Martes – 08:30 AM – Colegio.
–Ey ¿te duele cuando te matan?
Al escuchar esa pregunta tan fuera de lugar Julián separó la vista de su tablet para mirar a su mejor amigo. –¿Pero quién comienza una conversación así? Acabamos de comenzar la clase, acabamos de sentarnos. Por favor Noah.
–Bueno, y yo que voy a saber. Por eso pregunto.
–Claro que duele, obvio que si –contestó A3 con un tono contundente al final.
Ahí fue el momento en que Noah infló su pecho con orgullo, buscando la forma de voltear a su supuesto mejor amigo. –Si puedes clonarte entonces te recomendaría que les sacaras el sistema nervioso –declaraba tan lleno de orgullo, había logrado encontrar un hueco en el accionar de su mejor amigo, aquella persona capaz de superar la inteligencia y tecnología actuales del planeta para poder desarrollar clones ciborgs sin problemas.
No obstante, A3 ignoró eso, o mejor dicho lo dejó pasar a propósito. –No hablas tan fuerte, tonto –le recriminó en su lugar. Pero la sonrisa ya no podría sacársela del rostro a Noah.
Ambos estaban sentados en el medio de la fila central, y para opinión de Noah eso era lo peor. El profesor tenía una vista clara y perfecta de ellos por lo que no podía hacer trampa en los exámenes, no podía tirarse a dormir porque lo retarían y también tenía que estar constantemente aparentando que hacia la tarea. Odiaba ese lugar, aunque era el mejor que logró encontrar el primer día de clase, y todo porque no era el primero en la fila cuando armaban los cursos.
Para sorpresa del chico de pelo gris su mejor amigo prosiguió. –Además, no puedo sacarle el sistema nervioso a mis hermanos. –Y para empezar A3 ni siquiera era quien los creaba–. Eso sería muy difícil y arruinaría el Proyecto Mannsperson.
Esperando ese resultado, a A3 le divirtió un poco ver como la sonrisa engreída de su amigo se desvanecía. –¿El qué? –Para el clon era obvio que Noah no entendería a que se refería, pero a pesar de ser muy apegado a Julián también lo infravalora demasiado y darle a veces un baldazo de agua fría así era gracioso.
La Unidad Doppelganger obtuvo la aprobación en la red así que le explicó, y se acercó más a su lado y bajó el volumen de su voz. –Escucha, cuando el proceso de clonación fue exitoso se me ocurrió el Proyecto Mannsperson. Mis hermanos están hechos de una mezcla entre una I.A y los recuerdos y datos del original. Este proyecto permite que cada uno pueda desarrollar su propia individualidad a pesar de tener la misma base, todo gracias a las diferentes experiencias que vivan. Es solo un pequeño experimento psicológico hecho por curiosidad.
–Ahhhhh ya entendí. –Noah asentía con la cabeza y fingía haberlo hecho, pero sumado a toda la información anterior que tenía era algo a lo que tendría que darle más vueltas luego. Y para que su mejor amigo no sospechara que le costaba un poco entender y comprender eso cambió de tema rápido–. Ahora pásame el punto tres, por favor y rápido.
Si hay algo en lo que Julián podría considerarse un experto es en conocer a Noah, incluso pensaba (y con cierto grado de razón) que lo conocía un poco mejor que él mismo. Ese tipo de reacciones suyas le resultaban muy divertidas. –La forma en la que las cosas te chupan un huevo me sorprende cada vez más. Además, está re fácil el punto tres.
–Mentira, la filosofía medieval es una mierda y muy complicada.
De a poco su conversación había ido escalando cada vez más, se habían olvidado que estaban en una clase y el volumen de su voz aumentó. Ese alboroto creciente llamó la atención del profesor, que levantó de su escritorio. Como se trataba de un profesor algo joven, que no superaba los 30 años, era un poco difícil que lo tomaran en serio y se dejaba crecer la barba para aparentar ser mayor. Pero A3 tenía en la red información de que a Julián le parecía más lindo sin su barba, en general, no le gustaban las barbas.
El profesor se puso de pie a un lado del banco de ellos dos. –Ustedes alumnos ¿Por cuál punto van? –Para Noah esa pregunta vino sin ganas, él no podía entender como a su mejor amigo le gustaba tanto aquella materia. Las únicas ganas que Noah podía verle al profesor para enseñar las notaba bien enterradas en su cuerpo.
Aunque ahora no era momento para eso, la clase ya estaba a más de la mitad y si el profesor se enteraba que no hizo casi nada lo castigaría. –Estoy a la mitad del punto cuatro –le mintió, solo que hizo el obvio error de querer tapar con sus brazos la pantalla de su tablet y eso lo delató.
A3 pudo notar esto y también se percató de que el profe lo dedujo por lo que iba a ser descubierto, así que antes de que el profesor le pidiera la tarea el clon levantó su tablet para mostrársela y tapar su campo de visión. –Mire profe, tenía unas dudas sobre si estaba bien lo que estoy haciendo.
El profesor de filosofía perdió interés en la tarea de Noah, aparte porque entre los alumnos del curso Julián era de sus favoritos y solía darle prioridad. El joven hombre ajustó un poco su vista y leyó el desarrollo que llevaba el alumno pelirrojo. –Está muy bien hecho, como siempre muy buen trabajo.
Solo que ese no era el final, Noah no llegaría a hacer la tarea en ese poco tiempo y para prolongar todavía más el tiempo A3 decidió hablarle del primer tema de filosofía que le vino a la mente. Tenía la suficiente confianza con el profesor y como de por si le gustaba la materia no le fue difícil encontrar algo. –Disculpe profe, pero tenía la duda sobre si usted conoce la teoría del Barco de Teseo.
–Claro que si ¿Por qué?
–Es que el otro día me la había topado y no logré entenderla del todo, no sé si podía ayudarme a comprenderla mejor. –Obvio que eso era falso porque la conocía muy bien, pero ahora que se la planteaba se dio cuenta que no conocía el punto de vista del profesor y la mentira terminó interesándole genuinamente.
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Editado: 20.03.2024