En una tarde muy bella te conocí, recuerdo como estabas vestida. Un vestido floreado, tu diminuta cintura. Deliciosa.
Al pasar de los días sentía el deseo de ¿Besarte? ¿Tocarte? No tenía ni idea lo que quería. Una noche tan penumbrosa estabas esperándome con ese lindo vestido azul. Me ponías duro con ese trasero redondito igual al melón. Exquisita. Además, esa misma noche resaltaba tus enormes ojos y a la vez vi esa sonrisa genuina.
Mis manos hicieron contacto con el liso y suave de tu cabello. Mierda. Olía a manzanilla, mi fragancia favorita.
Los minutos pasaban lentos quería que llegue la hora exacta … Mi mente me exigía que debería hacerlo, pero mi corazón … Quería esperar un poco más …
Tan solo me conformaba escuchar tu voz, tu risa, tus hobbies favoritos … Prácticamente me gustaba todo de ti.
Cada vez que estabas cerca me daban muchas ganas de besarte, morder esos labios rosados en forma de un corazón.
Tic tac, tic tac es el sonido de mi corazón. Je.
Sabes que llego el momento sorpresa ¿No?
Ataqué tus labios, deleitaste mis oídos con un gemido tuyo, eres tan comible como mi comida favorita. Estábamos en medio del bosque sin que te dieras cuenta saque algo que te encantara.
Al abrir esos ojos que denotaban vida, tu brillo especial cambió repentinamente a uno de miedo.
Lástima que no pudiste correr. Je. Te alcanzo mi fiel amiga.
Siempre me pregunté ¿Qué sensaciones tendría?, Ahora lo sé…
Pequeñas gotas caían sobre mi rostro, el rico aroma más excitante que pudo existir, mi piel se eriza al sentir la calidez de tu sangre.
Aún más excitante que cada partícula de tu cuerpo empezó a temblar. Te miré directo a esos hermosos ojos que me vuelven loco, mejor dicho, estoy muy desquiciado por tener tus ojitos, tus cabellos suaves en mis manos.
Siempre me mostrabas esa sonrisa tan estúpida.
Eres mi primera víctima, pero no la última.
Muchas veces te dije pequeña… Yo soy Psycho Killer.
Es el comienzo de todo...
Recuerda que los psicópatas no se enamoran. Solo disfrutan asesinar.