La clase de español fue un poco más tranquila que la de biología; hubo la misma rutina de presentación y continuó callada. Presentarse en español era más sencillo, todos hablaban algo mal -por no decir muy mal- el idioma, así que casi nadie prestó atención a ella.
Las dos horas y medias de clases pasaron demasiado rápido, su profesora hablaba lento y con paciencia, exigiendo no escuchar ni una sola palabra en inglés y demandando incluso pedir permiso para ir al baño en español. Algunos parecían demasiado avergonzados de ello, por lo que casi nadie era capaz de hablar y la clase se mantenía en silencio, solo repitiendo las frases que la educadora decía. Finalmente, el timbre sonó, y saliendo del salón observó esta vez la melena rizada de Lisa.
—La traidora de Moon se fue con su novio— Lisa lo dijo serio, pero luego rio. Anne no entendía si hablaba en serio sobre llamarla traidora o no. Era frustrante no entender demasiado, nunca se imaginó que a través de la voz se podían expresar tantas emociones, sentimientos.
Estuvieron las siguientes clases juntas, conversando. Lisa le explicaba toda la escuela, dónde estaban algunos salones, la historia de algunos profesores... E incluso le contó que tenía un novio pero que este es un año mayor que ellas, por lo que no compartían clases, pero si las materias selectivas y los almuerzos.
Lisa era una máquina de palabras, se preguntó si por un momento la chica podría rapear, Anne se sorprendía de lo mucho que tenía por decir y de la forma tan divertida y expresiva en la que hablaba, riendo ruidosamente, incluso ahogándose y tosiendo, burlándose de sí misma al decir que reía como loca. Anne reía con ella.
—Sé que el primer día es muy difícil, así que espero que al menos mi compañía sea agradable.
En ese momento entraban a la cafetería, Anne observó como el enorme lugar se llenaba y como Moon saludaba desde una mesa, llamando la atención de ambas chicas, quienes caminaron tranquilamente hacia aquella mesa. Moon no estaba sola, estaba con dos chicos; uno de ellos Anne pudo reconocerlo de su clase de español.
—Hola, traidora.
—¡No soy una traidora! —Moon hizo un encantador puchero que provocó que los dos chicos rieran con ella.
—Me dejas por tu novio.
—No somos novios —aclaró Moon.
Lisa le dijo a Anne que Moon estaba saliendo con un chico pero que ambos odiaban la palabra noviazgo, por lo que seguían solamente saliendo y ya, aunque nada serio, según Moon, pero a Lisa le gustaba molestarla y decirle que eran una encantadora pareja trillada; el jugador de fútbol americano y la chica excéntrica de piercings y cabellos de colores, ambos de mundos diferentes, pero algo las había unido: el amor. Habló con un tono de burla, al principio Anneliese lo tomó en serio, pero terminó cayendo en cuenta la gracia de la situación y rio sin poder evitarlo.
Sí, había que admitir que era trillado. Les recordaba a los libros de romance juvenil que leía en la madrugada.
Las tres chicas llevaban almuerzos de casa, mientras que los dos chicos tenían su comida sobre dos bandejas plásticas.
—No sé cómo es que no se enferman con esa comida.
—Resistencia, cariño, resistencia —El chico que habló fue el de la clase de español. Sonreía como modelo, su piel era pálida y sus ojos brillantes y oscuros, rasgados. Su mirada le recordaba a Anne un niño pequeño, de esos traviesos que siempre tienen algo malo por hacer y dejaban a sus padres preguntándose si tener un segundo hijo era una buena opción— Hola, mi amiga... —Anne levantó la mirada —. Estás en mi clase de español, ¿no? —Anneliese asintió.
—Chris, ella es Anne. Es nueva, es algo tímida así que no la molestes. Anne, él es Christopher y el chico que parece querer comerse a Moon es William.
William le sonrió avergonzado, saludando en voz baja, Chris tan solo le regaló una enorme sonrisa —La conocí en español, ¿verdad, mi amiga?
Anneliese quería reír, ¿solo eso sabía en español?
—Por supuesto, amigo.
Él solo rio ante la respuesta, cruzándose de brazos con diversión mientras la observaba —¿Qué tal el primer día de clases?
—Emocionante.
—¿Emocionante? Es solo la escuela.
Anneliese se avergonzó ante aquellas palabras, quizá para el grupo era demasiado aburrido, pero para ella era la experiencia que siempre había deseado. Estar en una escuela, ir a una cafetería... Al día siguiente incluso quería probar la horrible comida, únicamente por vivir la experiencia de estar en una escuela. Pensó en anotarse al club de teatro, y ser un árbol en alguna obra; ella solo quería vivir lo que todos hacían.
—Mi otra escuela era diferente, no teníamos nada parecido, así que, si me emociona esto, aunque solo sea una escuela.
Moon le sonrió, Christopher calló al momento de escuchar la respuesta, avergonzándose un poco ante la respuesta baja pero firme de la chica.
—Entiendo, perdona si te ofendí.
Anneliese solo negó con la cabeza, sonriendo antes de empezar a comer en silencio.
Lisa y Moon se preguntaban dónde había estudiado la chica, quizá venía de otro país, o quizá estudió en un internado. Se imaginaron mil escenarios en donde una escuela pública sería emocionante, pero ninguno les dio el resultado de emoción que ellas imaginaban, y preguntarle por ahora no era una gran opción.
—¿Piensas inscribirte en algún club o taller? —esta vez fue William que le preguntó.
—Sí, quiero unirme al club de teatro.
—¡Eso suena increíble! Formo parte del club —Lisa exclamó emocionada —. Y Moon nunca quiere inscribirse.
—Eres bastante tímida, ¿te gusta actuar?
Moon pateó a Christopher por debajo de la mesa.
—No, soy precisamente la peor actriz, pero quiero ser un árbol.
Todos en la mesa se quedaron callados, Lisa quería gritar de la emoción, diciendo que la chica era demasiado encantadora y adorable.
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Editado: 27.08.2022