Prohibido Will Flynn

༺ ᒪᗩՏ ᑕᕼIᑕᗩՏ ՏᑌᑭᗴᖇᑭOᗪᗴᖇOՏᗩՏ ༻


༺ ᒪᗩՏ ᑕᕼIᑕᗩՏ ՏᑌᑭᗴᖇᑭOᗪᗴᖇOՏᗩՏ ༻
 


 


Seis meses después... 
 


 

El batido de fresa que probé en el nuevo local que nos trajo Grace estaba megasuperhiper deliciosísimo. No exagero, me consideraba una persona sumamente crítica en lo que respectaba a los alimentos.
 


 

Meh, a quien quiero engañar. Comía cualquier cosa sin si quiera mirar la fecha de vencimiento. Y más si eran golosinas o frituras. 
 


 

Pero volviendo al tema de los batidos en este lugar merecía un 10 de 10. Bueno, el de fresa. Porque los demás sabores aún no había probado, pero dime tú, para que están los amigos si no.
 


 

—Hey Grace, préstame un momento tu malteada. —lo tomé sin si quiera recibir una confirmación de su parte.
 


 

Saqué la pajilla del mío y lo metí en el vaso de Grace ante la mirada de ambas personas frente a mí. Omití en la forma que me miraban y absorbí el contenido del vaso. Era de sabor vainilla... 
 


 

—Uhmmm, sumamente exquisita—pronuncié después de probar un poco y luego otro, hasta que aquel manjar se me fue arrebatado—. Eso fue egoísta de tu parte, Lowell.
 


 

Grace sacó la pajilla y lo tiró a la mesa a unos centímetros de mi vaso, colocó el suyo y tomó de su deliciosa malteada. La miré con los ojos entrecerrados y ella se limitó a sacarme la lengua en un acto totalmente infantil.
 


 

—Y tú que dijiste, ¿yo ya me salvé?
 


 

Agarré la malteada del castaño y sin cambiar de pajilla lo absorbí antes que me lo quitara. Ni bien el líquido tocó mi lengua sentí como si algo explotara dentro de mi boca, una sensación preciosa se instaló en mí. Dios mío, esto era el cielo. Esta... Esta... 
 


 

—Esta malteada de chocolate está muy muy muy muuuy rica. —musité sin dejar de probarla. 
 


 

—Halsey, devuélveme mi maldita malteada ahora.—espetó haciendo un gesto con su mano. Agarré la malteada y la puse en mi pecho en clara negativa—Grace dile algo. Siempre hace eso, los helados, hamburguesas, la pizza...
 


 

Con mi mano libre empujé la malteada de fresa en dirección a él.
 


 

—No seas chillón William. Ahí está, te regalo mi malteada de fresa. —ofrecí, negandome rotundamente a devolvérselo. 
 


 

Dirán, ¿por qué esta maldita loca no se compra una malteada de chocolate y ya? 
 


 

Razón 1: No tenía dinero, había olvidado la bendita cartera en casa. 
Razón 2: Me fascinaba molestar a Will. 
Razón 3: Era divertido molestar a Will. 
Razón 4: Él siempre traía dinero. 
Razón 5: ¿Ya mencioné lo de molestar a Will? 
 


 

El movió la cabeza mirándome con fingido enfado. Ay la nena, siempre finge molestarse para salirse con la suya. 
 


 

Seis meses después de que Will casi dejara papilla a mi Locky, e hiciera un gran show en mi casa de sus supuestas fracturas en su cuerpo y de la casi golpiza que me dio mi madre por dejar al muchacho tirado como una porquería después de que el pobre casi se descalabrara...
 


 

Posteriormente de todo el embrollo de hace seis meses aquí estábamos los tres sentados en una de las mesas del nuevo local de malteadas que había ignaurado hace una semana como los grandes amigos que éramos ahora. 
 


 

—Bueno ahora qué ¿Vamos por pizza? Yo invito—propuso Will, entrelazando sus manos por encima de la mesa.
 


 

—Ay no, hace una hora compramos helados cerca de la plaza y ahora malteadas ¿a caso el destino y ustedes conspiran para engordarme?—replicó Grace, como si realmente estuviera afligida.
 


 

Después de su comentario dramático Will y yo y estábamos de pie con intención de salir del local. De hecho, yo nunca me negaría nada relacionado con la comida, aún menos si es gratis.
 


 

PARFAVAR.
 


 

Y Will, bueno ese sujeto parecía tener un agujero negro en el estómago. Comía cómo si no tuviera fondo y aún así seguía en forma. Disque el ejercicio ayudaba, por mi parte ni una sola sentadilla podía realizar. Aún recuerdo cuando...
 


 

—¿Y entonces que?—insistió Will cruzandose de brazos, espectante a nuestras respuestas.
 


 

—Hey amigo, estoy parada aquí junto a ti—moví la mano en el espacio que nos separaba—. Eso quiere decir que estoy más que dispuesta a seguir comiendo, además ¿cuando me he negado ante acto tan amable de tu parte?
 


 

Will asintió con la cabeza y diciendo un: <<Es cierto querida Halsey>> 
 


 

—Seee. —murmuré. 
 


 

—Seee—repitió él. 
 


 

Estuvimos así repitiendo un par de veces más hasta que chocamos puños. El carraspeo de Grace nos obligó a centrar nuestra atención en ella. 
 


 

—Cómo les digo he notado que estoy subiendo de peso y... 
 


 

—Ay por favor Lowell, te conozco y sé con que intenciones lo dices, quieres que te digamos lo contrario. Pues si, estás super bien, y delgada. Ahora si larguemonos por esa pizza. —mascullé en tanto me daba media vuelta para salir. 
 


 

Will me cogió del brazo impidiendo mi salida y me posicionó a un lado de él. Miré su chaqueta negra y noté una pequeña mancha, le avisé y el bajó la mirada hasta el punto donde señalé. 
 


 

—Oh es cierto—dijo sacudiendo—. Volviendo al tema de Grace. Estás preciosa ¿si?—desvío su mirada hacia mí— Y tú no seas tan insensible. Además tenemos que ir los tres si no, adiós pizza. 
 



#33262 en Novela romántica
#21257 en Otros
#3188 en Humor

En el texto hay: prohibido, drama comedia, romance amor

Editado: 22.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.