Mi visión se oscurece, a lo lejos murmura esa voz —veras el mundo arder a tus pies— mi cuerpo comienza agitarse, mi respiración se corta, mis ojos solo ven oscuridad por todos los lados.
Mi espalda se siente mas pesada que antes, pero algo cambia, algo afilado atraviesa mi corazón. Todo pasa lentamente, aquello afilado era una especie de espada, siento un vació en mi cuerpo haciendo que cada vez sea mas ligero. Todo mi cuerpo se desintegra, mis piernas no estaban —¡¡Basta!!—.
Despierto asustado en la habitación cerca de la ventana, mi cuerpo aunque tembloroso todavía no podía moverme, comienzo a recordar todo lo que había soñado, era algo sin sentido, mi frente estaba ardiendo mientras suena el despertador. Todo parecía realidad como cualquier sueño pero nada tiene sentido como la vida misma. Con pesadez salgo de la cama y tomo mis lentes.
Bajo a la cocina con dificultad mientras Edward y Michael terminan de desayunar—¿tuviste una pesadilla?— alzo la mirada reaccionando a lo que dijo Edward, mi cuerpo comienza a temblar, mis manos sudan como antes, esa pesadilla es algo que mi cuerpo no puede soportar sentir otra vez. Pero recuerdo a David ahí usando ese traje extraño, tal vez fue por casualidad pero... tratar de estar en control al ver todo es imposible.
Recuerdo esa energía parecida a la mía que emanaba odio y venganza, de pronto recuerdo, Alan también tenia esa energía, pero es algo que ni siquiera se que es, aquel que hablaba debía conocerme pero no entiendo que significaba el encariñarse con ellos ¿de que hablaba?¿Como me conoce?.
Mi cuerpo no soporta mas la tensión que hago recordando todo eso y caigo en los escalones, Edward y Michael rápidamente me levantan, mi energía se desvanecido de mi cuerpo, mi vista comenzó a nublarse mas y mas haciendo difícil respirar o enfocar algo de mi entorno.
------------------------------------------------------
—¡Edward llama a emergencias!—Michael toca la frente de James, sus manos se sienten heladas cerca de el—James te recuperaras pronto— Edward y Michael seguían hablando preocupados pero James queda inconsciente con un suspiro entrecortado lleno de dolor y agonía, haciendo que Michael se desesperara mas. Minutos después llega la ambulancia, las sirenas resuenan en cada momento que pasa, la pulsación de James baja gradualmente, su respiración se corta constantemente haciendo que Michael caiga en la desesperación.
—se recuperara Michael— ambos suben a la ambulancia con algo de pesadez, la ambulancia comienza a avanzar al hospital —primero David y ahora James... todo esto es un infierno—Michael no puede mas y comienza a llorar con dificultad, Edward aun preocupado trata una ultima jugada —si quieres ser para-medico debes soportar esto, además sabes que estará bien—alrededor de la ambulancia los vecinos murmuran de lo que pasa, la mayoría hace preguntas a los para-médicos pero no responden. La ambulancia después de todo llega al hospital a tiempo.
\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
La sala de espera esta casi vacía, el silencio es algo constante ahí, pero unos pasos se escuchan a lo lejos del corredor haciendo eco por todas partes —¡¿donde esta mi hijo?!— todos voltean para ver Rosemary con el medico de turno, la desesperación se apodera de ella haciendo una tensión mas fuerte en el lugar —señora tranquilícese, su hijo esta estable solo vemos si hay mas dolores de los que hubo, estamos haciendo todo lo posible para que este bien—Rose cae en el hombro de su esposo George —¿podemos verlo?—.
El medico algo joven con cabello oscuro y ojos color miel suspira rápidamente —en cuanto puedan les avisaremos, por ahora estamos viendo si hay otras cosas que hayan causado los dolores— comienza hacerles preguntas sobre James, después unos minutos el medico se retira por el pasillo haciendo eco sus pisadas.
La familia se reúne mientras esperan noticias de James, el medico deja el porta-papeles en su escritorio y comienza a llamar —hola—.
Una voz gruesa se escucha por el teléfono—¿tienes alguna información?—.
—creo que el esta aquí— la llamada termina.
\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
Abro los ojos y despierto aterrado en una cama de hospital, todo parece en calma, los rayos del sol iluminan la habitación, todo parece tranquilo haciendo que me relaje, después de todo lo que vi se siente como un respiro.
Pasan los minutos, horas; parece un eternidad hasta que un medico entra al cuarto, es algo joven con cabello oscuro y ojos color miel un poco moreno —¿como estas James? soy el medico Diego Martinez Hernandez— su sonrisa muestra que ve mas allá de mi, sus ojos me miran como si estuvieran viendo algo mas.
—estoy bien ¿ya me puedo ir?—trato de no insistir mucho, pues aun no se quien es este medico y no me inspira confianza —todavía, aun necesitamos... espera— mira a algo cerca de la ventana—al parecer todo esta bien, dentro de poco te iras a tu casa—.
—okey—sale del cuarto un poco preocupado mirando un porta-papeles, después de unos minutos entran mis padres —¿Cómo te sientes hijo?— veo a mi madre algo aliviada —estoy mejor que antes— Edward y Michael entran detrás de George, ambos suspiran en forma de calma.
En la noche salimos del hospital hacia nuestro hogar, todos se van a dormir mientras miro el cielo con la luna llena en su apogeo —todo esto es un infierno— levanto mi mano izquierda meditando —hace 11 años esta mano comenzó a sentir ardor y después surgió esa energía dentro de mi, cada vez la he sentido mas pesada últimamente, al igual que mi espalda, no se que pasara mañana pero solo espero que sea mejor que hoy— el sueño me invade y de un momento a otro quedo dormido.