Panamá 8:30 a.m.
La canadiense se encuentra sentada en una silla esperando pacientemente que sea su turno para hablar con el director.
Frente a ella se encuentra la puerta de su despacho. A su izquierda una maleta con algo de ropa y algunos objetos que ha comprado antes al salir del aeropuerto. En su hombro la mochila que le ha dado William. A su derecha se encuentra Edik quien ha llegado media hora después que Nathalie. Consigo lleva algunas maletas de igual forma que la chica.
—¿Sabes donde está el baño? —La pelirroja apenas entiende su pregunta. El ruso habla un pésimo español.
—¡No! —Se limita a contestar la chica sin siquiera mirarlo.
El rubio sin prestar mucha atención a la sequedad de las palabras de la desconocida se levanta de su asiento y sale en busca de un baño.
La puerta del despacho del director se abre.
Nathalie abandona su asiento y se acerca a esta, al estar frente a la puerta ve a un muchacho asiático quien sale de la oficina. La canadiense pasa junto a él, sin mirarlo demasiado.
Todo lo contrario a Zu quien observo cada detalle de ella; cabello rojo, labios carnosos... Pero continua caminado, no quería que sé percatarse de lo impresionado que lo había dejado, llevando en su mano el horario y la dirección de su habitación.
Una vez la chica en la oficina cierra la puerta tras ella y toma asiento.
—buenos días... —El director hace una pausa en espera que la chica le informe su nombre.
—Nathalie.
—Buenos días, señorita Nathalie.
Mientras la canadiense habla con el director. Edik camina desorientado por unos de los pasillos de la universidad cuando siente algo golpear su cuerpo, el impacto no ha sido demasiado fuerte, al menos no para él.
Mira hacia el suelo, donde se encuentra Oni aturdida por el impacto. Su rostro se encuentra sudado. Va tarde para la cita con el directo.
—Você é cego ou o quê? —Pregunta en tono enojado.
Enojo el cual Edik por una inexplicable razón, encuentra tierno, pero aun así no responde a su pregunta la cual siquiera entendió, ya que Oni por la ira se encontraba hablando en portugués y él necesita encontrar ese estúpido baño urgente.
Mientras se aleja mira de reojo a la chica trenzada, aún se encuentra en el suelo hablando sola. Oni aprieta los puños conteniendo su ira al ver como el ruso se aleja.
—Aparentemente você é estúpido —No le ha pedido perdón, y eso hace que su sangre hierva.
La chica quería ir tras él; ponerlo en su sitio y hasta regalarle unos buenos golpes, los cuales el rubio se merecía por su mala educación, pero no podía. Iba más que tarde, así que se levantó y hecho a correr.
Justo en el instante que la morena iba a tocar la puerta, mientras pensaba en una excusa por su tardanza, esta es abierta desde el interior. Una chica pelirroja abandona el local, ambas se dedican una sonrisa sin conocerse y siguen con su camino.
Pasillo S puerta 180. Zu encuentra su dormitorio sin muchos problemas de camino a el, solo ha tenido que preguntarle a un estudiante.
Al entrar se percata que su compañero de cuarto no se encuentra. Aprovechando la soledad para acomodarse en su nuevo dormitorio.
Después de unos aburridos minutos de charla con él director, Oni Abandona su oficina llevando en la mano el horario, al igual que el pasillo y número de habitación. Pasillo O puerta 270.
Tras una hora dando vueltas, Edik se encuentra con peor humor que el que tenía cuando llegó, odiaba la universidad. Entra en la dirección sin llamar, toma asiento.
—¿Usted debe ser Edik?
Habla él director con tono afable.
—Este es el señor que cuide que no hagamos fechorías—. Pensó el ruso mientras levantaba una de sus cejas.

Al día siguiente Edik despierta a la cinco de la mañana, corre a ritmo moderado y constante por los alrededores de la universidad por una hora cumpliendo su rutina matutina de ejercicios.
Amanece soleado.
Zu se despierta temprano, enérgico con ganas de descubrir esta nueva vida que comenzara hoy; hace la cama acomodando rápidamente las almohadas, las sábanas y las mantas; tomar una ducha caliente, revisa su mochila por última vez chequeando que tiene todo lo que necesita antes de salir de la habitación dejando en esta a su compañero dormido, quien llegó el día anterior demasiado tarde como para tener la oportunidad de conocerlo.
De camino a la primera clase llama a sus tíos; no ha hablado con ellos desde que bajó del avión.
La llamada no dura demasiado, lo suficiente para contarle que se encuentra bien y preguntar por ellos.
Llega a el aula, está casi vacía excepto por unas pocas personas. Toma asiento en una de las primeras mesas, ansioso de dar comienzo a las clases.
Minutos después los demás estudiantes comienzan a llegar, ocupando los asiento disponibles. Inundando el aula de risas, saludos y conversaciones.
¿Qué es la administración de empresas y para qué sirve? Escribe el profesor en la pizarra mientras los alumnos se acomodan dando inicio a la clase.
El ruso camina por los pasillos. Después de regresar a su dormitorio duchó su sudoroso cuerpo y ahora viste unos vaqueros y una camisa blanca.