Extra |Primera parte|

KEIDAN.

Escucho la música retumbar desde afuera, sonrió para mis adentros al ver que ya casi llegamos a la entrada. Meto mis mano a los bolsillos del pantalón. Tal vez esto de relajarse en un club es buena idea.

Muevo la cabeza al son de la música que suena adentro. I Wish de Cher Lloyd ft T.I.

-¡Hey! ¡Tu cabeza esta en onda!-comienza a mover también su cabeza. Rio por lo estúpido que se ve. Igual que yo.

-Axel, pareces un completo idiota.-avanzó unos cuantos pasos. Somos los siguientes en entrar.

-No quería dejarte solo, si mi mejor amigo hace de idiota tengo que opacarlo.-palmea mi espalda y yo río.

Al entrar al club el ambiente no puede ir mejor, gente emborrachandose por ahí, otros teniendo sexo con ropa por allá y la mayoría bailando. Nos dirigimos a la barra del club para pedir algo de tomar. Miro a cada una de las personas que se encuentran aquí, algunas para olvidar dolores, otras para festejar o solo para emborracharse y divertirse.

Y yo claro, solo vengo para quitarme un poco el estrés y a la empalagosa de mi novia.

Al tener mi cerveza en mano nos dirigimos a una mesa desocupada, donde se ve absolutamente todo. Se puede decir que este es el mejor club, Transgress es el mejor.

Miro como todas las chicas bailan, no es que no pudiera mirar. Sharon no esta aquí y espero no verla en muchos días más. Además ¿me importa qué ella sepa? Absolutamente no.

Axel no perdió el tiempo al irse a bailar con una pelirroja. Mi amigo nunca pierde el tiempo. A veces me pregunto si algún día se va enamorar. Una vez se lo pregunte y así de fácil como entró, salió.

Al principio pensé que estaba enamorado de Sharon, suena estúpido, hasta me río de mi tonto pensamiento. Pero así era, quería verla todo el tiempo. Me encantaba besarla pero luego me di cuenta de algo. Solo me gusta su cuerpo. Tal vez estaba enamorado pero era físicamente, y es que Sharon no esta nada mal. Pero el encanto se fue cuando empezo de empalagosa. Solo dos meses con ella y ya no la aguanto. Siempre quería estar conmigo, llegaba sin avisar a mi departamento, quería que saliéramos a todas partes juntos. Como hombre creo que todos necesitamos un respiro. A veces harta ver siempre a la misma persona. O bueno, eso es lo que pienso yo.

Tomo el quinto vaso de la noche y lo llevo a mis labios. Me recargo en la barra y miro a todos bailando. Suspiro hondo, busco a Axel con la mirada. No me gustaría encontrarlo haciendo cosas indebidas. Hago una mueca al no encontrarlo. Vuelvo mi vista al vasito con tequila.

...

Dos horas después y una botella y media terminada no sé ni donde estoy. Bueno, tampoco es tan grave, aún camino bien y uso mis cinco sentidos. Se que tengo manos y pies. No como esa loca que esta tirada en el piso. Hago una mueca y sigo caminando.

Me meto entre una bolita de personas que bailan y gritan eufóricos. Comienzo a bailar con ellos. No pensé terminar ebrio el día de hoy, pero bueno, mientran haya alcohol y ganas no se puede hacer nada. Muevo mi cuepo al son de la canción que retumba en mi cabeza. Una rubia alta se me pega al cuerpo luego de unos minutos bailando, no soy nadie para decirle que se retire. La tomo de las caderas y comenzamos a bailar lentamente.

¿Qué si estoy relajado? Dios, esto es el cielo.

Al principio no quería venir, debo de admitir. Estaba tan cansado y no tenía animos de salir. Pero que bueno que vine porque me la estaba pasando tan bien, no tenía idea de donde se encontraba Axel ni que maldita hora era. Solo sabía que estaba bailando con una rubia caliente. Claro, como mi buena suerte no puede durar mucho siento un empujon que me hace tambalear y a la rubia chillar. ¿Ahora qué? Justo cuando me la estoy pasando tan bien.

- Quita las malditas manos de mi chica. -escucho un grito detrás de mi. Lo que me faltaba. Miro a la chica y elevo una ceja. No pasa mucho tiempo cuando siento un golpe en mi mandíbula. Tampoco tenía que ser tan agrasivo. Toco mi mandíbula y lo miro con cara de pocos amigos.

Sin nada más que decir toma a la rubia y la jala hacia alguna parte. Tampoco le iba a regresar el golpe al idiota, aunque me hubiera encantado hacerlo. Tengo que controlarme como dice mi terapeuta. Respiro hondo unas cuantas veces para no ir detrás de ese imbécil ahora que me he estabilizado. Creo que sí estoy mal, reacciono unos minutos más tarde del golpe. Muevo la cabeza a los lados para calmarme.

Jesús Keidan, el alcohol te hace tonto.

Beautiful now comienza a sonar y es inevitable no ponerse a bailar y saltar como loco cuando ves que todas las personas lo hacen. No sé ni que rayos dice la canción pero estoy aquí bailandola. Tan pronto me pongo a bailar me vuelvo a llenar de alegría. Y es que estoy un poco ebrio que no logro controlar mis estados de animo.

Mierda, ¿dónde deje mi vaso?

Siento como de repente se me mueve todo y caigo al piso con un peso en mi espalda. Un peso nada liviano. Suelto un quejido y me remuevo un poco, absolutamente nadie a dejado de bailar, todos estan tan ebrios o concentrados en mover el cuerpo que no miran al pobre chico siendo aplastado por seguro un oso. Escucho una risa en mi oreja que me heriza la piel. Es una chica, no un oso. Volteo lentamente y ella cae al piso.

- Auch. - es lo único que dice seguido de una risa. La examino lentamente, el maquillaje corrido, el cabello enmarañado y una sonrisa de idiota. Creo que me salen corazones de los ojos. Porque quitando todo ese maquillaje y arreglando su cabello estoy seguro de que es hermosa-. ¿Qué me miras? ¿Tengo un insecto en la cara? -su voz sale distorcionada seguro por todo el alcohol que a ingerido.

Sonrio de lado antes de pararme y pararla a ella. Mis hormonas de ebrio me hacen pasar los ojos por todo su cuerpo. Maldición, nada mal.

Miro su rostro cuando sus brazos rodean mi cuello con tanta confianza, comienza a mover las caderas a los lados sensualmente y Jesús, ¿a caso me embrujo? Paso mis brazos por su cadera y pego mi rostro a su cabello, el olor dulzón me hace fruncir la nariz. Nunca me ha gustado ese olor pero en ella huele tan bien. Here continúa sonando y el cuerpo de la chica sin nombre pegado al mío me esta encantando.