Profesor Jeon

capitulo 46

 

-¿Qué hacemos? –Pregunto Jimin, subió la manga de su camisa para ver la hora en su reloj- Son casi la tres.

-No sé ustedes, pero yo tengo hambre –Dijo Jungkook acariciando su abdomen, yo lo mire atónita.

Pero si acabamos de comer, y él se comió DOS hamburguesas.

Jungkook torció su sonrisa, haciéndome reír.

-Tengo un agujero negro en mi estómago...

-Sí, ya vi.

-¡Dani mira! –Kimi me tomo del brazo, señalando una tienda de victoria secrets.

Yo la mire sin ganas, quedaba muy lejos y no quería caminar. ¿Qué parte no entiende de que me duele el puto cuerpo?

-Andaaa –Hizo puchero. Yo negué fastidia- ¿Ves? Tú no me quieres. Si fuese Jungkook quien te lo pidiera si lo hicieras.

Pele mis ojos ante su acusación, queriendo que se calle. Jungkook apretó los labios, ocultando una sonrisa. Dios mío que vergüenza.

-Me duelen las piernas, no –Gruñí, queriendo ir al banco que estaba a pocos pasos de mí pero ella volvió a jalarme para ir a la tienda- ¡Kimi!

-Vayan. Nosotros iremos por algo de comida –Dijo Jungkook, jalando a Jimin por el brazo, este lo miro atónito- ¿Qué?

-Naguara, ¿Enserio vamos a volver a comer? Yo estoy full.

-Aja, ¿Acaso tú vas a comer?

Jimin rodo los ojos y camino con Jungkook a quien sabe dónde. Kimi volvió a jalarme y yo me solté de mala gana, sentándome en el banco.

-¿Enserio me harás ir sola? –Hizo puchero, ni crea que me hará levantarme de aquí- ¡Daniela! Ya no estamos mucho tiempo juntas, ¿puedes hacerlo por mí?

-¡¿Pero es que tú no entiendes que me duele?! –Dije entre dientes- ¡Me duele mí desvirgada totona!

-¿Entonces por qué estas sentada? Te dolerá más.

Ah...

-Kimi, no. Quédate quieta –Dije sin ganas- Ven, siéntate aquí conmigo... -Palmee el espacio aun lado de mí, ella me miro molesta- Tch, ¿Qué quieres?

-¡Que vengas conmigo!

-¡UUYYY!

Estire mi mano y ella me jalo con facilidad, dando brinquitos hasta llegar a la tienda. Entramos, yo con mi ánimo por el piso.

Estaría feliz si no fuera porque al caminar siento como si me fuese a caer.

Por suerte nos dejaron entrar con el uniforme.

Kimi fue a ver unas cosas mientras yo me dispuse a ver los perfumes y cremas, ojala yo pudiera tener una de esas.

-Hey... -Kimi me llamo y al verla, tenía puesto un brasier azul sobre la ropa. Mirándome divertida, reí.

Esta tarada.

-¡Vamos a probarnos lencerías!

-No, deja eso antes de que nos corran.

-Aburrida... -Hizo puchero, enseñándome unas bragas con encaje- Esto se te vería muy bonito.

-Claro, a mi todo me queda bien –Reí, siguiéndole el juego. Seguí viendo la ropa interior, sintiéndome avergonzada por mis braseares viejos y rotos.

Desde hace añales que no tengo ropa interior decente.

Tome un conjunto de encaje negro casi transparente y no pude evitar imaginarme en él. Para que luego Jungkook me lo quite con los dientes.

 

Hm... Jungkook.

Los recuerdos de anoche vinieron a mi mente, formándose en mis labios una sonrisa traicionera.

La pelvis de Jungkook moviéndose contra mí, sus fuertes manos en mi culo, su rica manera de moverse y todos los músculos de su espalda contrayéndose.

Todo de él, es la puta gloria.

-¿Te lo vas a probar? –susurro Kimi en mi oreja, apoyo su mentón en mi hombro, tentándome con su mirada. Yo sonreí.

-Si lo ensucio, tendremos que pagarlo...

-Jungkook lo pagara.

-No seas... TAN TÚ –Le di un golpecito en la frente, haciéndola reír. Deje el traje de lencería donde estaba y pase mi brazo por detrás de su codo para seguir viendo otras cosas.

No había mucho que ver, o quizás sí. Pero no estoy muy interesada en estas cosas.

Solo me quiero sentar, enserio. Ò dormir, dormir en el pecho de Jungkook.

-¿Qué se siente tener un pene dentro? –Dijo Kim de repente, sacándome de mis pensamientos.

-Bien...

-¿Bien? –Me encaro, yo sonreí un poco avergonzada- ¿Bien?

¿Qué podía decirle? La verdad es que no encuentro las palabras exactas, se siente bien y ya. Siempre y cuando sea el pene de Jungkook.

Hm... el pene de Jungkook..

-Se siente rico.

-¿Qué se siente rico?

Gire rápidamente, teniendo el corazón a mil. Jungkook saboreo su chupeta, mirándome travieso.

¿Qué? Me perdí ante su sensualidad, perdón.

-Tener un p-

-¡pollo en la boca! –Dije, tapando la boca de KImi antes de que soltara una estupidez. La mire fijamente, amenazándola de que se callara.

-¿Un pollo? –Pregunto Jungkook, haciéndose el tonto- o ¿Polla?

Abrí los ojos como platos al escucharlo decir eso. Jungkook se rio en mi cara.

No mamen... Su risa me hizo tener un orgasmo.

-Les compre chupetas –me dio la mía, la cual era de mente. Kimi extendió su mano, esperando la suya- Jimin tiene la tuya, está fuera de la tienda.

Kimi fue en busca de su chupeta mientras yo destapaba la mía. Le quite el envoltorio y al metérmela en la boca mire a Jungkook, quien estaba observando atentamente mis labios. Lamí un poco, viéndolo sonreír.

Este hombre se pasa.

-¿Puedes disimular un poco? –Susurre, queriendo que dejara de mirarme así, me intimida.

-¿Qué? –Rio- Eres tú la que piensa cosas raras –volvió a meter la chupeta en su boca, mirándome con sus ojos entrecerrados.

Es que hasta se ve sexy comiendo chupeta. Les apuesto que le ponen un pañal cagado en la cabeza y sigue viéndose irresistible.

¿Por qué lo has hecho tan bien, Diosito, Por qué?

-¿Podemos irnos a tu casa? –dije, queriendo que por favor nos fuéramos ya.

-¿Te quieres ir? –Asentí, intentando no parecer desesperada- Le diré a Jimin que nos lleve.

Antes de empezar a caminar, Jungkook tomo mi mano y la entrelazo con la suya. Salimos de la tienda, yo con mí con mi felicidad hasta el cielo.




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