Dos meses antes.
BRENDA
Dos minutos antes que la alarma suene estoy de pie, es lunes, lo que significa que veré a Jake luego del fin de semana que se ausento. Mi corazón comienza a golpetear fuertemente y todo el sueño que tenía por no poder dormir en la noche por contar los segundos que faltaban para verlo se esfumo. Estoy muy nerviosa, pero no dejaré que eso estropee mi día.
Mi madre llama desde el comedor que ya está listo mi desayuno. Corriendo y bajando escalón de dos en dos en segundos estoy frente a la entrada del comedor. Se todo lo que vine, pero lo que mas me importa es el buenos días Bren, de parte de Jake y nada más. Porque que él me saludase con un buenos días realmente valía la pena porque lo sería.
Mis pensamientos son acertados cuando ingreso al comedor y Jake es el primero en desearme buenos días acompañado de una sonrisa de esas de las cuales no entiendes como pude estar ahí en su rostro entre tanta perfección y venir referida a ti. Fue hace tiempo cuando comencé a darme cuenta mis sentimientos hacía él.
A escondidas lo observaba, sus gestos, su risa, sus palabras, su mirada y todo de él hacía que me sintiese en otro mundo. Jake siempre fue el mejor amigo de mi hermano, y yo lo veía como tal, como un amigo más. Pero con los años comencé a tener sentimientos hacía él. Y sé que a el le pasará lo mismo.
Al terminar mi desayuno no falta la costumbre de todos los días. Ir al baño, hacer tiempo y que cuando salga, el tiempo haya volado y no pueda llegar al colegio. Entonces estará Jake quien muy amablemente me dirá que me lleva en su moto así no pierdo las clases. Mi madre grita por los aires que tenga cuidado, que vaya despacio, que me cuide y mi hermano ignorara la situación pero agregará un "no te pierdas ahí hermano, entre tantas faldas" . Y yo me molestaré muchísimo y mi humor cambiara y querré arrancarle los ojos a mi hermano con mis propias uñas. Ellos ríen como si fuera una gracia que Jake observase otras mujeres.
No me da risa y soy la primera de salir de la casa.
Los tontos comentarios de mi hermano se esfuman cuando escucho a Jake venir detrás de mi. Y exactamente esto es lo que más amo, después de Jake, por su puesto. El subir en su moto y rodear mis brazos por su abdomen, estar tan cerca que puedo apreciar con perfección su aroma, y puedo sentir mi corazón golpeteando a mil y río al imaginar como esté pudiera traspasar a Jake de tal aceleración. Jake no se percibe de estas mínimas cosas, pero sé que sabe de la alegría que me produce viajar en su moto, o mejor dicho viajar con él.
—Siempre quise tener una moto y quisiera tener por el resto de la vida esta sensación, de emoción al viajar y de que eres parte de ella, esa alegría que te produce que el aire golpete fuertemente contra tu rostro y aunque pueda ser molesto, no lo es, lo disfrutas.
Esas eran las palabras que me había dicho una vez Jake cuando le pregunte el porque tenía una moto. Y yo me respondí que ojala siempre la tuviera así podría viajar con él y permitirme tenerlo cerca.
Cuando llegamos al colegio puedo percatarme lo mismo de todos los días, esa atención que recibe Jake al llegar, en como todos los observan, los chicos de mala gana y las chicas deseándolo. Entonces yo lo abrazo fuertemente para que todas esas chicas se den cuenta de algo, Jake tiene dueña.
—Nos vemos en la tarde, ten un buen día—Me dice antes de poner el motor en marcha. Lo observo irse, y ya comienzo a extrañarlo. Deseo que algún día Jake me proponga ir a pasar el día juntos a algún lado, escaparme de clases con él sería lo mejor del mundo.
Largo un suspiro, espero tantas cosas de Jake. Y aún nada sucede.
Comienzo a caminar hacía la gran entrada del colegio y puedo sentir unos tacos golpeteando contra el piso gastado de aquel horroroso lugar. Sin Jake todo era horroroso y sin vida. Y yo no quería un vida así.
—¿Es tu novio?— Es lo primero que me pregunta Antonella, no me saluda y no necesito que lo haga, nunca lo hace. Es una de las personas más detestable que conozco. La detesto.
—Si— No dudo en responder porque es lo que realmente sucederá y porque sé que se morirá de envidia al saberlo, y por sobre todo quiero que entienda que Jake no esta disponible.
—¿Y por que nunca te besa?— Dice con desprecio.
—¿Por que hacerlo aquí cuando lo tengo en todo momento conmigo? No es necesario hacer espectáculos, ¿o si?.
Ella se va sin decir nada más que aumentar la fuerza que ejerce hacía sus pies. El ruido es aún mayor y se que esta molesta y que sintió como indirecta mi último comentario. Ella siempre pasa a los besos de quien sea el afortunado —o no tanto— novio en su momento. Por lo menos cada semestre cambia de novio, y realmente no sé como algún chico puede lidiar con ella. Por más belleza que tenga, yo he visto como los trata como si fuesen sus mascota, como si ella fuese la reina del lugar. Por cada lago que ella pisa, todo el mundo capta su atención.
Solo sería al cabo de unos días que todos sabrían que la chica de cuarto año que llegaba siempre llamando la atención con un chico en moto, tenía novio. Y era nada más y nada menos que el mismísimo chico que la traía y la hacía olvidar de todo en ese pequeño recorrido de moto por la ciudad. Y esos eran los mejores momentos, esos pequeños recorridos.
Todos en el colegio sabían que eran novios, menos él más importante. Pero no me importaba porque sabía que estaba diciendo lo que sucedería pronto, que yo, sería su novia.