Rebecca
Corrí por el bosque tratando de esconderme mientras el resto de mi familia se peleaba entre sí, sabía que lo mejor era guardar mis energías en el caso de encontrarme a Keaton. No teníamos mucho espacio para escondernos, considerando que al otro lado del bosque se encontraban los Briand compitiendo, habían cercado aquel día el bosque así cada familia tendría su arena de combate.
Me subí a un árbol escondiéndome entre sus ramas con ayuda de un hechizo para que hubiera más hojas que pudieran esconderme. No pude evitar preguntarme como iría Madison en su competencia, pero rápidamente alejé esos pensamientos pues por ahora debía enfocarme en mi competencia y en sobrevivir.
No pasó mucho cuando los disparos sonaron, aquello indicaba que alguien había caído, específicamente 5 aún faltaban 20.
Y así fue pasando el tiempo, me mantuve atenta a cada movimiento cerca y observé alrededor mientras escuchaba disparos cada cierto rato, estaban cayendo con rapidez y la verdad empezaba a sentirme como los juegos del hambre y agradecía que el asesinato en la competencia estuviera extremadamente prohibido. Sabía que la razón de que todos estuvieran cayendo era Keaton, supongo que nadie sabía lo fuerte que era, ni siquiera yo lo sabía, pero tenía una idea.
Solo debían quedar unas cinco personas en competencia cuando me encontraron. De pronto las hojas del árbol cayeron dejándome expuesta, no pasó mucho cuando frente de mí se encontraba mi tío Robin mirándome. Rápidamente tomé distancia de él y noté una sonrisa de su parte, conocía esa sonrisa, me estaba subestimando por mi reacción asustadiza haciéndome comprender que había logrado mi cometido.
—Sobrina, te rindes o te dejo inconsciente, tú decides.
—Espero me perdones por esto. —Y antes de que él pudiera hacer algo, lo atrapé con un hechizo de yerba creando una red de ramas dejándolo inmovilizado. —Con permiso. —Del bolso que dejó caer cuando lo atrapé tomé el polvo que necesitaba para avisar que lo había vencido. Con una pequeña llama lo encendí creando los fuegos artificiales y pronto escuché el disparo. —Nos vemos luego. —Rápidamente me escabullí en el bosque.
Buscaba un nuevo escondite cuando escuché un nuevo disparo, si no me equivocaba solo quedaban unas tres personas aparte. Me detuve de golpe al ver a unos metros de mi a Keaton junto a dos de mis primos que estaban listos para atacarle, me escondí detrás de un árbol y me dediqué a observar la pelea.
No fue una pelea que durara mucho tiempo, Keaton solo debió enviarle unos destellos para tener que dejarlos inconscientes, él estaba peleando en serio y creo que por la potencia de sus hechizos no le importaba la salud de los demás.
—¿Ya has visto lo suficiente como para querer enfrentarte a mí?, he guardado un poco de energía para ti, prima.
—Pensé en dejarte un rato para que puedas recuperarte, considerando que eliminaste a casi toda la familia de la competencia. —Él soltó una risa y yo salí de mi escondite para verlo frente a frente, bueno de todas formas nos separaban unos metros.
—¿En serio crees que me he agotado?, la mayoría de la familia son unos inútiles. Solo han competido creyendo poder vencerme, lo cual es algo tonto. He sido quien más se ha preparado para esto, mi padre incluso siempre debió tener el lugar de u padre dentro del consejo.
—No metas conflictos que no son nuestros. —Dije enojada, pero rápidamente volví a estar templada, la abuela de Madison me dijo que debía encontrar pensamientos felices que me mantuviera relajada para evitar cometer errores.
Mi primer beso. Mi primer beso con Madison.
—¿Por qué sonríes así? —Él me volvió a la realidad, bien ahora estaba lista.
—Porque sé que te venceré. —De un rápido movimiento me moví de mi lugar logrando evitar que un rayo de luz me golpeara. Curiosamente sabia ocupar la luz a su favor. Pude contratacar con mi enredadera, pero él no dudo en quemarlas.
Y fue en ese momento en que empezó la pelea, sus hechizos de otros elementos no eran tan fuertes como lo eran los hechizos de la abuela de Madison, pero sin duda no se alejaban demasiado. En este momento le agradecía a Rachel por haberme enseñado a correr por mi vida mientras empezaba a pensar en una estrategia.
Debía encontrar la forma de retenerle o incluso dejarle inconsciente, él iba en serio y yo también debía hacerlo. Mientras corría evitando sus ataques supe que hacer, solo lo había visto a Madison haciéndolo, pero no parecía una mala idea.
Tiré una bola de fuego en su dirección, pero no tuvo que moverse porque solo llegó al árbol a su lado, él me miró con una sonrisa burlona antes de mirar al árbol, en ese momento convertí la llama en luz lo suficientemente fuerte como para cegarle por unos segundos como si fuera un flash de una cámara. En un rápido movimiento volví a usar mi enredadera atrapándole e hice lo que él nunca espero que pudiera hacer, me metí en su cabeza. Cuidadosamente me acerqué y tomé su bolso, pero cuando estaba por prender el polvo para indicar que la competencia había acabado el rompió el control que tenía con él como rompió la enredadera, me había asustado y solo creé una gran burbuja atrapándole en ella, encendí el polvo creando los fuegos artificiales.