“¿Mila eh?” el día que conocía Mila, mi corazón lloraba por un arranque de tristeza incontrolable, al verla hizo que mis pensamientos se centraran solamente en ella, la única vez que tuve contacto con ella, fue la noche siguiente de que la conocí, paso todas las noches por ese puente y no puedo encontrarla, esas palabras “es que acaso tu puedes verme” me han taladrado la cabeza y no puedo dejar de pensar en lo sucedido, aunque toque su mano y se sentía cálida, realmente habré visto a un fantasma o solo será una chica que me hizo un broma de mal gusto, ya ha pasado 1 mes y no la he vuelto a ver y sigo preguntándome qué es lo que miraba en el agua aquella noche…
Hoy tengo el día libre iré con Fred y Lucy a ver una película, espero no toparme con Irina me he enterado que está saliendo con otro chico, mientras camino para verme con mis amigos estos pensamientos no dejan mi mente tranquila eh caminado y caminado y sin querer he llegado al cruce del puente, me detengo cierro los ojos y respiro profundamente cuando escucho una voz, “¿A dónde vas?” volteo mmm no había nadie quizá solo fue mi imaginación, me pregunto porque quiero volver a ver a Mila cruzo el puente vuelvo a voltear por última vez como esperando a que aparezca en cualquier momento, de repente veo a alguien, oh cielos no es Mila es Irina, verla tomada de la mano con ese chico hace que mi sangre hierva de celos, pero no puedo hacer nada si ella así es feliz que puedo hacer?
Pasan por un lado de mí y una lagrima sale de mis ojos agacho la mirada y vuelvo a escuchar una voz, “no llores” volteo y me doy cuenta que solo son mis pensamientos queriendo jugar conmigo, sigo mi camino y llego al cine, vimos la película pero en realidad no preste nada de atención, es increíble que ya haya pasado 1 mes y siga sin superar a Irina, el día fue muy largo, reí con Fred y Lucy comimos, caminamos, jugamos pero realmente me sentía ausente en esos momentos, ya de regreso a casa, me detengo en el puente y miro el lago a observar el reflejo de la luna, no me percate de cuánto tiempo estuve ahí cuando me di cuenta ya pasaba de la media noche, al voltearme la vi, ahí estaba parada a un costado del puente observándome y sonriendo, Mila? Me pregunte, acento con su cabeza y se acercó a mí, que haces aquí tan tarde? Me pregunto, le regrese la pregunta cuestionándola, que haces tú aquí tan tarde?, me miro con esos ojos oscuros y penetrantes, volvió a sonreír y me dijo, quien podría hacerle daño a alguien que ya ha muerto? Sus palabras causaron en mi cuerpo un terrible escalofrió y le dije, deja de bromear, como es que puedo verte y sentirte?, ella me miro y agacho su mirada “no lo sé” contesto al alzar su mirada hacia mis ojos se quedó en silencio unos segundos y exclamo “pero me da gusto que puedas hacerlo, no sabes lo triste que se siente pasar cerca de las personas y que nadie pueda verte, no poder sentir la calidez de una persona, no poder hablar con nadie”, no sentí miedo, no sentí más temor, solo una inmensa ganas de abrazarla y así lo hice, en ese momento sentí como mi corazón palpitara tan fuerte que logre escucharlo y le pregunte “¿Quién eres tú?” y me respondió “soy Mila” le hice una serie de preguntas seguidas de sus respuestas “como moriste?” “no recuerdo” “acaso buscas algo bajo el lago?” siento la necesidad de encontrar algo, pero no sé qué es”, la mire, realmente me gustaba mirarla, no recuerdo haber visto unos ojos tan bellos como los de ella.
Paso la noche no recuerdo cuando regrese a casa, no recuerdo más que ese momento con Mila, no recuerdo cómo es que llegue a mi habitación, no recuerdo haberme despedido de Mila, al día siguiente falte al instituto, y busque en internet porque la gente podía ver espíritus, parecía una locura lo que estaba haciendo, no entendía nada de lo que investigaba, y me preguntaba, “¿Por qué solo yo puedo verla?” hasta que llegue a un artículo un tanto extraño.
El artículo decía que las personas que ven un espíritu tienen la opción de ayudarlos a encontrar la paz dentro de sus almas atormentadas que no pueden dejar este mundo porque han dejado algo pendiente, están conectados de alguna forma a ellos, leí varias historias similares a la mía hasta que comprendí todo, tenía la opción de encontrar la paz de Mila y junto a su paz posiblemente encuentre la mía, o la opción de dejar su alma en manos de alguien más.
Ese mismo día por la tarde Salí para volver a ver a Mila, una llamada entro a mi teléfono y conteste, era Fred que me preguntaba si estaba bien, porque había faltado al instituto, le dije que estaba todo bien solo que no tenía ganas de asistir hoy, después de una pequeña charla colgamos ambos el teléfono y me senté en una banca cerca del puente a esperar el anochecer, no fue mucho el tiempo cuando el sol se metió y la oscuridad empezó a cubrir todo el lugar, tenía un poco de sueño y bostecé si darme cuenta ahí estaba ella viendo el reflejo de la luna en el lago.