Revisando el reloj, se dio cuenta de que ya debía irse. La tarde estaba agradable pero debía volver a casa. Pidió el uber y se encaminó a la salida del parque. Había parejitas paseando por aqui y por allá. Algunas estaban descansando bajo la sombra de los árboles.
Ella había pasado tanto tiempo soltera que se había olvidado esas sensaciones que el enamoramiento da. Ese cosquilleo en el estomago, ese palpitar distinto en el corazón al ver a la persona amada, esa emoción al escuchar su voz o recibir una llamada o mensaje.
Su whatsapp estaba lleno de clientes pidiendo pasteles y los chats grupales. Esos chats le servían para endulzar un poco su vida. Se entretenía leyendo a sus "amigos virtuales". Tenía grupos de astronomía, de lecturas, de fans de algun artista... todo era tan random.
Al llegar el uber, se subió al carro y el conductor echo a andar. Le agradaba que el conductor fuera del tipo callado y en su mood. Habia algunos que hablaban hasta por los codos y cuando se esta en modo pensativo, ese tipo de conductores desagradan.
Aún le rondaba por la cabeza el compromiso de Susana. Le daba miedo el pensar que ella se estaría equivocando y se sentía en necesidad de protegerla del dolor de una separación pero a su vez, pensaba que Susana era ya una mujer adulta. Debía dejarla asumir las consecuencias de sus malas decisiones. No debía tratarla como a una niña. ¿Por que se sentía asi?
Quizás porque su separación fue dolorosa. Y como Alexsis conocía esa etapa y a muy duras penas pudo salir de ese hoyo, tenía miedo de que Susana no fuera lo suficientemente fuerte como para navegar sola en ese oceáno de pensamientos, emociones tormentosas y sentimientos encontrados. Pero, una vez más, debía recordarse a si misma que Susana era ya una mujer adulta y debia asumir sus propias consecuencias.
Ella había aprendido de su separación. El dolor la había fortalecido y la había hecho madurar. Aunque tuvo sus secuelas. Debió luchar contra la ansiedad y depresión. Por gracia divina, salió victoriosa.
Se temía que Susana no supiera afrontar todo lo que vendría.
Pero una vez más, se adelantaba a los hechos. Todavia ni había sido la boda y ya estaba pensando en el divorcio.
El uber llegó a su casa y después de pagarle, entró. El calor había dejado su casa como horno recién usado y debió abrir puertas y ventanas para que entrara un poco de aire fresco. Encendió el aire acondicionado, Alexa le dio la bienvenida con un poco de musica ambiental y se metió a bañar.
Hace tiempo que no disfrutaba tanto un baño. Cuando su hijo estaba en casa , debía bañarse lo más rápido que podía y salir. Tenía la costumbre de mantenerse alerta cuando el estaba en casa.
Hacía seis años que se había separado del papá de su hijo. Su hijo apenas tenía un año cuando el se fue. Seis largos años de crecimiento, moldeo y esfuerzo. Seis años de madurez y fortalecimiento.
Ella era lo que las redes sociales llamaban "mamá luchona". A Excepción de que había aprendido su lección y había aprendido a esperar y observar.
Esas eran sus dos reglas en cuestion de chicos: esperar y observar.
Solo esperar y observar.
Ellos solos se delatan.
Cuando un chico se aparecía ante ella, solo lo saludaba y no dejaba salir emociones distractoras. Lo observaba bien y después de un tiempo, el solía dar señales sutiles de quien era realmente y si eso no se amoldaba a su lista de aptitudes, simplemente lo descartaba.
Quizás sonaba algo frío pero con el tiempo entiendes que es mejor una buena compañía a cualquier compañía. Ella planeaba estar con alguien toda su vida y esa es una de las decisiones más importantes a tomar.
Salió de la ducha, hizo su rutina de skincare, puso una carga de ropa en la lavadora y se dispuso a checa su agenda de pasteles. Tenía algunos pedidos pendientes pero para su suerte, tenía el día libre.
Encendió la tv y mientras la serie se reproducía, ella intentaba descansar.
¿Alguna vez has sentido esa sensación donde tu mente está tan estresada o ansiosa que aunque quieras distraerte no puedes?
Después de finalizar el capítulo, debio ponerlo otra vez porque no prestó atención. Dandose por vencida, se dispuso a apagarla y dar vueltas en la cama.
Su mente seguía funcionando a mil. Y una pregunta resaltó: ¿Que es lo quieres?
Por mucho tiempo, vio, leyó, escucho y hasta habló sobre historias de amor y finales felices. Con el tiempo se dio cuenta de que después de la boda, la verdadera historia comienza. Han sido mucho los relatos sobre matrimonios que se separan a causa de la infelicidad conyugal. Así que ella quería saber, ¿Que hay después del matrimonio?
Osea, si... vienen los hijos, la rutina, etc...pero, ¿Que más?
Salió de la cama, encendió la luz de su lámpara y sacó un cuaderno. Anotó en la hoja: ¿Que quiero?
Enumerar las cualidades físicas de un hombre es super fácil: alto, aseado...de buen ver... bueno, no es tan sencillo.
Pero lo más difícil es lo del interior. Eso que tanto romantizan por las redes sociales.
"ENAMORATE DEL INTERIOR PORQUE LA BELLEZA SE AGOTA" (lease con voz de niñita tonta)
Pero , ¿como? ¿Que más? Es obvio que le belleza exterior se agota. Los años pasan y no perdonan.
Punto número uno:...
Se puso a pensar en los matrimonios que conocía.
Carmen y Hugo. Llevaban 30 años de casados, habían tenido 4 hijos. No parecían felices. El bebía mucho y solía ponerse pesado cada vez que lo hacía. Tenía un humor ácido y pesado. No recordaba haberlo visto sonreír alguna vez. Carmen siempre traía cara de angustia, no parecía tener paz nunca...
¡Eso!
Punto número uno: Que le transmita paz.
Sería muy bueno vivir con un hombre que no la tenga al borde del colapso mental o emocional a cada rato. Un hombre con el que pueda sentirse en paz y sea un lugar seguro. Aunque ella también debería ser ese lugar de paz donde ese hombre pueda refugiarse en caso de tormenta.