Capítulo 6 Persecución
De inmediato desde donde atracaron los barcos de imperio en Malta, se apresuró la tripulación a izar las velas y el timonel a hacer girar el barco, éste mecanismo fué repetido por algunas embarcaciones con bandera imperial y de inmediato unos pocos minutos de arduo trabajo tambien de los galeotes que habían podido subir a remar4 zarparon dos dromones a la caza del que había sido hurtado, para evitar que el valioso armamento secreto cayera en las manos del enemigo sin embargo habían olvidado algo bastante importante, los cañones de a puerto que estaban emplazados como baterías de artillería costeras aún estaban en poder del Condotiero Francesco, estuvo sumamente enojado por el revés de lo que parecía un plan perfecto, sin embargo, no todo estaba perdido, mientras tomaba un libro hecho de papiros antiguos y hojeaba una ruta marítima, entre tantos papeles tomó su brújula y reunió a los hombres de la guardia Maltesa , que se componía de venecianos y sicilianos que le eran leales todavía, acto seguido solicitó un informe de la situación.
Un señor de aproximadamente 30 años acompañado en su brazo por su esposa Stella una dama de la alta sociedad del puerto de Malta con cabello color marrón y con vestidos de alto coste, caminaron a través del pasillo cubierto con placas de piedra caliza con esculturas y grabados en la pared, aparte de óleos frescos decorando la amplia sala de estar, para hablar con el condotiero y externarle su descontento y un informe de la situación.
-Señor, hemos sufrido una inesperada respuesta de parte de los bizantinos me temo... Comenzó a decir con un aire de preocupacion mientras Francesco, el condotiero le miraba atentamente
-Espero que me puedas explicar como un plan perfecto pudo haber sido tan brutalmente desperdiciado, me prometiste que la operación sería un éxito, esto solo da vergüenza.- Espetó en un tono completamente furioso y lleno de ira Francesco.- Ahora que no tenemos más hombres no nos queda de otra que dejar la isla, sin fuego griego y sin botín, esto lo pagaran caro esos bizantinos cobardes, mira que atreverse a faltarle al respeto al Condotiero y a la República de Venecia es inaceptable, estos cerdos deben pagar por su afrenta
-Señor... si me permite informarle, no todo ha sido pérdida, verá hemos capturado un dromón con ayuda de algunos cómplices que aun teníamos
-¡¿Y dónde está en este momento?!- espetó
-ha zarpado hace unos minutos hacia la península italiana-Contestó su subordinado
-Que se apresuren los cañones a abrir fuego a discreción contra los barcos bizantinos, no podemos permitir que le den caza y atrapen, ya tenemos la joya de la corona en nuestras manos, con el fuego griego no solo seremos capaces de derrotar a la flota bizantina, me atrevo a decir, que podremos incluso tomar la ciudad de Constantinopla, y será para la República de Venecia, ahora, rápido, rápido, movilicen a los artilleros, quiero a esos barcos en el fondo del Mediterráneo- Dijo el Condotiero mientras caminaba apresurado
-En seguida, Condotiero- ya escucharon, ordenen a los artilleros que abran fuego, - dijo al capitán de artillería, quien se enfiló de camino a la playa. Mientras tanto Francesco meditaba un momento, tal vez un minuto, un segundo, o una bala de cañón definirían si escaparía con su preciado tesoro.
Mientras tanto En la costa de la isla de Malta, a unos dos kilómetros de la casa de Francesco los barcos después de que los aparejadores pusieran las velas de los navíos, salieron un total de veinte navíos con bandera bizantina romana orienta, habían divisado la silueta del dromón Balista que se alejaba en su ruta de escape, pero los barcos de Bizancio se habían alistado para darle caza y para atrapar al dromon que había caído presa de los venecianos
-A toda vela, quiero a esos traidores y a esas ratas pestilentes de Italia bien en el fondo del mar me entendieron Rápido, a remar debiluchos sin honor, ¡quiero a ese barco en nuestro punto de mira! - Se escuchaba gritar a el capataz de el compartimiento de remeros que sin descanso seguían con todas sus fuerzas empujando para darle impulso al barco, mientras se veía como poco a poco la flota de los veinte cazadores acortada distancias con el fugitivo, se oían los cuernos de batalla desde la cubierta de algunos barcos quienes para motivar a su tripulación a que trabajasen más rápido y como un arma psicológica contra el fugitivo, donde sus tripulantes trataban angustiosamente de alejarse milagrosamente
-Mientras sonaron varios estruendos y balas de cañón comenzaron a impactar en el casco de varios barcos que estaban persiguiendo
Arcadius estaba en la sala donde hablaba el capitán Alexander aun malherido y pertrecho en su camarote, junto con todos los soldados que habían desempeñado una labor importante
-Balance de pérdidas, doscientos hombres y un barco capturado, además el cerebro detrás de esta enorme traición y todos sus cómplices se ha dado a la fuga...sabía que no debíamos confiar en ese cerdo de Francesco, nunca debimos acceder a su trampa para empezar... esto es simplemente inconcebible- dijo el capitán Alexander tosiendo aun, había sobrevivido al terrible suceso que casi acaba con su vida y que se había cobrado la de muchos de sus soldados
Señor, lamento escuchar las pérdidas, pero estamos a toda vela, nos acercamos a paso firme al dromón fugitivo, en unos veinte minutos le tendremos a tiro y...
Se escucho el estruendo de la madera quebrándose y una fuerza impulsó al oficial a la pared incrustándose en ella, una bala de cañón de artillería le había acribillado de forma horrenda
-¡A cubierta! salgamos de aquí, rápido, nos llueven balas de ....- en ese momento otra bala impactó al capitán, quien quedo en el suelo sin vida