“El dolor silencioso es el más funesto”
Jean-Baptiste Racine
***
Me bajo del auto y me aseguro primero en sacar la silla de ruedas del baúl para luego irla armando hasta dejarla en el suelo, pronto la llevo hasta uno de los laterales del auto para ver cómo la esposa de mi padre sale del vehículo mientras le ayudo a colocarse bien las muletillas debajo de sus brazos, solo así, pronto ayudo a mi hermano a colocar su brazo por encima de mis hombros para así, tomar toda la fuerza que tengo a fin de levantarlo del asiento y trasladarlo hacia la silla de ruedas sin que deba de golpearse.
El cansancio de tener que sujetarlo para luego sentarlo es un ejercicio físico duro, debido a que, su cuerpo es un poco más pesado que sin la ayuda de alguien, aún sigo balanceándome a punto de no poder sostenerme bien para equilibrar el peso de ambos; sin embargo, es aceptable que me suceda esto cuando apenas he comenzado a experimentar esta nueva rutina que ya será para mí un labor diario, de todas formas, creo que con un par de semanas más, ya podré adaptarme a ello y sin dudarlo, a no quejarme del agotamiento.
Abro enseguida la puerta de la casa para que Aneshka pueda entrar primero, después de ella, llevé a mi hermano hasta la entrada de nuestro nuevo hogar, el cual el día de mañana ya empezara con otros cambios de los que me debo de asegurar para que Zdenek pueda moverse con su silla de ruedas sin ninguna complicación alguna. De todas formas, la casa se tendrá que adaptar a sus necesidades y más ahora que… ha llegado a perder la movilidad de las piernas.
Le doy una mirada al lugar para darme cuenta que, la casa al menos cumple con las expectativas que tuve de ella, la mayor parte de sus salones y pasillos son amplios para que Zdenek pueda ir de un lado hacia el otro, añadiendo que, habrá ciertas cosas que comprar a fin de que también Aneshka pueda adaptarse a ella.
Desde la muerte de mi padre y de mi abuela he tenido que pensar por el bienestar de la pequeña familia que me quedo, realmente los tres seguimos sin superar la muerte de dos personas que fueron muy importantes para nosotras en nuestra vida, eso sin decir que, ahora además del duelo tenemos que enfrentarnos a la batalla que Zdenek tendrá al adaptarse a su discapacidad; sinceramente verlo destrozado a él y a mi madrastra no es algo fácil de ver, pero he tenido que asumir la responsabilidad de que además de apoyarlos ahora con esta nueva vida, también deberé de darles su tiempo para que puedan comprender el trágico accidente que aparte de quitarnos dos vidas, ocasiono un daño psicológico para mi hermano.
Al menos Aneshka no salió muy afectada en ello, por el momento, solo lleva un collarín en su cuello y un yeso que deberá de ayudarla a reconstruir su fémur luego de que esté se fracturará con el accidente, siendo así que, deberá de pasar incapacitada por cuatro a seis meses para que nuevamente el hueso pueda volver a su estado.
Me aseguro primeramente que nuestras maletas ya se encuentren en la casa para poder llevarlas a sus respectivas habitaciones, afortunadamente la casa tiene dos habitaciones en el primer piso, así que, eso ayuda a que no tenga que pedir a los constructores que deban de hacer un ascensor para que Zdenek pueda estarse movilizando, aun así, debo de ver si llegaron a ponerle las manecillas en el baño para que se pueda sostener cuando vaya a hacer sus necesidades, como también, asegurarme de que el patio tiene una rampa para que pueda bajar.
—Lo siento por no poderte ayudar. —Me doy la vuelta para ver a mi hermano detrás de mí.
Puedo ver como sus ojos aún muestran una tristeza interior de la que sigue cargando luego de saber que habrá cosas que no podrá realizar a su entera satisfacción, mientras que otras, con el tiempo deberá irse acoplando de cómo hacerlas a fin de que no se sienta como un inútil, así como lo expreso al momento de viajar desde el hospital hasta Český Krumlov.
Realmente quisiera poder decirle que puede ayudarme en todo aquello que por ahora no perjudique su estabilidad emocional la cual se encuentra rota, ya que como nos dijo el doctor, será normal que en estos primeros días y semanas aún no pueda adaptarse correctamente a este nuevo cambio de su vida, en donde si en dado caso no llega a recomponerse de esta perdida, será mejor que un psicólogo pueda encargarse para que sobrelleve el problema y este no se vuelva uno más enorme a punto de acabarlo.
—Zek… —Hago una mueca al no saber que decir.
Veo como respira profundo pero simplemente empieza a girar la silla de ruedas para marcharse sin decirme nada; creo que empezaré a buscar una forma de animarlo antes de que llegue a desesperarse al solo estar sentado en esa silla de ruedas sin poder hacer algo que tome en cuenta que puede salir adelante a pesar de su discapacidad.
Agarro la maleta de Aneshka para llevarla a su habitación que momentáneamente también se encontrara en el primer piso debido a que con las muletillas se le hará difícil subir las escaleras, además, quiero prevenir cualquier tipo de accidente que puede llegar a tener nuevamente por si no pone muy bien su pie o la muletilla; así que, llevando la maleta a la habitación, pronto la dejo encima de la cama para después proseguir a llevar las otras a su lugar, pero antes de marcharme, me doy cuenta como cerca de mi zapato hay una pequeña fotografía, de la que al inclinarme para tomarla en mis manos, no es más que una de mi padre junto con Aneshka.
#13658 en Novela romántica
#2607 en Chick lit
amor desilusion encuentros inesperados, secretos de familia y pelirrojos, matrimonio roto
Editado: 27.05.2024