Dolor, desesperación, silencio y el alma quebrantada, aquello era todo eso, sus emociones y su vida aplastadas por los hecho de un pasado cruel y despiadado, un tiempo en el que Mafuyu no pidió nacer, y aunque pensaba en constantes momentos con la muerte misma, una parte de el añoraba ser tomado por esta y acabar con su tortura mental, pero no iba a ser así, no haría lo que Yuki hizo, aunque para ese punto ya era algo mucho mas probable, Ritsuka estaba energúmeno en el estudio y el no lo sabia, Mafuyu desconocía que Itaya le había dicho a Uenoyama todo sin querer, no imaginaba que su alma finalmente se quebrantaría.
-Vamos Ritsuka cálmate hombre -repetía Kaji con la poca paciencia que le quedaba -estoy seguro que Mafuyu te iba a contar pero como no llegaste le conto a Itaya.
-¡Debió esperarme! -exclamo -eso debió haber hecho y no decirle a Itaya de como se siente, soy su novio, soy el que esta poniendo todo en esta relacion, Mafuyu no ve eso, Mafuyu solo ve su problema con Yuki nada mas, no soy mas que un reemplazo ahora que lo pienso.
-¡Ey! ¡Ya! -grito Haruki -Sabes que estas son las actitudes que terminan acabando tanto una amistad como una relacion, y eso estas haciendo, Mafuyu no es de esos, te lo a demostrado, pero que tu enojo te haga decir estupideces te llevara a lo malo o en una tragedia, cuida tus palabras, porque estas son mucho mas letales que un arma física -Uenoyama solo podía suspirar de la cólera y temblar, pues jamás se había sentido tan enojado, su sangre le hervía y su corazón ni se diga; No tardo mucho en aparecer el joven de cabello anaranjado evidentemente triste y con rastros de lagrimas en sus mejillas -apareciste Mafuyu -dijo Haruki con una dulce y nerviosa sonrisa.
-Si solo se me hizo tarde -dijo para ver a Uenoyama -te estuve esperando hoy ¿sabes?
-¿Para que? -pregunto de golpe -¿para verme mas la cara de estúpido que tengo?
-No se de que hablas -respondió Mafuyu un tanto confundido -¿de que hablas?
-No soy estúpido sabes -respondió.
-Uenoyama por favor -hablo Kaji.
-¡No! ¡Ahora soy yo el que va hablar y que te quede claro! -lo toma de la camisa -¡Estoy iracundo contigo, le contaste todo a Itaya, todo Mafuyu! -el otro solo pudo ponerse pálido -¡Le contaste lo que yo eh querido saber, lo que me preocupaba de ti! ¡A ITAYA MAFUYU Y NO A MI QUE SOY TU NOVIO! -dijo tomándole el brazo con fuerza -me escuchaste verdad eres mi novio y a mi me debiste contar.
-¡Tu no apareciste! ¡te iba a contar todo! ¡espere en las escaleras también y estaba mal te quería conmigo Uenoyama! -grito el joven con suma molestia -te espere quería hablar contigo, no fui a tu salón porque pensé que nos veríamos en las gradas y te oba a contar lo que necesitabas saber para no pasar por lo mismo y tu tampoco me explicaste o dijiste tu sentir, estaba incomodo con Kasai cuando te veía con ella o cuando te ibas con Hiiragi y aun así no te importo y a Itaya le Conte lo que tu sabes cuando fuiste de forma irreverente con mi mama, tu no me explicaste nada así que no me vengas con estas cosas -Mafuyu hacia sentir lo que tenia que decir, le ardía en el alma que Ritsuka no le creyera y que no entendiera que lo que le conto a Itaya no era mas que lo básico y lo que Uenoyama supo cuando la madre de este le conto todo.
-¡No te creo nada! ¡Te explique lo que sentía y tu no lo tomas enserio! ¡te cuento todo y no me dices nada! ¡estoy cansado de lo mismo! -grito Uenoyama ya frustrado con aquella situación -¡Solo soy yo el que pone en esta relaciona! ¡tu no haces nada mas que lamentarte de muchas cosas que ya pasaron! ¡No se porque haces esto mas complicado! -ahí estaba el ojiazul, molesto y frustrado con el joven de cabello naranja quien se mantenía en un silencio total y con la mirada baja -Mafuyu ¿Por qué no me dijiste nada? ¿no confías en mi acaso? -aquello despertó algo en el joven naranja quien ya ese punto solo quería huir de ahí -¿porque no me dijiste que estabas incomodo con todo? No entiendo porque estas así, quiero que tu no se comprendas también mis sentimientos, no te entiendo y creo que jamás lo hare.
-Es cierto...-dijo el joven derramando lagrimas -puede que tengas razón y jamás podrás entenderme, ni entender mi pasado ni nada, ni conocer mis traumas...claro jamás lo sabrás porque no lo vivirás, ver al que fue el amor de tu vida colgado ante tus ojos, el verle ahí su cuerpo sin vida, no poder volverlo a ver ¿lo entenderías? -pregunto -¿sabes lo que es perder a alguien por suicidio? ¿no verdad? no te culpo y no le deseo esto a nadie y jamás a ti que eres el amor de mi vida, y si piensas que eres un remplazo...no lo eres...jamás lo serias ¿te preguntas porque me paralizo cuando se rompen las cuerda? -pregunto -porque eso paso cuando lo encontré a el ahorcado -para aquel joven hacer la revelación total ante el ojiazul le dejo petrificado, Uenoyama no sabia que decir, no sabia que responderle al verle así -jamás lo sabrás -dijo con lagrimas en sus ojos y una sonrisa -pero descuida no necesitas entenderme...no te obligare a nada.
-Mafuyu...-Uenoyama iba a decir algo mas sin embargo Mafuyu huyo del lugar, el jamás había revelado tal caso, solo se limitaba a decir lo que había pasado por encima, pero nunca el confesar la exactitud de los hecho, revivir aquello, ver esa imagen una y otra vez, hasta detenerse en un poste y quebrantarse, liberar atreves del gritos y el llanto, todo aquello que lo mataba por dentro estaba saliendo.
-¡PORQUE! ¡PORQUE ME DEJASTE SOLO! -grito mientras lloraba -¡YUKI YO NO QUERIA ESTO, NO QUERIA QUE MURIERAS POR MI! -el lloraba, su alma sangraba y lloraba aquel dolor, aquello que le traumo aquello que lo quebranto -¡TU ME DEJASTE, ME ABANDONASTE EN ESTE MALDITO MUNDO! -gritaba a todo pulmón mientras la lluvia le caía encima, ahí estaba el todo quebrantado, finalmente se había quebrado después de tanto tiempo, lo sollozos eran mas fuertes, corría con tanta desolación, con tanto dolor hasta finalmente llegar donde el causante de sus pesadillas y sufrimiento, había llegado al cementerio Yanaka, Mafuyu solo pudo arrodillarse ante la tumba de Yuki y soltar gritos y llantos con todas sus fuerzas, no había nadie ahí, solo el y un sin fin de tumbas con adornos recientes, Mafuyu no paraba de llorar y gritar, parecía un niño pequeño con un gran sufrimiento interno sin saber que seria escuchado.