igual no es como si el profesor Taehyung se reincorpore hoy ¿verdad?
Kimi tiene razón, el profesor Taehyung no vendrá hasta mayo, según el reporte medico, y apenas estamos en febrero. Por cierto, se acerca el cumpleaños de Hoseok.
Va haber rumba en el barrio.
Fuimos a nuestro salón y ¿Qué creen? En estos juegos, la suerte no está de nuestro lado.
Editado: 31.03.2020