Venenos y antídotos

"¿Por qué te duele lo que se suponía que te debería de hacer feliz?"

Todo pasa por una razón, estaba destinado a que tenías que alejarte de la persona que te hacía daño. Lo que quema no será eterno, siempre llega alguien a llenarte ese vacío.

Un hielo roto, un cuerpo roto, un vacío roto, un infierno que quemó tan segado por mí propio sufrimiento sólo puedo hacerte daño.

Marcas que encajas tan sólo tapas y sufres más de lo que aparentas, sé que llevas una herida que es tan difícil de soportar que debes lastimarte aún más.

Tratando de romper cualquier armadura, cualquier flecha clavada que la rodeara para que no saliera lastimada por mi culpa dejando una quemadura llena de negrura.

Reparar lo que no rompí, tu otra mitad a la que hay que curar, lo que me atormentaba todavía, con lo que soñaba cada día, así como me curaste a mí quiero intentar curarte a ti.

-Aunque no lo demuestre y no lo exprese, te extrañe.

Sé que estoy herido pero puedo sanar contigo, me dicen que él la ha lastimado, mientras yo moría por curarla. A veces los corazones heridos nos terminan sanando.

Los dolores condenables nos hacen ver qué no son importantes aunque son reparables y con el tiempo pilares, ahí dónde las flores ocultan los dolores en las raíces tan sólo me ví reflejado en tus cicatrices.

Mirada apagada, alma quebrada, cuerpo sin vida, mente sin alma, cuerda floja, no sabía lo que escondía, una apuñalada en la herida que nada la cura.

Morir para no sufrir, llorar es ayudar a sacar lo que tanto has temido hablar, así que no me digas que no vale la pena llorar, no te atrevas a decir que entiendes mi dolor, sólo quiero llenar el vacío con mi ser.

¿Podía acaso un corazón congelado y muerto romperse?

¿Podía acaso un corazón congelado y muerto volver a latir?

Atte: un roto y cuerdo humano que se la vive desarmado.