Proyecto Zero

Capitulo 2

No todo en la vida sale según lo planeado.

Maldita frase.

Dios porque todo lo que empieza saliendo bien termina mal.

—¡¡Es hora de correr!! —la mano de Aiden toma mi brazo y me arrastra con él, el miedo inunda todo mi cuerpo, si no fuera por la fuerte mano de Aiden seguramente ya me hubieran capturado.

—¡Tenemos unos fugitivos en la zona de curación, cierren todas las puertas! —escuche la voz del guardia cada vez más cerca, creo que mis pies en cualquier momento me van a fallar.

A lo lejos veo una ventana que está ¿¡Rota!? Dios santo en que clase de trampa mortal me estoy metiendo.

—Muy bien Blake ¿Confías en mí? Bah, que pregunta tan estúpida claro que confías en mí, a la cuenta de tres saltas. —la mano se Aiden se aferra más a mi brazo.

—¿A la cuenta de... —

—Uno. —me interrumpe —dos... tres ¡Salta!

Mi cuerpo hace lo que ordena Aiden y un segundo después estoy por los aires, pero rápidamente caigo al suelo y creo que esta vez sí me fracture algo.

¡Dios mi pierna duele horrible!

—Vamos Blake ¿¡Que estás haciendo!? no pares de correr. —un Aiden muy histérico se acerca a mí.

—No puedo pararme me duele mucho. —le digo señalando mi pie, el hace una mueca y me mira preocupado, probablemente porque piensa que a estas alturas todo puede salir bien o mal, todo depende de un pequeño hilo.

Unas sirenas empiezan a sonar y a titilar en un color rojo. Miro preocupada a Aiden, pero lo único que siento es como mis piernas se elevan en el aire y una mano en mi espalda, suelto un jadeo de dolor cuando sus manos tocan mis piernas.

—No me iré de aquí sin ti, no lo hare... —dice seguro, como si no le importará lo que le puede llegar a pasar si nos atrapan por la culpa de mi pie.

Me aferró más a él para generar una estabilidad, miro hacia atrás y veo a muchos guardias corriendo hacia nosotros.

—¡Corre más rápido Aiden nos van a alcanzar! Yo sé que tú puedes. —trato de darle alientos, el dolor en mi pierna cada vez se intensifica más hasta que llego al punto de tener que apretar mis dientes.

Aiden automáticamente gira hacia atrás y su cara de sorpresa hace que corra más rápido. Vuelvo mi vista al frente y al final se encuentra una puerta en dónde está Noah haciéndonos señas para que lo sigamos.

Al final Logramos llegar a la puerta, al pasar por ella el mismo Noah pone una especie de metal en la cerradura para que les sea difícil abrirla —que probablemente no les será difícil romperlo porque son muchos—, Aiden me baja de sus brazos, apoya una de sus manos en mi cadera y yo pongo mi brazo en su hombro.

—Uf por poco y todo sale mal —Noah nos muestras una pequeña sonrisa —después de esa puerta se encuentra el exterior, ahí afuera nos están esperando Luke y Anne así que apurémonos.

—¿El exterior? —mi pregunta sale de la nada.

—Si afuera se encuentra la vida real, aunque no sea tan buena ya sabes...—su mirada es un poco desconcertante, pero se le nota también algo de emoción.

Mi sonrisa incrementa más cuando pasamos la puerta, la luz hace que cierre mis ojos por unos segundos, pero cuando los vuelvo a abrir siento una emoción que no sentía hace mucho tiempo. Alegría

—Oh por dios. —la voz impresionada de Aiden hace que me ría, ¡Dios! Yo también estoy así, tan impactada. Si por mí fuera ya hubiera empezado a correr para sentir el aire puro, para sentir la tierra, para sentirlo todo.

—Muy bien hay que caminar rápido porque en cualquier momento pueden romper la cerradura, aunque al abrirla automáticamente se generaría una pequeña explosión, pero aun así tenemos que apurarnos. — Noah retrocede unos pasos y pasa una de sus manos por mí cintura para que pueda caminar más rápido—­ solo unos metros más y estaremos todos juntos.

Aiden y yo asentimos y con un dolor agudo en mi pie agilizamos el pasó, sé que cuando acabe todo esto el dolor que siento será como el mismísimo infierno, no sé nada de medicina, pero es muy obvio que acabo de sufrir un esguince en el tobillo. Después de unos minutos de tortura por fin paramos, a unos solos cuantos metros se hallaban Anne y Luke con una gran sonrisa, al ver el estado de mi pie deciden acercarse a nosotros.

Ahora que estábamos un poco más seguros me permito observar mi alrededor, la tierra se veía muy solitaria y el verde pasto ya no era tan verde, sino que tenía un toque amarillento, también se podía ver el deterioro de los edificios y de las carreteras, pero, aunque esto fuera así no quita el hecho de lo maravillosa que es la vida fuera de ese lugar.

—¿Ahora qué hacemos? —pregunta Luke mirándonos detenidamente, esperando que en alguno de nosotros estuviera una respuesta mágica.

—Creo que la única opción que tenemos es caminar, aunque mirando el hecho de que el pie de Blake necesita reposo supongo que lo mejor es que la llevemos cargada —responde Aiden, siento algo de pena, si no fuera por mi tobillo podríamos ir más rápido.

—Creo que si hemos llegado hasta este punto lo mejor que podemos hacer es apresurarnos ¿No? —el comentario de Anne hace que una leve tensión crezca en el grupo.

—A la mierda. —Aiden se acerca a mí y hace lo mismo que antes, suelto un pequeño grito cuando dejo de sentir mis pies en el suelo. —Andando tenemos poco tiempo, seguramente pronto anochecerá.

Los demás siguen en paso de Aiden, en algo tenía razón, pronto anochecerá y no podemos darnos el lujo de andar por ahí con esas cosas acechándonos, ¿Qué pasará después de esto? Tendremos que sobrevivir claramente, y tendremos que vivir con el hecho de que nos estarán buscando.

—¿Blake? ¿Sigues aquí? —mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Aiden.

—¿Que? Sí claro que sigo aquí, ¿Acaso no me vez con los ojos abiertos? —pregunto, una sonrisa se instala en los labios de Aiden, aunque la tensión se siento en los aires nunca es malo sonreír un poco.




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