Marianne llegó de improviso a mi vida, no sé si sería por la irresponsabilidad de mi hermana u obra de destino, pero esa niña es tan linda que es imposible no quererla. Aún recuerdo cuando Lizz me contó de su embarazo, fueron un par de meses antes de graduarme, pero con todo lo que había en mi cabeza no me lo creía.
*Flashback*
—Julian, como ya te contó Lizz, seremos padres. —La sonrisa de Dylan se extiende de oreja a oreja, se ven muy felices. —Y estoy totalmente dispuesto a asumir la responsabilidad, así que no quiero que te preocupes. Ya veré cómo solucionarlo con sus padres. —Lo cierto es que esa noticia no los alegraría, pero ya no hay marcha atrás.
—Si estás dispuesto a todo por los dos, les deseo mucha felicidad. —Me dejé eclipsar por sus palabras, que fueron tan persuasivas, pero a la vez sinceras. —¿Y Amelia ya lo sabe? —No sé por qué pregunté, solo sé que las palabras salieron.
—Inevitablemente se enterará, pero ella no es muy fanática de los niños, así que por lo pronto no le menciones nada, ya hablaré con más calma con ella. —Explicó. Creo que me agradó la idea de que fuéramos de alguna forma “familia", así me aseguraría de tenerla siempre cerca o poder acceder fácilmente a su compañía. Nunca pensé que algo me la pudiera quitar.
*Fin flashback*
Sacudo mi cabeza alejando Aquellos vagos recuerdos que en su momento me hicieron sonreír. —¿Y qué harás? ¿Aceptaras, así como así sus términos? —Cada vez más voy perdiendo la paciencia.
—Dejando eso de lado. —Cambia evidentemente de tema Lizz. —Marianne es solo mía y eso no va a cambiar, ¿cierto mi amor? —La toma en brazos y repente besos por toda su cara, haciéndola reír. Observo la tierna escena, este tipo de afecto no es muy común para mí. —Por otro lado, ya es tarde y debemos volver a casa. —Anuncia cansada.
—A todas estas, ¿por qué viniste? —No recuerdo haberla invitado, tampoco es como si necesitara hacer algo en la ciudad; además es muy agotador un viaje tan largo.
—Hace varios meses llegó este paquete a la casa y como nunca estás ni por enterado te diste. Me pareció extraño que fuera para ti, ya que… —Se queda pensativa, algo me dice que me quiere ofender. —Me pareció extraño y ya. —Dice molesta. —Lo que quiero decir es que toma. —Me entrega el paquete. —Nuestra madre la quería tirar, así que por eso vine. —Y eso responde a una de mis tantas preguntas. —Despídete de tu tío, cariño.
—Adiós, tío. —Me abraza una pierna y corre de nuevo a los brazos de su madre.
—Me encantaría quedarme a ver qué es, pero mañana tengo trabajo. —Lleva como más de diez minutos despidiéndose, en los cuales he estado asintiendo para que se vaya. —Nos vemos luego.
Bueno, a lo que vinimos vamos. Cierro la puerta con llave. El contenido de la caja es ¿Basura?, son muchas hojas, con raras inscripciones. Vacío todo en la cama y del fondo caen dos memorias USB, están enumeradas. Las examino un poco, se ven nuevas, no presentan algún desgaste ni nada.
Empiezo a buscar mi laptop hasta que doy con la misma. La enciendo e introduzco la que tiene el número uno; tiene una carpeta. “Proyecto Géminis”, se puede leer como nombre del único archivo, al darle doble clic una ventana emergente me solicita una contraseña, ¿acaso algo así es posible?
Suspiro algo frustrado, esto cada vez me intriga más. Reviso la segunda memoria y no puedo creer lo que estoy viendo. Contiene dos archivos, el primero es una foto de un periódico con un enunciado fuerte.
“Joven de quince años se suicida: La señorita Sahra Morrison fue hallada muerta por sus padres, las primeras versiones aseguraban que era un accidente, pero tras la intervención de médicos forenses especializados se confirmó la triste verdad, se había suicidado horas antes. La familia asegura que la culpable de toda esta situación en una compañera de clase, así como sus amigos y allegados…”.
Al terminar de leerlo no puedo evitar sentir un nudo en mi garganta, algo de la foto de esa chica se me hace familiar y siento que he escuchado ese nombre antes. Me tomo unos minutos para comer algo y vuelvo a leer el segundo archivo. Cabe aclarar que no tienen nombre que me de una pista de lo que tratan, simplemente “Documento_1” o en este caso “Documento_2”.
Te estarás preguntando, ¿qué es esto y qué contiene la segunda memoria que no puedes acceder tan fácilmente a ello? Pues, déjame decirte que todo sigue un orden y lo que estás leyendo lo escribí en un impulso por dejar una huella en este mundo, en caso que logre mi objetivo o el mundo me termine de doblegar ante él. Lo dejo a tu consideración, si quieres saber la respuesta a tantas preguntas que en algún momento me llegaste a hacer esta es tu oportunidad, pero si por el contrario no es así, olvida el contenido de la caja y quema todo.
Aclaro la fecha en la que escribo esto, el jueves 23 de julio y son las 3:38 Am. Me he dado cuenta que no tengo un objetivo claro y que mis demonios son más persistentes de lo que deberían y particularmente estos días en mi encierro vacacional me he dado cuenta que no puedo ganar.
Julian, no quiero echarle sal a la herida y reitero que es tu decisión, pero si tienes esto en tus manos es porque estoy descansando en paz, como debería haber sido. No niego que tengo miedo a morir y tal vez sea el síndrome del sobreviviente que me obligue a dejarte esto.
No solo he escrito para ti únicamente, para todos los que considero importantes lo he hecho. Te pediré un favor especial, NO TE ACERQUES NUNCA MÁS A NÍCOLAS, es mi última voluntad. Si te acercas a él temo que cometa una locura y la verdad es que tiene un profundo resentimiento hacia ti, no te lo tomes a mal, es solo que no te soporta. Que conozcas las razones de tal desprecio no me corresponde a mi, si recibiste la caja negra considérate afortunado, si es de un color distinto, no puedo asegurar a ciencia cierta qué pueda suceder.