II

Alex parecía incómodo, se quitó sus gafas y noté sus ojos hinchados, ¿estaría llorando?

—¿lloraste?

No me culpen, se veía realmente mal, asintió con una sonrisa triste

—¿por qué?

Quería saber, se supone que pasaré un año con él, almenos debo conocerlo

—mis hijos mayores murieron

Desearía no haber preguntado.

—lo siento— logré articular

—yo también

Tengo que afianzar una relación con él, o del contrario no dejaré de sentirme incómoda

—me gustaría saber de ti…

—¿qué quieres saber?

—no sé, ¿a qué te dedicas?— pareció sorprendido de mi pregunta, lo mire mal

—es solo que creí que preguntarías por qué no te busqué o algo relacionado con eso

—oh, dejemos las preguntas fuertes para luego— sonrío y asintió

—soy dueño de una casa de modas…—lo miré con el ceño algo fruncido— seguro escuchaste sobre “strong” — mi boca se abrió, es el dueño de una de las marcas de moda más famosa en Latinoamérica, ¿en qué pensaba mi madre cuando lo dejó?...a si ya recordé, mi papá es mejor

—¿tienes más hijos?

—si, los que murieron y uno más, es de tu edad— informó

—¿tienes esposa?— su mirada se oscureció por un rato, murió, supuse, este hombre ha pasado por mucho dolor

—murió

—vaya, lo siento— no dije nada más, me pesan los parpados, la parte mala de llorar, apoye mi cabeza a la ventana y cerré mis ojos.

—me importa una mierda…—Alex gritaba, mantenía mis ojos cerrados— no discutas….¡haz lo que te digo!...¡solo mátalo!— se me cayó el alma a los pies, ¿matar?,¿a quién?, Alex colgó la llamada, fingí desperezarme, la puerta de una mansión se abrió, abrí los ojos como pou con hambre impresionada, no lo creía, esta casa era realmente hermosa, me recuerda a la de una novela mexicana que veía con mi madre siempre que quería permiso para algo, la casa estaba pintada alternadamente entre negro y blanco, el jardín y las flores bien cuidadas eran hermosas, las luces de un tono amarillento hacían lindos reflejos en las paredes, tenía pilares que sostenían un pequeño techo al llegar a la puerta, Alex aparco frente a la casa y bajo, hice lo mismo y subí las gradas que llevaban a la entrada

—es tu casa ahora— pasó uno de sus brazos por mis hombros sonriendo, él golpeó la puerta de madera color negro y la puerta se abrió, las paredes de la casa combinaban con blanco, rojo, gris y negro, había sofás de cuero negro en la sala de estar, acompañados de un televisor gigante, también había fotos colgadas en la pared como en mi casa, me acerqué a mirar, en una Alex sostenía dos bebés, una niña y un niño, en otra Alex se encontraba abrazando a una mujer, su esposa, ella era realmente hermosa, tenía cabello castaño claro y ojos miel con piel clara, parecían felices, en otra estaban Alex y un Alex versión viejito que debe ser su padre, hay un marco sin foto, y luego esta otro de él con otro bebé de mejillas regordetas tiene los ojos azul verdoso, como los míos, ahora que lo pienso, si soy más parecida a mi madre, tengo cabello rubio natural (obvio), piel blanca, ojos azul verdoso, al igual que él bebé de mejillas regordetas, solo que él tiene su cabello un poco más oscuro como Alex

—Danáe—llama Alex, ¿quién será?, espero a que alguien baje por las escaleras, pero nadie lo hace, Alex se acerca a mi

—tú eres Danáe— aclara

—no, yo soy Danielle

—eres Danáe, se suponía que ese nombre te iba a poner tu madre, no sé porque te llamo Danielle

Pensando en eso, ¿Cómo se conocieron ellos?, ¿por qué no terminaron juntos?, ¿Por qué me busca hasta ahora?, debo hacerle las preguntas fuertes

—bueno, entonces responderé cuando me llames así— me encogí de hombros

—Vamos a cenar ya, ¡Ashton baja! — gritó, camine hacia el comedor, sin duda tenía su lujo, tome asiento en una de las sillas aterciopeladas y espere, y espere, y espere, bien me estoy impacientando, sigo aquí sola y ni Alex, ni ese tal Ashton aparecen, para matar tiempo tome mi celular y hay casi 100 mensajes de Dani, Ashley y Ronie, todos preguntando donde estoy, me aseguro de que nadie viene y llamo a Ashley

—¡hasta que por fin Dany!

—lo siento, lo siento, todo es muy intenso, no sabría describirlo

—¿estas bien?

—   No sé, todo es confuso y raro

—   ¿Ya me vas a contar o me espero la invitación a tomar el té?

—   Jaja no, verás resulta que mi madre tuvo una hija con el galán atractivo y con dinero que rechazó

—   Wow, ¿quién es?, ¿llegó a tu casa?, ¿es linda?

—   Espera, primero, si, es hermosa, una belleza andante, segundo, no, ella se fue de casa y tercero, soy yo

Pasaron un par de minutos, espere a que dijera algo

–¿estas ahí?

—si, es solo que, ¿tu papá no es tú papá y dónde estás ahora?

—el me cuido y me crío, él es mi padre, y estoy en Virginia, mi padre es dueño de la marca “strong”

—No.Te.Creo, te enojarías si lo vuelvo mi suggar?

—¡Ash!, aunque a decir verdad, Alex tiene lo suyo, pero no es tu tipo

—ya sé, espera, ¿¡qué haces en Virginia!?, ¿¡cuándo vuelves!?

—en un año, él pidió pasar conmigo un año y luego regresaré a mi antigua vida

—eso es mucho, ¿qué voy a hacer yo con ese par de brutos?, que andan echando hormonas y se creen Travis Maddox golpeando a todo mundo

—se les pasará, cuídalos por mí, también a los enanos

—¿cómo se lo tomaron?

—lloraron, llore, todos lloramos

—debería enojarme, te fuiste sin decirme adiós, me siento indignada, me duele el corazón!

Escuché pasos y voces acercarse

—bueno te digo adiós ahora, Alex y su hijo vienen para acá, cuida a todos Ash

—bien, si tienes una hermana y esta buena no olvides presentármela, cuídate mucho Dani

Los miré al entrar, mire a Ashton, sentí raro como una conexión con él, se parecía tanto a mí, solo que en versión masculina y más fornido, obviamente, él también me miro y abrió mucho los ojos