Ella es muy fría,
Pero en realidad es muy dulce y tierna, Solo tiene miedo a que la lastimen.
Kelly
-¡Hoy es el gran día!- Exclama Irene con algo de nerviosismo.
-Lo sé.- Dejo escapar un suspiro. Llegamos a la entrada de la casa de Stephen y me detengo al ver como Irene se detenía.
-¿Vienes?
-No, tengo que ir preparándome para lo de esta noche.-Enredó un mechón de su cabello rojo entre sus dedos.- Umm... ¿Está Johan? - Su pregunta me sorprende. Alzo ambas cejas y abro la boca para responder, pero ella me interrumpe dejando escapar una risita nerviosa.- Déjalo, no importa...uh ¡Nos vemos esta noche!
Y se fue corriendo tal Garfield en busca de su lasaña. Se me escapa una sonrisa. Entro a la casa aún sorprendida por su actitud.
Han pasado dos días después de lo sucedido aquella madrugada, dos días en los que me dispuse a ayudar a la gente de la manada, remodelando sus hogares y reforzando la seguridad, aunque esto no sirve de nada si no encontramos al traidor, o los traidores. Y con esto no me refería a los cazadores, si no a Caleb.
Aún se desconoce cómo lograron entrar los cazadores esa noche.
Caleb desapareció así como vino, en un parpadeo y sin decir nada, llevándose con sigo a los lobos que vinieron con él. Aun no entiendo su conducta. ¿No que nos odiaba? Pienso lo mismo que dijo Stephen cuándo lo vio ¿Qué está tramando?
"Proteger a alguien que ambos queremos" ¿Yo? "Ella y yo tenemos grande planes juntos " ¿planes? ¿Qué planes? Él lo dejó claro, me quiere en su manada antes de mi transformación. Pero, ¿por qué? ¿Por lo de ser una Sike? ¿O hay algo más? Las dudas parecían nunca desaparecer, acaban unas y llegan otras tantas más.
Y está el caso de que aún no recuerdo nada de lo que sucedió la noche de la fiesta de los iniciados ¿Por qué? ¿Es algún efecto secundario del cambio a vampira? Si hubiese tenido más tiempo con los antiguos...
La mañana siguiente después del ataque dieron entierro a los lobos de la manada de Stephen caídos en combate. Varios hombres hicieron desaparecer los cuerpos de los cazadores muertos, los pocos que sobrevivieron fueron encerrados en un calabozo, lugar que desconocía que había, para ser interrogados por Stephen cuando éste se mejorase.
¿Cuántos más habría? Según sé, los cazadores están por todo el mundo, lo que no se descarta la llegada de otro grupo de cazadores con el único objetivo de matarnos a todos.
Pero estoy segura que la próxima vez estaremos mejor preparados. Tengo que hablar con Stephen para desenmascarar de una vez por toda quien o quienes son los traidores. Es el primer movimiento que deberíamos realizar.
Son las dos de la tarde, faltan nueve horas para que vaya al punto de encuentro con los demás iniciados, y diez para mi cumpleaños número dieciocho, para mi primera transformación en mujer loba…
Paso una mano por mi cabello mientras subo a pasos rápidos las escaleras. Debería de estar haciéndome preguntas como… ¿Cómo será? ¿Dolerá? Pero es que lo que más me preocupa es la amenaza de Caleb.
No vi mucho a Johan después de lo sucedido, pues al estar Stephen en cama, él es el encargado de la manada ahora.
La doctora pudo sacarle la bala de plata a Stephen sin muchos problemas, pero la herida de su hombre aún no se cura, y seguirá así hasta casi una semana entera. Por lo que debe estar en reposo, cosa que no le gustó para nada.
Ninguno de los dos hemos tenido el momento para hablar sobre lo que los antiguos nos mostraron. Pienso que ellos nos resolvieron algunas dudas a cambio de dejarnos otras.
Abro la puerta de la habitación sin tocar y...
-Oh- Está sobre la cama y diría que desnudo de no ser por los ajustados y diminutos calzoncillos que lleva puesto. No puedo evitar observar su cuerpo trabajado, pues después de todo soy mujer y no puedo ignorar a un hombre así, así como está él. Veo el tatuaje que tiene sobre su costilla izquierda, dos rostros de lobos rodeados por una especie de lazo junto a un pequeño símbolo de un trisquel celta. ¿Qué significa? Entonces recuerdo que él está casi desnudo y yo lo estoy observando como una retrasada mental. Él estaba mirándose la herida sobre su hombro cuando le interrumpí.-Lo siento.
Vuelvo a salir de la habitación y me apoyo sobre la puerta dejando escapar un diminuto suspiro. Escucho su risa burlona.
- Por Dios Kelly, ¡Pero si ya me has visto como Dios me trajo al mundo! ¿Lo recuerdas?- Inquiere y yo enrojezco.
-Cállate o me iré.- Amenazo cruzándome de brazos. Pasaron varios minutos antes de volver a escuchar su voz.
-Ya puedes entrar. Se puede decir que estoy... presentable. Dudo antes negar con la cabeza y entrar. Una fina manta azul le cubre de cintura para abajo, su torso está desnudo.
Alzo una ceja mientras tomo asiento en un sofá color crema que está al lado de su cama. Las paredes son de un azul suave, un enorme sofá blanco está al otro lado de la cama, una mecedora al lado de una ventana de cristal con vista al bosque, un armario color caoba y una mesita de noche con una lámpara estilo victoriana.
-¿Cómo estás?- Pregunto mirándole a los ojos e intentando no bajar la vista.
-¿Cómo estarías si recibieras una bala de plata, mortal para los hombres lobos, en una zona peligrosa?- Alzo ambas cejas.- Es decir...
-Fatal. - Completo y el asiente.- Por lo que no podrás ser mi acompañante esta noche.
Irene me había dicho que todos los iniciados necesitan tener un acompañante que ya haya pasado su primera transformación para servir como un "guía" o algo parecido, y que sería mucho mejor si ese acompañante resulta ser tu compañero. Stephen no puede tomar ese papel, por lo que tendré que olvidar mi orgullo por una noche y pedirle a Johan que sea mi acompañante.
El negó repetidamente con la cabeza.- No. Quería decir que estoy bien.- Lo miro con incredulidad.- ¡Es cierto! Tú me interrumpiste y no me dejaste acabar la frase.
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Editado: 01.06.2020