Que tus besos No sean de Amor

Capítulo 22

CAPÍTULO 22

 

-Eliot Campbell-

—¿Esto es todo lo que tienen? —Inquirió Eliot revisando los informes preliminares que tenía sobre la muerte de un hombre en inmediaciones de una fábrica abandonada.

—Así es, aún faltan estudios más detallados por parte del equipo de forenses, hemos intentado contactar con su familia, pero, desde hacía más de dos años que este sujeto dejó de tener relación con su entorno más cercano, trabajaba como contador en una empresa de renombre, sin motivo alguno renunció a su trabajo, vendió su casa, y automóvil, y por lo que dicen las pocas personas que lo llegaron a conocer vivió de forma nómade yendo de un lado a otro sin un sentido concreto, presumimos que quizás debía dinero, estamos investigando eso, los informes toxicológicos aun no los tendremos hasta mañana, quizás era adicto a las drogas o bien al juego… en fin, pueden ser muchos los factores.

—Cayó desde siete metros de altura, vi su cuerpo con una cantidad de cortes importantes, pero nadie está explicándome por qué no está el objeto con el cual se causó la muerte, se atravesó  el vientre y parte del estómago con algo que aún no encontramos y que debería estar , en el mejor de los casos: enterrado en su cuerpo.

—Es evidente que estaba esa noche con alguien más, por los golpes y cortes, hemos rastreado toda la zona pero no encontramos el arma , en algún punto me siento algo abrumado, parece que uno de los dos tenía algún cuchillo de grandes proporciones ya que solo eso podría explicar la cantidad de cortes que tenía, de hecho presumimos que él mismo utilizó ese arma para darse muerte…

Eliot llevó una mano sobre su mentón masajeándose de forma pensativa, frunció el ceño.

—Tiene un agujero en su vientre, ¿crees que un simple cuchillo haría eso?

—Hemos enviado a  buscar a alguien que pueda darnos más explicaciones, el grupo de forenses necesitan a un experto que pueda guiarlos mejor…

—Fue un elemento filoso y de gran porte…porque aún conservaba en una de sus manos un rústico vendaje que se realizó con su propia camisa, eso quiere decir que no podía tomarlo como deseaba para poder darse muerte, por aquel motivo vendó sus dos manos ,sino, el filo al hacer fuerza lo habría atravesado antes de tiempo, de hecho prácticamente se cortó hasta los tendones de las manos cuando lo hizo.

—Las circunstancias son extrañas, pero, intentaremos cerrar el círculo lo mejor posible…

Eliot asintió.

Una vez solo re leyó una vez más el informe preliminar forense, y su vista se detenía sobre ese corte profundo en su vientre, inevitablemente recordó a su hijo, y la inexplicable razón de  que a él también se le encontró un corte de similares  características, la diferencia se encontraba sobre quién había estado en el momento del accidente con su hijo cuando aún se encontraba con vida, hasta darle muerte luego de atravesarlo  con un arma que sin lugar a dudas: tenía filo.

Luego, ese perverso le enterró una astillada rama de árbol no muy gruesa del tamaño necesario para rematarlo y disimular ese corte que no tenía sentido dentro de las causas  evidentes en las que su asesino deseaba dejar la escena: un accidente letal en su motocicleta.

Solo de recordar que su hijo estaba en un sitio desconocido, yendo a un lugar que él no salía frecuentar, alejado de todo el mundo, a una velocidad abrumadora, en medio de la llovizna, ¿Quién lo seguía? De ser así: ¿por qué perseguía a un muchacho tan tranquilo y pacifico como Thomas? Su motocicleta derrapó y él rodó cayendo por un barranco lleno de ramas y árboles, estaba vivo cuando tuvo el accidente, pues todo indicaba que había llegado a quitarse el casco de su cabeza. Pero por los terribles golpes que había recibido gracias a la caída por el accidente no podía moverse, tenía fracturas y cortes por todas partes. En la escena del hecho ningún experto supo explicarle cómo llegó a tener un corte casi perfecto y letal entre su vientre y estómago, a tener una rama incrustada dentro que no correspondía con semejante abertura. Y de pronto todo parecía esfumarse…

Tomó su móvil llamando a uno de los responsables de cotejos en casos archivados:

—Voy a enviarte por texto un par de nombres de algunas personas, necesito que busques si la forma de muerte corresponde con la de una víctima de sexo masculino que tengo en investigación ya que en apariencias se suicidó pero antes tuvo un altercado con un desconocido, consideramos que usaron armas con filo.

Por supuesto detective Campbell, puedo hacer ese cotejo, va a demorarme un tiempo…

—No te preocupes por eso, puedo esperar. —Colgó.

 

Eliot apretó su mandíbula, sin desearlo recordó a Eva y se odió así mismo.  Sus ojos casi manejados por su intolerable intuición fueron hacia el bote de basura que estaba colmado de papeles que nadie tocaba hacía muchísimo tiempo.

Caminó hacia el basurero, metiendo las manos buscó el papel donde había escrito el nombre de esas personas, cuando lo encontró fue nuevamente hacia su escritorio, lo estrió con sus dedos intentando alisarlo lo mejor posible.

Lo leyó una vez más:

 

Carla, Frank, Ravenna, Will



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En el texto hay: misterio, romance, hechizo

Editado: 16.04.2023

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