Ya he hablado antes de él, pero no estaría de más describirles a Zac; él es el único de mi edad en este grupo tan terrible que se formó, se trata de una persona bastante testaruda e inquieta que suele estar a mi lado, sus sentimientos hacia mi persona siempre han sido muy claros, pero no relevantes en esta historia. Zac, quien también fue llamado 04 en su momento, tiene el cabello blanco y unos ojos rosas, su apariencia es muy extraña y encaja a la perfección con su personalidad extravagante, en imposible no reconocerlo dentro de una multitud de gente, siempre es muy honesto con sus opiniones y tiende a la agresividad.
Resulta que una ocasión, poco después del robo de materiales, Zac me pidió que lo acompañara a uno de los barrios de la ciudad para culminar un contrato de contrabando de armas, ya que se trataba de un intercambio formal solo llevamos la compañía de dos de mis subordinados, esto para evitar cualquier sospecha; recorrimos gran parte del trayecto en vehículo, pero en cierto punto del camino nos vimos en la necesidad de proseguir a pie. Pasamos por varias calles donde los niños jugaban y los adultos trabajaban, la tranquilidad que podía sentirse en aquel lugar era impresionante y tenebrosa; había estado toda mi vida acostumbrada a vivir alerta y, al sentirme en un lugar sin peligro, me di cuenta de que jamás pertenecería a un ambiente así, las risas inocentes de los niños, no recordaba haber sonreído así en toda mi infancia, los juegos inocentes de policías y ladrones con lo que serían pistolas imaginarias, quien hubiera pensado que nosotros a esa corta e inocente edad ya cargábamos con verdaderas armas; los adolescentes inmersos en sus celulares y platicas sin sentido que solo ellos podían discernir con esa increíble inteligencia que tienen, yo nunca tuve una plática de ese tipo, pocas veces solía hablar; todo en aquellas calles me resultaba tan lejano y hermoso, me sentía como una espectadora miserable que jamás alcanzaría a probar ese hermoso manjar que era la felicidad inocente.
Comencé a escuchar una lejana voz, alguien me llamaba, pero estaba demasiado inmersa en mis pensamientos para poder darme cuenta de lo que estaba sucediendo a mi alrededor – Mika, si no te sientes bien puedes irte, yo haré el trabajo – escuche con claridad luego de un momento y por fin logre volver a mi realidad, dejando de lado todos mis pensamientos, negué con la cabeza ante la idea que me había propuesto mi compañero y seguí caminando intentando ignorar las risas que se escuchaban en aquellas calles; luego de un rato las calles comenzaron a hacerse cada vez más solitarias y por fin llegamos al lugar del encuentro. La transacción se dio de manera rápida y sin ningún problema de por medio, nos despedimos del comprador y comenzamos nuestro camino de regreso, pero comencé a darme cuenta de que algo no iba bien, le pedí a mis subordinados que se mantuvieran alerta y no detuvieran el paso; las calles se encontraban más solitarias que hace unas horas y el sentimiento que me daba era un verdadero peligro, entonces logré localizar que era aquello que me parecía tan amenazante, le conté a Zac que no muy lejos de donde nos encontrábamos había una persona que nos había estado siguiendo – tenemos que usar otra ruta para nuestro regreso y así perderlo – le sugerí para poder evitar peleas, pero como ya he explicado, Zac es una persona muy testaruda y no dudo en correr hacia donde estaba el sujeto que nos seguía, pero este se percato de inmediato y con una gran agilidad escapo de la vista de mi compañero, quien comenzó a lanzar maldiciones al aire al no tener mayor velocidad y destreza para atrapar a aquella persona, luego de que regresó a mi lado nos dirigimos a la casa por una ruta larga para evitar que nos siguieran.
Al regresar al lugar que en ese entonces llamábamos casa ya era bastante tarde así que nos preparamos para la cena que solíamos tener todos juntos; pero está se vio interrumpida por una noticia que sacudió toda la ciudad; no muy lejos del lugar donde se había llevado a cabo el intercambio se generó la explosión de un edificio abandonado, lo que ayudo a disminuir el numero de heridos, los cinco estábamos absortos ante esa noticia puesto que el nivel y tipo de explosión habían sido claramente provocados por los explosivos que habían sido robados; pronto las cámaras de las noticias comenzaron a apuntar a un mensaje en la única pared que había quedado intacta, era un mensaje oscuro y macabro, seguramente la ciudad se mantendría alerta por un largo tiempo:
“NaDiE sObReViViRá”
Era la frase que lograba verse pintada con sangre en aquella simple y gris pared, un mensaje que sin duda mantendría el terror en toda la gente, eso nos incluía a nosotros, puesto que el arma de destrucción era nuestra y probablemente seríamos reprendidos por aquel suceso, estoy segura de que todos perdimos el apetito en aquel momento puesto que comenzamos a trabajar de inmediato para evitar que el suceso fuese relacionado con actividades de nuestra mafia, teníamos que mantener nuestras actividades en un mínimo de movilidad, además de reforzar la seguridad en los lugares indispensables para las actividades de la organización. Sin embargo, en muchas ocasiones el aumento de seguridad no es suficiente para evitar desgracias, esto nos fue recordado el siguiente día por la mañana, cuando nos dieron la terrible noticia de la muerte de uno de los siete lideres de la organización.
Nota del autor:
Este es el utlimo capitulo del año y realmente me tiene amocionada ver como las lecturas de esta historía an aumentado, espero que todos finalicen con gusto este año y empiezen con el pie derecho el siguiente.