Mentira

¿Dónde estas?

¿A dónde has ido?

¿Por que te has ido? 

¿Por qué no regresas? 

¿Quién te hizo esto?

¿Quién te mato?

......

Aquel día debía ser como otro cualquiera, yo estaba tranquila en el sofá de mi casa cuando se escucho un potente pitido que resulto ser el timbre de mi puerta. Mi madre estaba en la cocina ocupada así que me dirigí a paso ligero a contestar, al abrirla me encontré con George, un chico alto de aproximadamente 1,90 cm, tenia el pelo castaño avellana, rizado de una forma casi perfecta y unos ojos color miel, sus cejas eran más bien anchas y su piel blanca pero algo morena. Siempre me sorprendió lo bien vestido que iba para ser un chico, llevaba una chaqueta de cuero de marca, aproximadamente 60 euros como mínimo, una camiseta verde oscuro y era completamente lisa, en el cuello llevaba unas medallas de cuando sirvió al ejercito, sus pantalones eran también de cuero y de un color negro brillante, además eran bastante ajustados. Su complexión era ancha y musculada pues fue soldado pero su cara era muy de buen tío y pocas veces le verás enfadado. 

- Hey, Anna pequeñaja ¿Cómo estas? - Me preguntó de forma cercana mientras me acariciaba la cabeza con afecto y con una gran sonrisa en su rostro, mi mirada en cambio decía totalmente lo contrario. Aunque me caía bien a veces era muy pelma. 

- Pasable, ahora la llamo - Le conteste de forma seca, como siempre vaya, para después subir las escaleras de mi casa con rapidez, Abrí de golpe la puerta del cuarto de Chelsea que era mi hermana mayor, una chica de 21 años de edad, más o menos igual que George, Con un pelo rubio largo y liso que le llegaba a la mitad de la espalda, su tez pálida era el culmen de la  belleza según muchos tíos y sus ojos azules, que por desgracia yo no heredé, resaltaban como zafiros. Ella estaba escribiendo en su diario de forma algo nerviosa cuando entre, pero lo cerró de golpe al verme y algo enfadada intento echarme de la habitación.

- Anna, lárgate, no es el  momento 

- Tu novio te esta esperando abajo - Lo dije sin soltar el pomo de la puerta y de forma picara mientras le guiñaba un ojos, ella se levanto de la silla y con una media sonrisa en la cara comenzó a excusarse mientras yo me reía ligeramente. Ella vestía con una chaqueta vaquera corta que le llegaría más o menos a la cintura, y por debajo un vestido negro ceñido, sus zapatos eran unos tacones de marca que todavía me acuerdo que trabajo seis meses de camarera solo para comprarlos. 

- Adiós enana y compórtate, no le des problemas a mamá - Lo dijo saliendo del cuarto mientras se retocaba el pelo con ligereza y yo me quede mirándola mientras lo hacia. 

- A ver si hoy te acuestas ya con George que lleváis juntos casi un año - La mire llena de ironía en mis palabras, mientras caminaba hacia mi cuarto, pues sabía que se lo escondía a mamá. Ella me echó una mirada furtiva para después bajar las escaleras con una sonrisa en la cara. 

Pero como decía aquella noche debió ser normal pero, adivina, no lo fue. 

....

Era noche cerrada, Chelsea se encontraba en el coche de George después de haber pasado la noche por ahí, ella notaba como las manos de el pasaba por su cintura mientras su lengua se hacia sitio dentro de su boca. Sentía el frío cristal en la espalda y como su novio acariciaba sus muslos, cuando se separaban del apasionado beso sus respiraciones agitadas eran lo único que se escuchaba y sus miradas pedían más y más hasta que ella de golpe escucho como un arbusto cercano se movía. 

- George.... ¿escuchaste eso? - Se lo dijo separándolo mientras el oyendo lo que decía su novia se quedo intentado escuchar lo que ella decía, al no oír nada intento volver a besarla pero esta lo miro con miedo en los ojos y el se detuvo al instante - Y si es.....eso. 

- Crees... ¿Qué es eso? - Lo dijo susurrando y ella asintió con sudor en su frente. Al verla de esta forma el hombre se bajo del coche agarrando un bate de béisbol que llevaba en el maletero, ella lo miraba desde el coche sintiendo como la oscuridad del bosque parecía una penumbra, una muerte segura. - ¿Hola?

- George mejor vámonos -Lo dijo ella saliendo del coche para ir a buscar a su pareja, sus zapatos tocaron el húmedo suelo a la vez que agarraba su bolso para sacar el móvil y alumbrar con la luz - ¿George?

La muchacha miró a su alrededor buscando al chico de cabello rizado pero lo único que pudo llegar a divisar fue el bate tirado en medio de la tierra mojada con hojas otoñales recién caídas, su rostro palideció mientras avanzaba hacia este con el móvil en la mano y un temblor en todo su cuerpo. Llamó al chico un par de veces y al ver que no contestaba algunas lagrimas comenzaron a recorrer su rostro de forma constante y más aun al escuchar ruidos en la penumbra de la noche.

- ¿G-George? - la chica se veía asustada y confundida hasta que un rugido proveniente de un animal nunca antes visto inundo todo el bosque, la chica dejo caer el teléfono y comenzó a correr hacia la carretera por la que habían venido, debía salir de allí, debía sobrevivir.

De vez en cuando miraba hacía atrás y logro divisar como una figura parecida a un perro grande salía del bosque, no tenía pelaje y su piel era de un tono blancuzco, como si estuviese enfermo. Su boca tenia una hilera de dientes afilados y estaban llenos de sangre que caía por sus fauces, carecía de ojos. Sus patas a pesar de todo, eran fuertes y robustas y su rugido era terrible y provocaba un fuerte dolor de oídos, llevaba una correa negra con el número 5 . Chelsea corría todo lo que podía dejando sus zapatos atrás pues la retrasaban y su bolso tirado en medio de la carretera, pero cuando el animal la diviso.....

La luna llena resplandecía en el cielo y lo único que se pudo escuchar esa noche fue un grito. 

....

El timbre resonó en todo el instituto y mi mirada estaba fija en la ventana, la maestra que con toda su buena intención intentaba que la escucharan estaba mirando a la clase con algo de cansancio en sus ojos. Me levante de mi asiento como el resto de la clase y me dirigí hacia la salida del aula.