LILA JENKINS.
Con las pocas fuerzas que tengo por el golpe, logro abrir los ojos.
Lo primero que viene a mi mente es el número que llevaba el sujeto.
Era el número que June y yo repetíamos ayer.
Eso quiere decir que este sujeto está detrás de lo que nos pasó.
¿En dónde estoy?
Este no es mi cuarto ni el de June.
Miro a mi costado y ahí veo a June desmayado en una silla, con los pies y brazos amarrados.
— June… —Susurro para despertarlo, pero nada.
— June… —Vuelvo a llamarlo.
Empieza a moverse despertándose.
Al notar que está amarrado, busca con desesperación algo hasta que me mira a mi y suspira de alivio.
— ¿Estás bien? —Pregunta preocupado.
— Si, estoy bien… ¿Vos estás bien?
— Si solo me duele un poco donde me golpeó el sujeto.
— Veo que ya despertaron. —Se escucha hablar a una tercera persona.
Su voz parece modificada.
— ¿Quien sos? —Le pregunto al sujeto.
— Todo a su tiempo, Lila.
¿Como sabe mi nombre?
Eso quiere decir que a esta más cerca de lo que pensábamos.
— ¿Vos hiciste que no recordemos nada?
— Si, pero no funcionó muy bien ya que se acordaron de mi nombre.
¿Su nombre?
— Espera… Tu nombre es ¿234?
— Mejor dicho Proyecto 234.
¿Que?
No estoy entendiendo nada.
— ¿Por qué nos hiciste eso?
— Verás, todo empezó cuando June arruino mi vida hace un año y medio.
¿June?
— ¿Yo que te hice? —Pregunto June desconcertado.
El hombre encapuchado parado en la oscuridad lo ignora y sigue hablando.
— Si June no hubiera aparecido, aún tendría lo único que valía la pena en vida.
— ¿Que le sacaste June? Devolverle lo que le sacaste. —Hablo yo mirando a June.
— Yo que se, este tipo esta loco.
El sujeto se acercó a un y mientras hablaba le pasó un cuchillo por el rostro.
— Tal vez este loco, pero de amor.
— Uy June, alguien se enamoro de vos. —Me burló.
— No hablo de June, hablo de vos conejita.
Conejita…
Conejita…
¿Quien era el que me decía así?
Pienso y pienso hasta que al fin logro acordarme.
— Cameron.
Ahora tengo toda su atención en mi.
— Al fin te acordaste mi vida.
Se acercó a mi y me acaricio la mejilla con dulzura, pero viniendo de él me aterra.
— Espera… Cameron tu ex novio.
— Así es.
— ¿Puedo preguntarte algo? —Me dirigí a Cameron.
— Lo que quieras conejita.
Ignoró el conejita y pregunto.
— ¿Por qué nos borraste los recuerdos de Ayer?
— En realidad, quería que se olvidarán el uno del otro, pero algo salió mal.
Dios.
Si que está enfermo.
— ¿Por qué estábamos llenos de sangre? ¿Que fue lo que nos hiciste? —Grito June.
Cameron va hacia June y le corta la mejilla.
Grito pero me callo enseguida.
No quiero que me haga algo a mi también.
— No vuelvas a levantarme la voz. Cuando yo llegue ya estaban así.
— Conejito… —Trato de aguantar las ganas de vomitar que me produce llamarlo así. —Vos podrías hacer que recordemos lo que pasó ayer.
— Claro que puedo.
— Lo podrías hacer.
Solo asintió para dejarnos solo en el cuarto y a los minutos volver con un frasco en la mano.
— Tienen que tomar esto.
Nos acercó el frasco a la boca y nos lo hizo tomar.
Lo trago y a los pocos segundos empiezo a recordar todo.