Capítulo 8: Proyecto Doppelganger.

Mi cerebro intentaba comprender todo lo que Julián acababa de decirme, por más difícil que fuera. Lo que no me era para nada difícil de creer era el moretón que tenía en el cachete por el golpe que había recibido, y sobre este sostenía con una mano una bolsa de hielo. Eso me dejó un poco decepcionado de mí mismo porque el clon de mi mejor amigo solo tenía el cachete teñido de rojo, su cuerpo era mucho más resistente que el de un humano normal.

     De todas formas, tuve que dejar de lado ese detalle para concentrarme en lo que importaba. –Pero recuerdo una clase de biología en la que la profe dijo que aun con la tecnología actual todavía era muy difícil poder clonar a un ser vivo ¿Y tú de la nada lograste superar a todos esos científicos? –Aunque tuviera cuatro pruebas vivientes delante de mí aún era complicado de asimilar, o sea, estamos hablando del chico que ni siquiera sabe programar ¿Cómo sabría clonarse exitosamente?

     Quien se supone que es el “”“original””” se limitó a levantar un poco su hombro derecho a la par que una sonrisa burlona aparecía en su cara, llevó la dirección de sus ojos para arriba y fue su forma no verbal de decirme “Y si”. Aunque por suerte no se quedó solo en eso. –En realidad no fue algo tan sencillo, hacer las primeras unidades si fue muy difícil y no son… perfectas.

     La mesa de mi comedor tenía un espacio para seis personas, dos de cada lado y una en cada punta; ahora estaba rodeado de copias de mi mejor amigo por todos lados, cosa que no estoy seguro de si es algo bueno o malo. Me puse de pie para pararme en frente de la copia que tenía más cerca, en la esquina de mi derecha, este se limitó a mirarme y pasé mi mano en frente de sus ojos para probar sus reflejos.

     Procedí a volver a sentarme y ahora si comencé con el interrogatorio. –¿Y cómo funciona esto? ¿Si golpeo a uno todos lo sienten? ¿Habitas todos esos cuerpos a la vez?

     –Es algo complicado –contestó el Julián sentado delante de mí bajando su mirada y hombros algo avergonzado, también era el único que no hablaba de forma extraña.

     Entrecerré mis ojos y crucé los brazos. –Entonces comienza a explicarlo. –Él sabía que yo iba muy en serio.

     Soltó un suspiro como si eso le ayudara a liberar la presión que lo aplastaba, yo sabía que no ayudaría. –Ehm… bueno, estem, digamos que… eh… lo que tú conoces e identificas como Julián podríamos acordar que sería yo. –Se llevó la mano al pecho.

     Me mantuve casi inmóvil, solo que alcé una ceja interrogativa cuando lo escuché terminar de hablar. –¿Acordar que lo serias? –Ante mi cuestionamiento en vez de contestarme se limitó a ponerse rojo como su cabello–. ¿Y entonces los demás que serían? –Pasé mi vista por las otras tres copias, dos tenían rostros inexpresivos aunque uno me miraba muy enojado por algún motivo.

     –Físicamente podría decírseles cyborg, clones genéticamente idénticos al cuerpo original pero modificados con tecnología. Sumado a eso sus mentes son una mezcla entre una I.A predeterminada y parte de los recuerdos, pensamientos y datos del original.

     –¿Clones idénticos? No soy muy bueno en biología. –Mentira si lo soy. –Pero si son clones no deberían tener las mismas marcas que tienes tú cuando fuiste al hospital de chiquito, eso no es genético.

     Los cuatro me aplaudieron provocando que frunza el ceño, sentía que me trataban como a un niño pequeño. –Excelente deducción, obvio que para hacernos pasar más eficientemente por el original nos agregaron esos detalles al cuerpo. Sino sería un factor más para que todos sospecharan rápido –contestó quien se supone que es mi mejor amigo original ¿o ese no murió cuando nos asaltaron? No sé, todavía estoy bastante confundido.

     Pero entonces mi fachada de serio se cayó a pedazos, no podía ocultarlo más. –¡¿Y porque no me dijiste todo esto antes?! Me siento muy traicionado ¿En serio soy tu mejor amigo?

     Quien estaba sentado en la esquina a mi izquierda habló. –[Respuesta]: Como mencionó A3 anteriormente, todavía no se logra descubrir la tecnología para llevar a cabo la clonación. Que conocieras esta información pondría en riesgo tu integridad y la nuestra.

     Al escuchar eso me tranquilicé un poco, tenía sentido la respuesta, pero de todos modos estuvo muy mal hacerme pensar como un loco, aunque… solo haya… querido seguir relacionándose conmigo. Volví a enderezarme. –Igual de todas formas me siento bastante traicionado, no sé cómo vas a hacer para remediar esto.

     En ese instante el otro clon sentado en la esquina más lejana, y con un cachete rojo, se puso de pie golpeando sus manos sobre la mesa. Estuvo a punto de recriminarme algo muy enojado cuando la otra copia a su lado apoyó su mano en el hombro e hizo que se tranquilizara.

     –¿Tendrás alguna otra pregunta? –Llamó mi atención el que estaba frente a mí.

     –Primero necesito terminar de procesar todo esto que ya se antes de ver los huecos, así que por ahora no… A3.

     –¡Oye! Oye, por favor tú no te refieras a mí de esa forma. –Se llevó la mano al pecho y su voz sonó más quebradiza–. Dime Julián, yo tomo el rol de tu mejor amigo, voy a la escuela, estoy en casa para cuando llega mamá, mantengo la vida social y académica. Por favor, usa el nombre conmigo.

     Me llegó demasiado profundo la forma en que lo dijo, era como una estaca clavándose en mi pecho, creo que nunca antes lo había escuchado tan vulnerable y sensible. –Y está bien, no te pongas sentimental nomas.

     Acto seguido todos se levantaron de sus asientos de una manera tan sincronizada que llegó a darme bastante miedo. –Muchas gracias, ahora si nos disculpas tenemos que retirarnos.

     Yo también me puse de pie, algo importante acababa de llegar a mi mente, pero además no quería que se fuera. –Espera, no me dijiste cual era la necesidad de clonarte a ti mismo.

     –Lo siento, ya no es hora de hacer preguntas –me contestó A3… digo Julián. Y lo hizo con una sonrisa hecha para hacerme la contra. Los cuatro se dirigieron para la salida y los seguí por detrás.