Historia 10 (Los alpinistas desaparecidos)
(información del año 2019)
Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que ocurrió aquel 1 de febrero de 1959 en los montes Urales. La muerte de nueve jóvenes excursionistas todavía sigue sin explicación 60 años después de que se hallasen sus cuerpos en una zona entre la República de Komi y el óblast de Sverdlovsk, en Rusia. Su tienda apareció rasgada, sus cuerpos semidesnudos a pesar de las temperaturas gélidas, e incluso a uno de ellos le faltaba la lengua. Las teorías que intentan explicar el conocido como Incidente del Paso Diátlov no han dejado de surgir, pero ninguna de ellas ha podido confirmarse: ¿estamos ante uno de los misterios más inquietantes del siglo XX?
El informe oficial, que no se conoció hasta la caída del bloque soviético en 1990, recogió que "una fuerza desconocida e insuperable" había causado las muertes de los ocho jóvenes estudiantes y el guía local que los había llevado hasta la montaña Kholat Syakhl, un nombre en dialecto local que significa Montaña Muerta. Los síntomas de hipotermia y los politraumatismos eran evidentes, pero la disposición de los cuerpos, que fueron encontrados días más tarde por una expedición conformada por militares, vecinos de la zona y compañeros estudiantes de los jóvenes, propició todo tipo de hipótesis.
La primera consecuencia del suceso es que la zona se cerró durante tres años prohibiéndose el acceso a esquiadores y montañeros, fue después cuando se rebautizó como Paso Diátlov en honor a Igor Dyátlov, el líder de la expedición.
(La tumba de los montañeros en el cementerio Mikhajlov de Ekaterimburgo.)
Un error de cálculo
Los nueve jóvenes estudiantes del Instituto Politécnico de los Urales tenían entre 20 y 24 años, eran dos mujeres y siete hombres, junto a un guía local, un hombre de unos 38 años veterano de guerra. Este tenía la misión de conducirlos hasta la montaña Gora Otorten, un pico de 1.234 metros en el que iban a practicar esquí, situada a unos 10 kilómetros de donde ocurrió el fatal desenlace. En aquella época del año, con nieve y temperaturas extremas, la ruta adquiría la Categoría III, la más complicada.
El 25 de enero llegaron en tren a la ciudad de Ivdel y una camioneta se ofreció a llevarlos a Vizhai, el último asentamiento habitado antes de empezar su ruta. Se pusieron en marcha el día 27 y, un día más tarde, uno de los jóvenes, Yuri Yudin, decidía abandonar la expedición por una lumbalgia. El grupo quedaba entonces reducido a nueve personas y Yudin, que falleció en 2013 a los 75 años, sería el único superviviente.
(La despedida de Yuri)
Los diarios y las cámaras de fotos que llevaban han ayudado a reconstruir los días previos. Fue el 1 de febrero cuando comenzaron a atravesar el paso para llegar al campamento base, sin embargo, un error de cálculo les hizo desviarse al oeste. Ese inconveniente sumado a un temporal de nieve forzó la decisión de establecer su campamento en la ladera de la montaña Kholat Syakhl, de donde ya no saldrían.
El inicio de la búsqueda
Dyátlov se comprometió a enviar un telegrama al club de montaña de la universidad sobre el 12 de febrero para dar señales de vida, pero esto no sucedió. Ocho días más tarde se organizaban los primeros grupos de estudiantes y profesores voluntarios para ir en su busca. Fue el 23 de febrero cuando las autoridades abrieron la investigación oficial y el ejército se unió al operativo junto a vecinos de Ivdel.
(La tienda apareció rasgada desde el interior)
ncontraron el campamento el día 26, la tienda muy dañada y llena de cortes que se habían hecho desde su interior. A unos 600 metros aparecieron los primeros cadáveres bajo un pino. Dos de los chicos, descalzos, en ropa interior y tumbados boca arriba junto a los restos de una hoguera. La sangre que había en el tronco de un árbol indicaba que habrían intentado subirse a él. Cerca de ellos, el equipo encontró otros tres cadáveres, el de una mujer y otros dos hombres.
El propio Dyátlov era uno de ellos. Este tenía una rama agarrada con una mano como si se estuviese defendiendo de algo con ella. Según el informe, se cree que los tres estaban intentando llegar de nuevo al campamento y se constata que llevaban más ropa puesta que sus compañeros, pero tampoco tenían calzado. La búsqueda de los otros cuatro no dio sus frutos hasta dos meses más tarde, el 4 de mayo.
Sepultados bajo unos cuatro metros de nieve, a unos 75 metros del árbol en el que encontraron a los dos primeros, la chica apareció de rodillas con el pecho en una roca. No tenía lengua. Estos cuatro cadáveres estaban mejor vestidos que el resto de los montañeros.
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Editado: 06.01.2022