_ ¿En que te ayudo? -Nuestras voces fueron bajando hasta ser un susurro-
_ Tu escudo. -Me mira sin comprender- Mantiene mi memte clara.
Con un gesto indica que entiende, si el empatico aun no sabia que fue descubierto pretendia que siguiera asi. Mientras seguimos el nuevo rastro, le indico los indicios a tener en cuenta, las pisadas si las hay, las diferentes alteraciones en la vegetacion, como la precencia de una u otra especie afecta el entorno, los humanos siempre fueron los mas destacados en eso, sobretodo si no tienen entrenamiento, que no era el caso, a quien seguiamos estaba muy bien entrenado, su rastro era minimo, pero yo era mejor, fui capaz de detectar cuando subia a los arboles, cuando se detenia y tambien que aun estaba por alli, sentia que le pisabamos los talones y no lo sabia. Lo seguimos hasta un pequeño recobeco creado por una roca junto a los arbustos, un monton de cenizas aun tibias y la tierra suelta a su alrededor indicaban que salio apresuradamente.
_ Sabe que lo seguimos. -Murmuro localizando el rastro- Sigueme y mantente detras.
Sus huellas eran muy visibles ahora, estaba cerca. Un juego de pisadas especialmente profundas me dicen que salto, estaba sobre nosotros. Contemple los arboles con Andreas imitandome, ninguno sabia lo que vuscar. Un silvido ahogado me sorprende desde la derecha, Andreas reacciona quitandome del camino recibiendo el impacto en mi lugar, un pequeño dardo le da en el hombro, parece estar bien por unos segundos antes de que sus piernas fallen y se desplome, sus ojos estan muy abiertos al tiempo que gesticula sin poder hablar.
_ Tranquilo. -Susurro sosteniendo su mano y su cabeza- Es un paralizante, estaras bien.
Esto no funcionaria, Andreas era poderoso y un buen luchador ya lo habia comprobado, pero mientras se preocupara mas por mi que por su propia seguridad no era bueno que trabajemos juntos, mas si solo conseguia que yo me preocupara por la suya.
Me pongo de pie escaneando nuestro entorno sin moverme de su lado, pero no consigo ver mucho en la penumbra y teniendo en cuenta la vegetación, lo más probable es que este a unos dos o tres metros.
_ Andreas, escúchame. -Me acuncliyo hablando lo más bajo que soy capaz- Quiero que escanees el área y me digas si sientes una presencia parecida a la mía, solo toma mi pierna si persives algo.
Me consentro en mis ojos y oídos, observo cada sombra permaneciendo atento a cada sonido, las ojas secas lo delatan en el momento que Andreas preciona mi tobillo indicándome con un movimiento que está arriba, lo veo justo cuando salta hacia nosotros con una espada, consigo sujetarla entre mis palmas pero estoy en desventaja manteniendo una rodilla en el suelo de espalda a Andreas aún incapaz de moverse, las ojas vuelven a crujir y con lentitud calmada un segundo adversario surje de las sombras. Me pongo de pie forsando al espadachín a dar un paso atrás sujetando con firmeza el filo, me inclino a mi derecha jalando lo para desestabilizarlo y asestar un puñetazo en su rostro, momento en que el segundo corre hasia mi, en un movimiento fluido tomo la empuñadura abandonada para una estocada descuidada que lo hace retroceder, ahora me encuentro con dos enemigos y Andreas aún incapacitado, mirando de lado a lado doy un paso que deja a mi acompañante entre mis piernas, mi agarre es firme y mi postura inamovible, durante un largo momento nadie se mueve, hasta que en perfectas sincronía se lanzan a la caza. Reconocí sus movimientos con facilidad, estos eran humanos, hermanos de armas entrenados para pelear como uno, pero yo sabía cómo defenderme. Permanecimos en una danza que giraba en torno al cuerpo de Andreas. Nuevamente de rodillas con solo unos pasos de distancia entre ellos y nosotros, siento un ligero rose en la pierna, casi tan sincronizados como ellos, doy un barrido circular en el instante en que Andreas salta, ambos estamos de pie, espalda con espalda enfrentándolos.
_ Baja tu escudo. -Indico sin dejar de mirar al que tengo en frente-
_ Ni hablar. -Responde con rapidez- Te afectará también.
_ ¡Idiota! -Mi rival se lanza y respondo como un reflejo- ¡No puedo enviarle una señal a Devon! ¡Me bloqueas!
Eso lo hace girar hacia mi dándole la oportunidad al otro de atacar, con unos puñetazos que le rompen la nariz lo tiene de rodillas luchando por liberar su cuello con el rostro ensangrentado. Mi contrincante y yo estamos en un tira y afloja dónde él esquiva mis estocadas y yo sus golpes, atrás, adelante, en un movimiento repentino se inclina atrás cuando doy un golpe, patea mi muñeca desarmandome, sin dejarme distraer doy un giro, que para cuando él se afirma, recibe de lleno mi pierna en su rostro, sin darle tiempo a reponerse le doy una segunda patada que lo derriba, me siento en su pecho dándole golpe tras golpe hasta dejarlo inconsciente, el escudo de Andreas cae y un horrible ruido de gorgoteo me hace girar, envío un grito mental a Devon mientras corro enfrentando al que queda, la espada en sus manos goteando sangre. No detengo mis pasos hasta estar directamente frente a él. Da un paso y una estocada que esquivo con un giro hacercandome cada ves más a él, hasta que puedo sujetar la mano armada, bloqueandolo sujeto su cuello con toda la fuerza que soy capaz de reunir en mis dedos, no dejo de apretar hasta escuchar un chasquido y su cuerpo cuelga en mis manos como un muñeco de trapo sin vida. Me apresuró a revisar a Andreas, su estómago estaba cubierto de su sangre al igual que su rostro, intento despejar la herida y poder ver qué tan grave es pero estaba sangrando mucho.
_ ¿Que paso? ¿Cómo te hirió así? -El tema de mi voz me es desconocido-
El sujeta mis manos deteniendo mis movimientos inútiles dedicándome una suave sonrisa, la imagen hace que me salte un latido y se me congelen las venas.
_ ¡Leo! -Escucho a Devon a lo lejos, pero realmente estaba detrás de mí- ¿Que ocurrió?
Cher, el único otro fire que conozco, se arrodilla frente a mí al otro lado del cuerpo, comienza a revisarlo girando su cuerpo sacándole un quejido, extiendo mis manos para detenerlo pero Devon me lo impide.