Prohibido

Capítulo 8

Capítulo 8

 

Mis fosas nasales se inundan por un olor amargo o a ¡Quemado! Me paro rápidamente de la cama y salgo corriendo, sigo el olor a quemado llevándome a un pasillo y después a una puerta blanca, abro la puerta y lo que viene a mi es una gran cantidad de humo y empiezo a toser, ya después de que el humo se dispersara veo a Thiago poniendo una sartén en el fregadero y abrió la llave de agua y empezó a votar vapor, se gira y me ve

 

  • Buenos días princesa — dijo sonriendo nervioso, yo no puedo evitar reírme él tenía la cara llena de harina y la camisa también— ¿te da risa esto? — pregunta caminando peligrosamente hacia mí.

 

  • Así es— digo entre risa.

 

  • Por qué no dejas de Reírte de mí y me ayudas, quería darte una sorpresa pero Laura no vino hoy y no se cocinar — dijo poniendo su mano en su cintura

 

El me mira un poco molesto pero yo lo que hago es reírme más, de repente siento que me cae algo en la cara y abro la boca y los ojos, me ha tirado harina. Miro a mi alrededor y veo a Thiago riéndose, ahora si se paso

 

  • ¡Thiago!— grito y él se empieza a reír —Me las vas a pagar —digo y tomo un huevo en mis manos y corro hacia él, Thiago trata de correr pero se resbala con algo y cae al piso, yo me pongo a reír —El karma— digo y me agacho

 

Lo siguiente fue que le pegue el huevo en toda la frente a Thiago, el sorprendido abre la boca

  • El karma— repito después me tomo por la muñeca haciendo que me cayera igual que él, no sé cómo hizo pero me puso abajo de él y su rostro estaba muy cerca del mío, su respiración acelerada chocando con la mía, mi corazón latiendo muy rápido

 

Ninguno de los dos decía nada esperando a que alguno hiciera el siguiente paso

 

  • ¡OH POR DIOS! — escuchamos una voz gritar, era una mujer, nos gitanos al mismo tiempo haciendo que nuestra burbuja se rompiera, vi a una señora como de 40 años, ojos marrones muy claros, cabello negro por los hombros, piel muy blanca y ella debía ser Laura ya que su vestimenta la delataba, Thiago se paró y me ayudo a pararme

 

  • Hola Laura — dijo Thiago sonriendo mientras se levantaba y me ayudaba a mi

 

  • ¿¡Que ha pasado aquí!?— dijo ella molesta, al parecer no había notado mi presencia

 

  • No habías llegado y supuse que no vendrías hoy, así que me puse a cocinar— dijo el como si nada — sabes que no se cocinar — ella se cruzó de brazos, al parecer ella se percata de mi presencia, Thiago lo nota—oh, ella es Shara, Shara ella es mi ama de llaves Laura— yo sonrió tímida—la vas a ver más seguido por aquí

 

  • Vaya por fin trae a una chica, pensé que moriría solo y sin hijos—dijo ella y empecé a reírme y él se cabreó

 

  • Y si es así tendrás que alimentarme por un largo tiempo entonces —dijo guiñándole el ojo.

 

Le extiendo la mano pero me doy cuenta que la tenía llena de huevo y la eche para atrás

 

  • Shara vitarii— dije sonriendo — No le doy la mano por que la tengo llena de huevo— ella sonríe

 

  • Laura Jensen— dice sonriendo— ahora si me disculpan, tengo que limpiar este desorden — dijo ella un poco molesta y Thiago asintió

 

  • La puedo ayudar— dije lavándome las manos y ella enseguida se negó

 

  • No cariño, tranquila, deberías ir a lavarte —Dijo ella y yo asiento y salgo de la cocina con Thiago

 

  • Pobre, tiene que limpiar el desastre que hiciste—dice Thiago y yo lo golpeo en el brazo

 

  • ¿Yo? ¿Quién era el que quería quemar la casa?—digo y él se ríe.

 

  • Yo solo quería hacerte el desayuno — dice él y entramos a su cuarto y reímos. Salimos de la cocina y caminamos hacia su habitación

 

  • Y ¿tu...prima?— pregunte y recordé lo de anoche

 

  • Se fue, tenía que hacer unas cosas—dijo, yo solo me límite a asentir— ¿por qué?

 

  • Mmmmhh...no lo sé no la vi esta mañana, creí que se quedaría— dije rápidamente y levante mis brazos — me iré a bañar— cambie el tema rápidamente

 

  • Te acompaño, digo tenemos que ahorrar agua, sabes el calentamiento global y todo eso— dijo caminando de tras de mi al baño, yo me pare en toda puerta y me gire poniendo su mano en el pecho

 

  • En tus sueños nada más — le guiñe el ojos y cerré la puerta a mis espaldas




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