Pov Jeon Jungkook...
- ¿Entendieron? –Pregunte. Girándome para ver cada uno de los rostros en el aula. Detallando cualquier rostro de duda o confusión. Todos respondieron un "sí" en coro, y eso me basto para cerrar el marcador- Recuerden que tienen examen de esto el lunes, les estaré enviando una guía con varios ejercicios para resolver, por correo, para que vayan practicando... y realmente espero que lo hagan –Sonreí- Tengan un buen fin de semana.
-Igualmente profe –Respondieron, escuchando como cada uno se levantaba de su sitio y se dirigía a la puerta para salir del aula.
Casi estaba culminando el nuevo periodo escolar, primer lapso del nuevo año, para ser exactos. Rostros nuevos, alumnos nuevos, incluso sección diferente. Estaba dando ahora mismo 4to año de secundaria.
Es realmente raro cuando no estoy con ninguno al que le haya dado clases en el pasado, pero ya estaba tristemente acostumbrado al cambio. Pero eso no significa que no joda la mayoría del tiempo...
Es fastidioso.
Me acerque a mi escritorio para recoger mis cosas, con ansias de salir de allí lo antes posible. Al fin había llegado el día que tanto había esperado, hoy era el día en el que iba a ver, por fin, a Daniela después de tanto tiempo. Y nada me emocionaba más que eso.
En mi labor de meter todas las cosas en mi maletín, una estudiante se paró frente a mi escritorio.
- ¿SIP? –Dije, queriendo ser lo más simpático posible, aunque no estaba de ánimos.
Sabía que estudiante era, y no me apetecía soportar su raro traro hacia mí, el cual empezó desde que se inició el nuevo año escolar.
Una chupeta se aparecía en mi campo visual, llamando por completo mi atención. Ella me la extendió, y no tuve más que otra que recibirla en mis manos. Un poco avergonzado por tal regalo.
-Hoy no es mi cumpleaños –Bromee, ella soltó una de sus tan falsas e insoportables risitas de coqueteo.
Que me estresan.
-Lo sé, usted cumple el primero de septiembre.
Ah...
-Pensé que quería endulzarse un poco la vida. Lo note hoy bastante tenso y angustiado –Sonrió de lado, juntando sus manos para aparentar ser una bobita alumna inocente- ¿Se encuentra bien?
Aunque ella no tiene que aparentar, de por sí, ya lo es. Aunque borrando la palabra inocente de su historial.
-Sí, Gracias -Escondí la chupeta en el bolsillo de la camisa, Sonriendo ante tal gesto.
- ¿Seguro? Sabe que puede contar conmigo para lo que sea, yo a usted lo veo más que mi profesor, un buen amigo y...
-De hecho, si, tu... Estem... –Acaricie el puente de mi nariz, intentando recordar su nombre- ¿Cómo es que te llamas tú? –La mire, ella al instante se le borro la sonrisa ante la decepción.
-Tatiana.
La verdad es que si me sabia su nombre, pero tengo que hacerle saber mi desinterés por lo que cada vez intenta hacer conmigo. Tiene que caer en cuenta que lo que hace no causa lo más mínimo en mí, y trazar una MUY gruesa línea entre lo que ella quería y lo que yo quiero. Y en este preciso instante, lo que más quiero es irme.
Voy a ver a Daniela.
-Tatiana, escucha. Si me encuentro muy bien, gracias por tu preocupación, enserio lo agradezco. Me siento muy.... Muy agradecido –Solté, tratando lo más posible de no herir sus sentimientos. Porque tampoco quiero sentirme culpable de hacerla llorar y tenga que consolarla antes de irme.
Seria ya el colmo, y no me parece
- Es un lindo gesto de tu parte...
Ella volvió a sonreír, viéndose claramente como se le inflamaban los cachetes de esperanza y felicidad, volviendo a esa mirada seductora que siempre me hace. Y esa mierda me da rabia.
Pero no voy a ser cruel, no debo. Bueno, si debo, pero no quiero.
No, mentira, no debo, pero si quiero.
-creo que eres una buena estudiante –mentira- con buenas calificaciones –mentira- y que, además, es responsable... -Sonreí, intentando pensar con claridad lo que estaba a punto de decirle- Pero te voy a pedir que; Dejes de creer que soy idiota, y que dejes de insinuárteme.
Sus ojos se cristalizaron al instante, transformándose la tristeza en su rostro. Enserio no quiero lastimarla, de verdad que no. Pero la rabia y molestia podía conmigo, estaba harto de ella.
-Lo único que estas logrando es que enserio me moleste y ponga mano dura en esto, y supongo que tú no quieres eso –intentaba lo más que podía, controlar el volumen de mi voz, y tener las manos firmemente sobre el escritorio. No sabía por la expresión de mi rostro, pero al verla bajar la mirada completamente avergonzada e intimidada, supe que no la estaba viendo del todo agradable.
Capaz se note lo estresado que estoy.
-Y-Yo no quería que se molestara conmigo –susurro, con voz quebrada y casi inaudible. Alzo la vista, mirándome apenada- Yo solo quería que supiera lo mucho que lo quiero.
Suspire rendido, lo que menos quería era que esto pasara, no quería tener que llegar a la declaración para rechazarla y luego irme. Solo quería decirle que dejara su juego, ¿Por qué todo tiene que joderme? Especialmente hoy, cuando voy apurado a un reencuentro muy importante con el amor de mi vida, que va a salir de la universidad para celebrar conmigo sus vacaciones de diciembre.
Maldito Seok Jin y su falta de personal.
Mire el techo del aula, queriendo encontrar las palabras correctas para no sonar como un grosero y que me odie por el resto de su vida. Pero claro ¿Cómo coño encontrare... Mierda ¿En qué momento alguien dejo las huellas de sus zapatos en el techo?
- ¿Profesor? –Me llamo ella, haciendo que saliera de mi trance- ¿Está molesto conmigo?
Miré su rostro nuevamente, viendo tal tristeza y vergüenza en su rostro, supe que no había necesidad de nada más. No tenía que ser tan duro con ella, Solo hacerle entender los limites, después de todo, seguirá siendo mi estudiante hasta que pase de 4to año.
Editado: 31.03.2020