Su cara me confirmó que estaba en lo cierto cuando su boca se abrió de par en par al verme parada en su puerta.
-Summer?
Me acerqué más a él para que pudiera verme mejor.
-La misma-giré sobre mis talones dándole una increíble vista de mi cuerpo.
Aunque él no se veía nada mal. La camisa blanca se pegaba a su cuerpo , dejando ver que se había estado matando en el gimnasio y esos pantalones se ajustaban demasiado bien a su firme…
Basta Summer… lo odias. Lo odias,lo odias,lo días. Enfócate en el por que estás aquí. Para destruirlo.
-Qué haces aquí?
-Viaje de negocios.
-Sigues trabajando en la empresa de tu padre?
Asentí.
-Es más te complacerá saber que estás hablando con la jefa , la dueña de ella.
Se acercó a mí para estrecharme entre sus brazos.
-Te felicito. Sabía que lo podrías hacer.
No gracias a ti, pensé para mis adentros.
-Veo que a ti no te va nada mal.
-Lo sé. Desde que llegué aquí ha sido una locura. Hemos logrado pegarla con la banda y vamos a todos lados. Tenemos una gira para luego de la boda.
-Boda?-lo miré inocentemente haciendo de que cuenta que no sabía de que hablaba- De alguno de tus amigos?
Miró al piso avergonzado. Yo en su lugar, haría lo mismo. Yo en su lugar ni siquiera habría sido capaz de mencionar el tema , sabiendo que eso podía destrozar a la persona que tenía delante.
-No.
-De tu hermano?
Negó de nuevo.
-Me estás matando.Me quedo sin opciones.
-Mía. Yo me caso.
Pasé una mano por su brazo intentando calmarlo.
-No te preocupes. No eramos nada después de todo. No es como si me hubieses engañado.
-Lo hice.
-Esas son cosas del pasado.
Una mueca parecida a una sonrisa apareció en su rostro dejándome ve que se había tragado mi discurso.
-Mañana haces algo?
-No , que tienes en mente?
-Mañana te gustaría venir a comer con nosotros. Asi conoces a Clarisse?
-Claro , por que no. Tu di la hora.
-A las 2. Te espero.
-A esa hora estaré aquí y traeré un buen vino.
-Nos vemos Summ-me abrazó- Hasta mañana.
-Adiós Jake.Muero de ganas de conocer a la famosa Clarisse-dije antes de irme.
Claro que lo hacía.Moría de ganas de conocer a la perra que arruinó mi vida y se quedó con lo que era mío.
Nunca lo fue, me reprendió mi mente.